Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Coaching & Mentoring » POR QUÉ TE ESTANCAS EN TU ZONA DE CONFORT SI QUIERES ALGO DIFERENTE (Y CÓMO SOLUCIONARLO)

POR QUÉ TE ESTANCAS EN TU ZONA DE CONFORT SI QUIERES ALGO DIFERENTE (Y CÓMO SOLUCIONARLO)

por Aida Baida Gil

Seguro que alguna vez te ha pasado, o quizá te pase ahora, esto…

Quieres algo diferente, un cambio radical de carrera, quizá animarte de una vez a poner en marcha tu negocio online de una vez, o que el que ya tienes tenga mejores resultados todavía y sabes que tienes que hacer algo, algo distinto a lo que estás haciendo ahora. Muchas veces hasta sabes qué es exactamente lo que tienes que hacer, pero…

Te quedas como estás. Estancada en tu zona de confort, de comodidad, o como lo quieras llamar. Igual que antes.

Y probablemente te sientas frustrada, culpable, hasta un poco cobarde, ¿verdad? O quizá eres de las que encuentra mil excusas para no aceptar la realidad. En todo caso, da igual ahora mismo, no tienes que sentirte mal. No es nada fácil dejar aquello a lo que estás acostumbrada y con lo que te sientes cómoda y segura y es que hay muchas razones por las que es fácil quedarse así.

Hace poco escuché una clase de Shawn Driscoll donde explicaba varias razones por las que es difícil salir de la zona de confort. Estoy totalmente de acuerdo con ellas, así que te cuento algunas de las razones por las que sigues así, para ver con cuál te identificas y también, como siempre, qué puedes hacer al respecto. Ya sabes que lo importante no es leer sino actuar (¡y que conste que soy una lectora empedernida!).

Razón número 1. Te pones excusas.

Del tipo cuando gane X entonces haré lo que quiero hacer o haré los cambios que deseo.

Recuerda la imagen de este artículo y elimina los “cuando—entonces”. Empieza ahora con lo que tienes y puedes y después vas cambiando lo que necesites. Como dice la cita: “Tu futuro depende de las acciones que tomes hoy.”

Si te das cuenta es una forma segura de quedarte como estás porque hasta que no pase X no tienes que hacer nada (y en muchos casos tu misma te aseguras de que X no pase…). Deja de esperar a que las cosas cambien y empieza ya, aunque sea con algo mínimo.

Razón número 2. Pierdes la confianza en ti misma

Cuando llevas mucho tiempo haciendo lo mismo, incluso aunque al principio no te gustara, empiezas a pensar que a lo mejor no estás tan mal… Y lo peor, que a lo mejor no estás a la altura del siguiente paso, que quién eres tu para dar ese paso y expandir tu alcance. Quién soy yo para cobrar más, para hablar en conferencias para…. Dudas de ti misma y te quedas donde estás. Y es que estar mucho tiempo sin desafíos, sin actuar a pesar del miedo y las dudas, sin demostrarte a ti misma que puedes y de sobra, tiene ese efecto. Te hace sentir pequeña e indefensa.

Lectura relacionada  Javier Mañero, Escuela de Inteligencia: “Un líder tiene que desarrollar principios, valores, competencias y motivaciones”

La realidad es que estás de sobra capacitada y que es hora de ponerse en marcha. A mi me gusta imaginarme que diría la Aida futura con 90 años sentada en una mecedora (eso que no falte, me encantan las mecedoras, ja,ja) de la situación que paso. Probablemente: qué boba eres, hija, déjate de chorradas y a por ello que lo vas a conseguir ( o a lo mejor “chorradas” ya no lo diría con 90 años).

¿Qué te diría tu yo futura?

Razón número 3. La rabieta o rebeldía

“No puede ser, yo tendría que ser capaz de hacer esto sola. No necesito ayuda ahora mismo, yo ya sé lo que hay que hacer.” ¿Te suena?

Te encierras en esa actitud y trabajas, te esfuerzas pero no ves resultados. Tienes la típica rabieta o rebeldía que te ciega y no te deja ver que pidiendo ayuda llegarías más lejos. Estás tan convencida de que tú puedes que pierdes un tiempo valioso hasta que te das cuenta de que esta vez, algo de ayuda te daría un buen empujón. Yo peco de esto muchas veces, pero tras perder varios meses la primera vez que me pasó, ahora soy rápida en reconocerlo y ponerle fin.

