por Sergio Messing
¿Cómo abordar esta decisión clave?
El especialista Sergio Messing, director de la Delegación Regional Santa Fe del Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF), nos orienta sobre cómo abordar esta decisión clave para la economía y organización de este tipo de Pymes.
Decidir cuánto pagarle a los hijos que trabajan en la empresa de la familia es una decisión más importante de lo que parece, por las personas a las que involucra y por las consecuencias presentes y futuras que puede tener.
Es importante clarificar lo que cada uno gana en condición de qué: los dividendos como accionista, los honorarios como directores y los sueldos como empleados. Queremos volver sobre este último punto.
¿Cómo y cuánto hay que pagarles a los hijos cuando estos trabajan todos los días en la empresa familiar? La tensión que marca esta respuesta es la que se genera entre la equidad y la igualdad.
Muchas veces, en forma deliberada o no, se prioriza la igualdad porque se la entiende como un modo justo dentro de la familia, y una forma de evitar las diferencias entre los hermanos que en algún momento puede generar un conflicto. Se opta por pagar la misma cantidad de dinero a cada hijo, dejando de lado el trabajo que cada uno hace.
Pensando en la paz de hoy se alimentan las disputas de mañana. Creyendo que es la mejor forma de que nadie se sienta mal, se comete una injusticia en la empresa.
La desigualdad es inevitable porque en la mayoría de los casos “los hijos del dueño” hacen trabajos diferentes, no por decisiones arbitrarias, sin por diversos motivos:
No se le paga lo mismo a un empleado que ingresó a la empresa hace 10 años que a uno que entró ayer. Tampoco Jefe de Personal que al gestor que hace los trámites bancarios. Ni debería pagarse lo mismo al que trabaja más y mejor que otros, aunque ocupen puestos similares.
Todo esto, que es parte de la lógica con la que se les retribuye el trabajo a las personas que no son familiares, debería también aplicarse para los hijos. Eso sería equitativo. Daría a ellos, y a todas las personas que trabajan en la empresa, la sensación de que el sistema de retribuciones tiene cierta justicia.
Entonces, hacemos algunas sugerencias:
Se evitarán así muchas situaciones no deseadas:
Como siempre decimos: “ponernos de acuerdo mientras estamos de acuerdo” sin “patear para adelante” los temas delicados. Difícil, pero necesario. Y si no puede, pida ayuda.
Autor: Sergio Messing. Consultor de Empresa Familiar y Director de la Delegación Regional Santa Fe del Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF).
Fuente: Red de Expertos de Banco Comafi
Fuente http://www.iadef.org/2016/11/29/cuanto-les-pago-a-mis-hijos/