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Puedes llegar a cualquier parte, siempre que andes lo suficiente

Por Marcelo Molina

Comenzó su carrera profesional en el departamento de ventas de Xerox hasta que se incorporó a Hammarplast, una empresa dedicada a los componentes plásticos. La cantidad de cafeteras que vendía a una empresa de Seattle lo sorprendió y decidió hacerles una visita.

Era un negocio dedicado a la venta de granos de café tostados y máquinas para moler. Convenció a los socios para que le permitieran incorporarse a la empresa como director de Marketing. En 1983, fue enviado a una feria internacional en Milán, Italia. Allí, se enamoró de la cultura cafetera de ese país. A su regreso, propuso a los socios de la empresa vender espressos y capuccinos italianos en las tiendas. Aunque la respuesta fue negativa, le permitieron hacer pruebas en una de las tiendas.

El primer día sirvió a más de 400 clientes, muy por encima del promedio, que estaban en 250. Y, pocos meses después, recibía a 800 clientes diarios. Finalmente, el socio mayoritario le comunicó su desaprobación con el devenir de la empresa, ya que estaba perdiendo su esencia…

Convencido del modelo de negocio que quería desarrollar, abandonó la empresa con el propósito de fundar su propia empresa. Así las cosas, salió a buscar financistas para llevarlo adelante. El plan de expansión era claro: abrir 50 tiendas en cinco años. Envió 223 propuestas con el plan de negocio, todas fueron rechazadas… Tal parece que los probables inversores no veían posibilidad en esa idea…

Cualquier persona a esa altura se habría dado por vencido. Sin embargo, persistió en su idea, y finalmente, la propuesta # 224, fue aceptada. Y consiguió la financiación que necesitaba!

En abril de 1986, el primer día de apertura de su tienda, atendió a 300 clientes. En seis meses, logró, en promedio, 1000 consumidores diarios. A mediados de 1987, cuando era dueño de tres tiendas, las ventas superaban US$ 1,5 millón. Los dueños de la empresa de venta de granos y máquinas de café (donde había trabajado inicialmente) decidieron vender toda la actividad: los almacenes, la planta de tostado y la marca. Después de duras negociaciones, en agosto de ese mismo año, se firmó el acuerdo, por US$ 3,8 millones. La fusión de las dos compañías pasó a llamarse Starbucks Corporation, y Howard Schultz –el protagonista de esta historia– se convirtió en su presidente y CEO.

Esta historia de superación personal aparece relatada por Jaime X. Oliver en “Secret of my Success” (Secreto de mi éxito) y permite conocer un ejemplo de vida real y concreto, en donde se pone de manifiesto un hábito que se convierte en virtud cuando se hace recurrentemente, y de la cual nos ocuparemos hoy: la perseverancia.

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Según mi mirada, que te propongo para que la explores (no para que lo tomes como verdad absoluta), relaciono a la perseverancia con 3 elementos que la constituyen, la alimentan y le dan vida: la creencia que uno tenga, la habilidad de ver más allá del ahora, y la capacidad de acción, por lo que quedaría una ecuación más o menos así:

PERSEVERANCIA = CREER + VER + HACER

CREER:

En la medida en que creo en mis capacidades, en mí mismo, mi perseverancia se mantendrá. Las CREENCIAS sobre uno mismo son, yo diría, cruciales y definitorias en la consecución de cualquier acción.

Las CREENCIAS sobre uno mismo son, yo diría, cruciales y definitorias en la consecución de cualquier acción.

Supongo que esta característica de las creencias es lo que le hizo decir alguna vez al genial Henry Ford: “Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.

Creer es una ELECCIÓN, y cuánto más fuertemente arraigada esté esta creencia, se va convirtiendo en una CONVICCIÓN, que aunque no deja de ser una creencia, la persona lo vive como una “verdad”, y esto tiene un efecto multiplicador en cualquier área de la vida, y por supuesto también influye en el aumento o disminución de la perseverancia.

VER:

Este elemento –la capacidad de visionar—, está íntimamente relacionado con la POSIBILIDAD, con lo que uno ve como posible, y con una actitud de vida, es decir: o veo que hay ABUNDANCIA o veo que hay ESCASEZ.

Calculo que puede haber estado observando algo parecido Albert Einstein cuando dijo: “Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro”.

Pararse en uno u otro lado, hará una diferencia realmente significativa en la vida de cada persona. Porque desde esta posibilidad, o no posibilidad, es que se alimenta la perseverancia.

HACER:

Este elemento se compone a su vez de otros dos componentes importantes y hacen posible cada acción del ser humano: por un lado, la VOLUNTAD, y por el otro, el DESEO.

Quizás siguiendo esta premisa, Ray Bradbury dijo en una ocasión: “Piensa. Desea. Y con el deseo, hazlo!”.

La voluntad está relacionada de forma interdependiente a su vez con el COMPROMISO, y el deseo, aunque no lo parezca o a veces esté encubierto o incluso un poco distorsionado, tiene relación directa con nuestros VALORES, es decir, con aquello que cada uno de nosotros valora en la vida.

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Como es de costumbre, te (y me) regalo algunas preguntas como para iniciar una –confío– rica experiencia reflexiva:

¿En qué área/s de mi vida no estoy obteniendo los resultados que anhelo, a causa (y lo sé positivamente) de una insuficiente perseverancia?

¿Qué aptitud necesito aprender o re-aprender?

¿Qué actitud necesito descubrir, fortalecer, elegir?

Estas aptitudes y/o actitudes, ¿estarán relacionadas con el Creer, con el Ver o con el Hacer?

“Estoy convencido que la mitad de lo que separa a los emprendedores con éxito y los que no tienen éxito es la pura perseverancia. Es tan difícil, pones tanto de tu vida en esto, hay momentos tan duros en que la mayoría se da por vencida, no los culpo, es muy difícil y consume gran parte de tu vida. (…) A menos que tengas mucha pasión en lo que haces no vas a sobrevivir, vas a darte por vencido” Steve Jobs

Te comparto a continuación, a modo de despedida de este post, un video donde podrás observar un discurso, acompañado con imágenes de películas alusivas, relacionadas con el tema que hoy nos convoca. Algunas escenas pueden conectar con la idea de violencia, pero te propongo que las observes como una metáfora, de cómo algunas personas pueden llegar a ver la a vida (una lucha, una pelea que hay que ganar). Espero que te nutra de inspiración tanto como a mí!

Espero de corazón que este post te haya sido de alguna manera útil para tu vida. Si en algún momento consideras que necesitas revisar tu manera de pensar y de actuar para aumentar la PERSEVERANCIA en tu vida.

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