Aquí la solución claramente es darse cuenta cuanto antes y buscar la ayuda que necesites. Porque si te sigues empeñando, entonces hablamos de orgullo y pasaran semanas y meses sin ver cambios porque “yo puedo sola”.

A veces sí, y a veces no. No pasa nada, hasta los mayores expertos tienes asesores, mentores y coaches. No es un crimen y de hecho es adictivo, una vez que empiezas disfrutas dela sensación de apoyo, y los resultados que obtienes.

Razón número 4. Estás a gusto

No nos engañemos, quedarte en algo que dominas y conoces a la perfección es muy cómodo. No arriesgarte, no exponerte, no perder. Y es que el mero pensamiento de atreverte a hacer algo desconocido puede ser aterrador. Y es muy cómodo seguir como estás.

En este caso lo importante es recordarte por qué quieres hacer ese cambio. Siempre les digo a mis clientas que tu gran por qué es el motor que te llevará adonde quieres. Tienes que tenerlo muy claro. ¿Por qué quieres lo que quieres? ¿Por qué merece la pena correr el riesgo, salir de tu círculo? Y también tienes que pensar, ¿por qué merece la pena quedarme como estoy? Porque te aseguro que tienes muchas razones para seguir así (no arriesgarte a fracasar, que nadie diga nada de mi, no ver que nadie quiere lo que tengo qe ofrecer,..). Encuentra las tuyas y sopesa. ¿Qué prefieres, qué merece más la pena?

Lectura relacionada  Preguntas que resuelven problemas

¿Vivir de lo que te apasiona o seguir así y que nadie te critique? ¿Cambiar la forma en que ofreces tus servicios o arriesgarte a no vender nada? ¿Qué resultado final merece más la pena?

Razón número 5. Prioridades y necesidades en conflicto

Muchas veces la razón de que sigas como estás es que hay un conflicto interno entre tus prioridades y tus necesidades actuales. Por ejemplo, por un lado deseas la libertad de tener tu propio negocio pero por otro lado tu trabajo es el que te da dinero a fin de mes y tu familia cuenta contigo, te da miedo arriesgarte (aunque yo soy partidaria, en ese caso, de empezar compaginando ambas cosas).

O quieres cambiar de profesión e irte a otro país pero ahora mismo la salud de un familiar te preocupa y no sabes bien qué hacer. Son situaciones complicadas y en vez de seguir como estás y sentirte culpable (porque seguro que te pasa eso), es un momento de tomar una decisión: o lo haces o lo pospones, CON FECHA, hasta que el momento sea mejor, o lo vas preparando.

Se suele decir que no hay mejor momento que hoy mismo, y yo misma antes te he dicho que no te pongas excusas y empieces hoy; pero ahora no estamos hablando de excusas, ¿verdad? Sino de un choque muy real entre dos cosas importantes para ti. Así que decide, qué necesitas para hacer el cambio realidad? ¿Puedes hacerlo ahora? Si no, ¿cuando? ¿Puedes al menos ir empezando?

Planifica, decide y libérate del sentimiento de culpa.

Seguro que te identificas con más de uno, ¿verdad? Ahora ya sabes que hacer al respecto y quiero acabar con algo que comentó Shawn en su clase y que te ayudará muco a tener más claro cuándo es momento de cambiar.

Es momento de cambiar cuando:

  • Las cosas no te funcionan como antes aunque lo hagas igual, no tienes los mismos resultados.
  • Te sientes limitada: tus ingresos, tu alcance, tu potencial,tu libertad…
  • Lo que has construido NO es lo que quieres.
  • Cuando te sientes quemada, resentida y desmotivada.
  • Estás aburrida de hacer siempre lo mismo, lo seguro.

Entonces es momento de cambiar. De conseguir MÁS de lo que de verdad quieres.

¿Qué me dices? ¿Ha llegado tu momento? Cuéntamelo en los comentarios.

Lectura relacionada  ¿Por que es importante contar con un coach o mentor ?

Fuente http://coachdelaprofesional.com/te-estancas-en-tu-zona-de-confort/?awt_l=I0jz.&awt_m=3il_C677xE35BBE

 

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.