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“Las verdades de la empresa familiar”

por Rosa Nelly Trevinyo Rodríguez

Un ejercicio que merece hacerse, y que hemos realizado varias veces aquí en Nuevo León, es el de salir a la calle y preguntar a un cierto número de personas cómo definiría una empresa familiar. Las respuestas obtenidas han sido MUY variadas—desde microempresa, PyMe, empresa rural, empresa de artesanías, empresa privada, hasta changarro, tiendita de la esquina, panadería, etc. ¡Pareciera que no existe claridad en torno a qué es un negocio de familia!

Así que, para evitar más confusiones, aquí les comparto algunas verdades sobre este tipo de negocios, esperando con ello, aclarar su significado.

Verdad # 1 — El Tamaño, Actividad y Categoría No Importan.

Una empresa se considera familiar, cuando una o varias familias controlan la toma de decisiones relevantes para la operación y gobierno del negocio. En este sentido, el tamaño y tipo de actividad de la empresa no importa; tampoco si ésta cotiza, o no, en la Bolsa(categoría: cotizadas; no cotizadas). En pocas palabras, empresas familiares son desde el “changarro” o la tiendita de la esquina hasta las corporaciones como Walmart, Grupo Carso, GRUMA o Banco Santander.

Verdad # 2 — La Empresa de un Emprendedor, No es una Empresa Familiar.

Una empresa familiar no es aquella en la que el dueño toma las decisiones unilateralmente. Ése, es el negocio de un emprendedor. Cuando hablamos de empresa familiar nos referimos a aquél negocio donde existe una clara vocación de continuidad—es decir, donde prevalece el deseo de transmitir el patrimonio que se ha formado a las siguientes generaciones, y para ello, se les involucra, educa y da cabida… Nada se hereda, todo se gana.

Verdad # 3 — No todo es Dinero, también hay Tradición y Oficio.

En una empresa familiar, no sólo buscamos “ganar dinero”, sino también preservar los valores, las tradiciones familiares y el oficio—lo que valoramos, lo que sabemos hacer y en lo que somos buenos como familia. Se trata de nutrir y acrecentar la identidad familiar, de enseñar con el ejemplo (transmitir conocimiento y experiencia), de promover la paz familiar y de forjar dueños responsables (que pregunten, aporten valor y no estorben).

Verdad # 4 — El Gobierno Corporativo No es Suficiente.

En las empresas familiares, el adjetivo familiar impacta determinantemente. Por ello, cuando hablamos de gobernanza, no sólo nos referimos a organizar “la parte de empresa” (gobierno corporativo), sino también a estructurar la “dinámica de familia” (gobierno familiar-manejo de emociones). Por ende, constituir un buen Consejo de Administración y hacer que éste funcione correctamente, es sólo el principio. Adicionalmente, y en paralelo, hay que desarrollar Acuerdos Familiares (Protocolo) y crear estructuras—como el Consejo de Familia—que promuevan la unidad, la comunicación, la confianza y el compromiso.

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Así que… ¡Cuidado! ¡Qué no te confundan!

* La autora es Socia de Trevinyo-Rodriguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Minero, Petrolero y de Retail

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