por Rodrigo Basco, Ph.D.
“Mi hijo Juan será el presidente de OHL y del Grupo Villar Mir” – dijo Juan Miguel Villar. El Grupo Villar Mir es uno de los mayores holding de España, dueño de Fertiberia, Ferroatlántica, Inmobiliaria Espacio, Colonial, OHL y participación en Abertis y Santander.
Hablar de empresa familiar es hablar de sucesión. La Real Academia Española define sucesión como ‘la entrada o continuación de alguien o algo en lugar de otra persona o cosa’. En el contexto de una empresa podemos definir sucesión como el proceso en el que se transfiere la dirección de la empresa de una persona (o grupo de personas) a otra persona (o grupo de personas). Se dice que la sucesión en la empresa familiar es diferente a la sucesión en la empresa no familiar. ¿Por qué?
En una empresa la propiedad adquiere relevancia en el proceso sucesorio. Quien asume la propiedad define quién administra la empresa. Supongamos que tenemos tres diferentes empresas que deben buscar un reemplazante para dirigirla:
En los casos anteriores, la decisión de sucesión es una problema de decisión centrado en definir el mejor director general entre un conjunto de posible candidatos internos (empleados que trabajan en la empresa y que podrían asumir el puesto) y/o externos (terceros independientes a la empresa). El tamaño, el sector económico y la importancia social de la empresa son algunas de las características que determinarán el número de potenciales sucesores y la calidad de los mismos.
Por lo tanto, en la empresa familiar, el número de potenciales candidatos se reduce significativamente al número de potenciales familiares. En cierta medida la probabilidad de supervivencia de la empresa se relaciona con el equilibrio-desequilibrio de dos aspectos: aptitud-ineptitud bilógica y aptitud-ineptitud social de los futuros sucesores. Es decir, las capacidades y habilidades heredadas y las aprendidas socialmente. Así pues, la empresa familiar queda ligada a una selección biológica-social de su propia especie (familiaridad).
¿Es Juan el hijo de Juan Miguel Villar el perfecto sucesor del grupo Villar Mir? . . . Seguramente hay profesionales más competentes para dirigir el Grupo, pero Juan es ‘Juan’. Juan es el hijo de Juan.
El padre siente trascenderse por haber aportado los genes necesarios para que su hijo lidere el imperio que él ha creado. El amor del padre está en conflicto con las responsabilidades de líder. Los líderes no necesariamente tienen descendientes notables (¿Por qué habrían de tenerlos?).
Fuente http://bascorodrigo.blogspot.com.ar