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Antes de comenzar un negocio propio…¡Cuidado!

Ser emprendedor es más una cuestión de “actitud” que cualquier otra cosa, por lo que “cualquiera”, sea quien sea, puede ser un gran “emprendedor”. Sin embargo, a pesar de tener la “ACTITUD”, es importantísimo hacerse una “AUTOEVALUACIÓN” antes de tomar la decisión de emprender.
Según la Real Academia de la Lengua Española, emprendedor es un adjetivo dado a aquel “que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas”; al mismo tiempo brinda al verbo emprender el siguiente significado: “Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. Ciertamente, cualquier persona “emprendedora” que decida iniciar un negocio desde cero, siempre tiene un acompañante fiel que para bien o para mal nunca se le separa a lo largo del emprendimiento: me refiero al factor “riesgo”. Para esta persona debe ser tan normal como comer todos los días, el enfrentarse constantemente a dificultades, obstáculos y otros aspectos que ponen continuamente en riesgo el futuro del proyecto. Sin embargo, esto no es motivo o razón para desmotivarse y abandonar la idea de emprender un negocio; hay que recordar que entre más difícil es llevar a cabo un proyecto, mucho más se disfruta la recompensa final. Y no se trata de ser “masoquista”, simplemente se cumple lo del dicho: “quien quiere Celeste que le cueste”; pues “CREAR” una empresa no es algo fácil, para nadie lo es; es algo complicado crearla y lo es mucho más el mantenerla con vida y hacerla crecer; pero la recompensa de ese esfuerzo es muy gratificante.
Ser emprendedor es más una cuestión de “actitud” que cualquier otra cosa, por lo que “cualquiera”, sea quien sea, puede ser un gran “emprendedor”. Esa “actitud emprendedora” le permite a una persona aprender lo que sea necesario para llevar a cabo con éxito un proyecto propio. Sin embargo, a pesar de tener la “ACTITUD”, es importantísimo hacerse una “AUTOEVALUACIÓN” antes de tomar la decisión de emprender.
Dicha autoevaluación debe contener los siguientes aspectos:
1) Hay que identificar los motivos por los que se quiere emprender:
a) ¿Será por liberarse de la rutina diaria?
b) ¿Será por ser su propio jefe?
c) ¿Será por hacer lo que desea cuando lo desee?
d) ¿Será por mejorar su nivel de vida?
e) ¿Será por aburrimiento de su trabajo actual?

f)  ¿Será porque ha creado un producto o servicio basado en las necesidades del mercado y que, por lo cual, promete una gran demanda, siendo su sueño trabajar y dedicarse a este proyecto?
Tal vez la verdadera razón por la que se quiera emprender algo sea realmente una combinación de todos o algunos de los motivos expuestos anteriormente. Y hay que tener en cuenta que algunos motivos son mejores que otros pero ninguno está equivocado; sin embargo, hay que estar conscientes de las posibles desventajas. Por ejemplo, una persona se podría liberar de un horario de 9 a.m. a 5 p.m. (como empleado en una empresa); pero puede ser que lo tenga que reemplazar con una rutina de 6 a.m. a 10 p.m. (en el proyecto propio). Es importantísimo que el emprendedor compare los motivos por los cuales quiere iniciar su negocio propio, con lo que realmente tendrá que vivir durante todo el emprendimiento; para ello es recomendable que se ponga en contacto con otras personas que han sido emprendedoras y que les pregunten sobre sus experiencias.
2) ¿Las características personales le favorecen para ser un buen emprendedor?
El emprendedor debe preguntarse lo siguiente:
a) ¿Soy un líder?
b) ¿Me gusta tomar mis propias decisiones?
c) ¿Otras personas me buscan para que los ayude a tomar decisiones?
d) ¿Me gusta la competencia?
e) ¿Tengo fuerza de voluntad y disciplina?
f) ¿Hago planes por adelantado?
g) ¿Me gusta estar entre la gente o estar compartiendo con ellos?
h) ¿Me llevo bien con otras personas?
Para todo lo anterior, debe haber una respuesta afirmativa; si en alguna de ellas no la hay, hay que trabajar duramente en ello para compensarlo aunque sea un poco, pues definitivamente será algo que jugará en nuestra contra. Esto no significa que si hay una respuesta negativa en estas preguntas, habrá que olvidar todo eso del emprendimiento; por lo contrario, habrá que trabajar con más “ganas” para superarlo, siendo esto parte de la actitud “emprendedora” que lo supera todo. Por otro lado, si para todas las preguntas hay una respuesta negativa, creo que habrá que pensar muy bien si conviene seguir con la idea del negocio propio…
3) Hay que evaluar las condiciones personales.
A continuación se presentan una serie de preguntas que, aunque son breves, son vitales para el éxito de un emprendimiento. Se refieren a las tensiones físicas emocionales y financieras que el emprendedor va a encontrar al comenzar un nuevo negocio. El emprendedor debe analizar lo siguiente:
a) ¿Está consciente de que el manejo de su negocio puede requerir de 10 a 15 horas diarias, 7 días por semana y la posibilidad de trabajar en días festivos?
b) ¿Tiene la fortaleza física para sostener la carga de trabajo y el horario?
c) ¿Tiene la fortaleza emocional para resistir la tensión?
d) ¿Está preparado para bajar temporalmente su nivel de vida, si fuera necesario, hasta que el negocio esté firmemente establecido?
e) ¿Está su familia dispuesta a tolerar las tensiones que ellos también tendrán?
f) ¿Está dispuesto(a) a perder sus ahorros?

g)  ¿Estoy preparado para soportar fracasos, levantarme y seguir adelante? 
Es importantísimo que el emprendedor responda afirmativamente a todas estas preguntas, y si no es así, pues es altamente recomendable que trabaje mucho por convertir las respuestas negativas en afirmativas.
4) ¿Cuáles son las competencias que posee el emprendedor?
El emprendedor debe poseer habilidades y conocimientos sólidos y actuales, relacionados con los productos o servicios que espera vender. Debe, también, estar dispuesto a pedir la colaboración de otros personas especialistas en áreas en las que se presenta debilidad. Esto se debe a que el emprendedor jamás será “FUERTE” en todas las áreas del negocio, siempre será “DÉBIL” en por lo menos 1 área del mismo.
5) ¿Los productos o servicios que espera vender el emprendedor, son innovadores?
El producto o servicio debe ser realmente “innovador” en el mercado y para ello debe cumplir 2 características: a) ser novedoso; b) ser “NO OBVIO” para una persona con conocimientos medios en la materia (el producto o servicio no se le debe ocurrir fácilmente a una persona con conocimientos medios en la materia).
Para esto, lo indicado es acercarse a entidades de apoyo gubernamentales para que los expertos de dichas entidades se encarguen de evaluar ambas características.
“Nunca dejes que tus recuerdos sean mejores que tus sueños” (Doug Ivester). “Si lo puedes soñar, lo puedes hacer” (Walt Disney).
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