por Marcelo Molina
Como seres humanos, todos tenemos una gran necesidad de relaciones íntimas. Este tipo de necesidad hace que un individuo necesite la aprobación por parte de sus amigos, familiares y colegas, pero cuando esta necesidad pasa a ser tan intensa hasta tal punto que obliga a la persona a complacer a todo el mundo excepto a sí mismo, entonces se dice que este comportamiento se constituye en un trastorno.
No hay nada malo en complacer a los demás, siempre y cuando el costo no sea tu propia felicidad. Cuando empiezas a relegar la satisfacción de tus propias necesidades por ser aprobado por otros, ya no te diferencias de un mendigo que sacrifica su dignidad para conseguir dinero.
Qué hay de malo en complacer a los demás? Después de todo, complacer a los demás puede que no sea tan mala idea, ¿por qué debería parar de hacerlo?
Éstas son algunas razones:
¿Cómo dejar de complacer a los demás?
Ahora que ya conoces los peligros de tratar de complacer a todos todo el tiempo, ha llegado el momento de saber cómo dejar de complacer a los demás.
No sólo serás más feliz cuando dejes de complacer a los demás, sino que además, descubrirás que tu auto-confianza y autoestima están aumentando!
“La seguridad de sí mismo –como el arte– nunca viene de tener todas las respuestas, sino de el estar abierto a todas las preguntas” (Earl Gray Stevens)
Espero de corazón que este post te haya sido de alguna manera útil para tu vida. Si en algún momento consideras que tienes las suficientes ganas de revisar tus creencias para aumentar tu autoestima, y que quieres dar tu primer paso hacia un mayor bien-estar, estoy disponible para que me consultes y conversemos de qué manera puedo asistirte.
Te comparto a modo de regalo de despedida de este post, un video para continuar con la reflexión, en el que me inspiré para ponerle el título a esta nota. Es una escena de la película francesa “Angel-A” dirigida por Luc Besson. Espero que lo disfrutes!
Fuente https://entrenatuvida.wordpress.com