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Año nuevo, metas nuevas ¿Cómo implicar a los trabajadores en los retos de la pyme?

por Lourdes Espinosa

Las brevísimas vacaciones navideñas, el cierre del ejercicio y el comienzo de un año nuevo, son razones más que sobradas para marcar nuevos objetivos empresariales o bien sacar brillo a los antiguos. Ahora bien, la pregunta que lanzamos al empresario es ¿cómo está dispuesto a afrontar los nuevos retos; sólo o acompañado de sus trabajadores? ¿Es posible compartir los buenos deseos y las ganas de comenzar de nuevo la batalla con el resto de la plantilla?

La figura del empresario de la pyme convertido en un superhéroe, que lidia solo con las dificultades del día a día, que es el único que  cree en su propia empresa y que lucha contra la adversidad tanto dentro como fuera de ella, continua siendo una realidad demasiado habitual en nuestra sociedad. Pero en muchas ocasiones, el problema es él mismo y su incapacidad de convertir a sus empleados en apoyos para conseguir sus metas.

Un buen propósito para 2015 podría ser desterrar al superman que llevamos dentro, capaz de salvar al mundo entero con tan sólo dos puños y convertirnos en ese entrenador de fútbol americano –tan recurrente e idealizado en el cine– que consigue con comunicación y motivación sacar toda la fuerza interior de su equipo.

Un buen jefe se convertirá en líder cuando consiga implicación por parte de todos los trabajadores y para ello necesita ganarse su confianza. El primer paso es crear canales de comunicación para que fluya la información desde la cabeza hasta las ramas. Es bueno que todo el mundo sepa en qué lugar está la empresa, cuáles son sus retos, sus dificultades, cómo van las ventas, por qué es necesario apretarse el cinturón, por qué se está pensando en exportar, etc. La información tarde o temprano acaba trascendiendo pero siempre es mejor que la fuente sea el director y no un proveedor o un conocido de otro conocido de la secretaria de la empresa.

Los trabajadores valoran mucho la confianza que los jefes puedan depositar en ellos. Y al igual que es tradicional la cena de empresa de Navidad, también debería institucionalizarse una reunión de inicio de curso donde se contaran los planes y objetivos para el siguiente año. Además, junto a esa reunión inicial se puede establecer un calendario trimestral o bimensual en que se reúna a toda la plantilla para informar de los avances y retrocesos de la empresa y los planes para mejorar el rumbo.

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También se debe usar con cierta frecuencia el mail o el correo interno para informar a los trabajadores sobre cambios internos en las formas de trabajar, sobre modificaciones en el staff, sobre la necesidad de nuevas contrataciones, recortes en los presupuestos o incentivos.

Si en algún momento es necesario hacer horas extras, formarse en aspectos nuevos para ganar en competitividad, asistir a una feria o comenzar con la exportación de productos, deberíamos valorar primero si hay trabajadores aptos y dispuestos a enfrentarse a los nuevos retos. Hay mucha gente que si tuviera más información se implicaría más en el proyecto porque lo sentiría más suyo.

Remar en la misma dirección

Es frecuente que los directivos de la pyme tengan la creencia de que el verdadero poder de la información consiste en ocultarla, resguardarla y dosificarla de una manera casi enfermiza. Hay ejemplos desoladores, como el caso de una televisión autonómica en que los empleados –la mayoría periodistas– recurrían a lo publicado en la prensa para informarse de la difícil situación de su propia empresa. El nivel de desconfianza y rechazo de los trabajadores hacia los directivos y hacia sus propios puestos de trabajo, acabó generando una crisis interna y una inestabilidad insostenibles. Más tarde, ese medio de comunicación se cerró por motivos políticos.

La rumorología, las rencillas, los dimes y diretes y las conspiraciones restan mucha fuerza a la maquinaria de producción. En los servicios de comunicación de Confinem, ayudamos a detectar los canales de comunicación más adecuados para cada pyme, porque unos trabajadores bien informados, con vías de comunicación abiertas en ambas direcciones puede fortalecer los planes de la empresa e incrementar su productividad.

Autora  Lourdes Espinosa    –      Consultor de Comunicación en Confinem

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Comentarios (1)

  1. Me ha parecido muy interesante la recomendación de “democratizar” el acceso a la información en las PYMES, ya que es recurrente encontrarse con empresas en las que su situación, buena o mala, no es conocida por los trabajadores, y por tanto, cuando llega el momento de tomar decisiones, éstas son incomprendidas, y la mayoría de los casos, boicoteadas por la plantilla.

    En efecto, existe un déficit en lo que a comunicación interna se refiere, y esto es una rémora para la situación económica tan fluctuante que vivimos, pues impide que las empresas puedan tomar decisiones al unísono, y remar en la misma dirección.

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