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Si tengo un buen desempeño ¿Por qué me recargas de trabajo?

por Juan Carlos Paez

¿Por qué siempre recurres al mejor trabajador de tu área para los trabajos importantes?
 ¿Por qué les das más responsabilidades a las mismas personas, una y otra vez?
 ¿Conoces los riesgos de implementar frecuentemente esta práctica?
Nada desgasta más a un buen trabajador, que una carga de trabajo sobredimensionada.
Sigue leyendo este Post y encontrarás las 5 razones, por las cuales tropecé varias veces con esta trampa gerencial, de recargar de trabajo a los mejores colaboradores.

Anécdota Personal:

Hace unos cuantos años atrás, trabajando como directivo de gestión de personas en una gran empresa productora de alimentos, conocí a un colaborador muy competente, de esos que uno quisiera que abundaran en nuestras organizaciones. Su nombre, Mauricio González Rius. Increíblemente, mi antecesora en el cargo no tuvo la delicadeza o el tacto suficiente, para descubrir el gran talento de esta persona y estaba sumergido en tareas rutinarias de poco valor para la empresa. En buena lid, inicialmente yo tampoco lo tuve, fue otro colaborador que me alertó de las habilidades y conocimientos de Mauricio.
Para hacerte el cuento más corto y menos aburrido, te diré que me reuní con Mauricio y le propuse nuevas responsabilidades relacionadas con los cambios  a los sistemas de pagos a los trabajadores (salarios), que en ese entonces, constituía el mayor problema en esa empresa.
Aceptó y comenzamos unas de las “aventuras empresariales” más retadoras, desafiantes, desgastadoras, estresantes y emocionantes en nuestras vidas profesionales. (Eso es lo que felizmente recordamos ambos)
Mauricio no solo tuvo que pensar en nuevas formas y sistemas de pagos a aplicar, sino que “tuvo que aceptar”la tarea de rehacer todas las bases de datos existentes en la empresa, en materia salarial y de organización del trabajo (se trabajaba con muchos procesos productivos normados y estaba muy dispersa la información), para tomarlas como puntos de partida.
Sin dudas, el hecho de asignarle esa agotadora responsabilidad, fue uno de mis primeros errores. Fueron casi 6 meses trabajando muchas horas diarias y provocó un desgaste emocional, tanto en Mauricio como en mí.
Al final logramos cumplir con el reto planteado por la empresa y los nuevos sistemas de pagos, pronto dieron sus resultados. Mayores niveles productivos y mayores ingresos para los trabajadores.
Le propuse al Comité de Dirección un aumento considerable de salario para Mauricio (aprobaron una cuantía menor) y le mejoramos modestamente las condiciones de trabajo, mejores equipos de computación, una oficina más amplia, una motocicleta de la empresa, para ir y venir al trabajo, entre otras cosas.
Al poco tiempo, Mauricio se reunió conmigo y me dijo con la franqueza que lo caracterizaba, que estaba muy agradecido de mí, por la confianza depositada, por el hecho de haber trabajado conmigo, por mi preocupación por mejorar sus condiciones laborales,  pero que necesitaba irse a otro lugar donde le pagarían más o menos lo mismo y trabajaría muchísimo menos, sin tanto estrés.
Me explicó que no entendía por qué, si trabajaba tan bien, siempre le daba más trabajo y casi siempre de cumplimiento urgente, sabiendo que el área de gestión de personas tenía colaboradores suficientes para hacer ese tipo de tareas. Mis argumentos no lo convencieron. Otro de mis grandes errores como jefe.
Por supuesto que me dio tristeza perder a un gran colaborador y traté por todos los medios, aprender de aquellos errores. (Más tarde, al cabo de unos años volveríamos a trabajar juntos en otra empresa, pero esa será otra historia)

Moraleja:

Lo que tú ves como estímulos desde tu posición como jefe, (mayores responsabilidades), tal vez tus buenos colaboradores lo vean como castigos (hacer trabajos que otros no quieren).
Aprovecha los conocimientos y habilidades de tus mejores colaboradores, bríndale retos y muchas tareas, pero no al extremo de que lo vean como castigos.
Espero que estas razones, te sirvan para reflexionar y mejorar como directivo.

5 razones por las que he recargado de trabajo a buenos colaboradores (y he fallado)

  1. Por la confianza absoluta que tenía en los resultados finales de sus actuaciones.

  • Ante las urgencias y desafíos empresariales, imaginaba que harían el trabajo más rápido y con mayor calidad, por su expertise y grado de competencia.
  • No me daba cuenta que enviaba a la misma vez, un mensaje desolador y desmotivador para el resto de los colaboradores: Solo los mejores pueden hacerlo, tú no, así que ni lo intentes.
  1. Porque sabía que a ellos les gustaban los retos.

  • Por lo general se acostumbran a hablar de que le gustan los retos y se sienten desmotivados ante tareas rutinarias, incluso te llegan a exigir desafíos, proyectos ilusionantes donde puedan poner en práctica sus habilidades y conocimientos.
  • No me daba cuenta que muchos otros querían lo mismo, pero no eran tan abiertos y casi nunca me preocupé por preguntarles.
  1. Porque sabía que ellos utilizaban eficientemente su tiempo.

  • Generalmente son personas organizadas que controlan y manejan bien los tiempos para cada tarea y “les sobra un poco”. Es ahí donde dices, esta es la persona y tiene tiempo.
  • No me daba cuenta que el resto (la mayoría) malgastaban su tiempo de trabajo en tareas que aportaban poco a los objetivos de la empresa, (llamadas telefónicas interminables, resolución de asuntos personales, juegos en la PC, correos electrónicos, etc.) y casi siempre decían que no les alcanzaba el tiempo.
  1. Porque desconocía las verdaderas motivaciones de esos colaboradores.

  • Entendí un poco tarde, que muchos de estos buenos profesionales, prefieren horarios flexibles y más tiempo para otros proyectos personales. En el caso de Mauricio, necesitaba horas en determinados días para dar clases como profesor de química, su verdadera pasión.
  • No me daba cuenta que una parte del resto, quería aprender, pero apenas desarrollaban nuevas habilidades y se estaban quedando atrás.
  1. Por errores en la delegación de tareas.

  • Para mí la razón principal y que a su vez ha sido la causa raíz de tanta recarga de trabajo en una o pocas personas: Fue triste descubrir que no delegaba bien en mi gente. Unos con mucho trabajo y otros con poca carga. 
  • Hay que tratar de mantener el equilibrio de funciones, entre todos tus colaboradores, fortaleciendo el espíritu de equipo y aprender a recompensar a cada uno por los logros conseguidos.
  • No me daba cuenta de lo importante de repartir adecuadamente los roles en el equipo de trabajo, de preocuparme y ocuparme de preparar y desarrollar a todos los colaboradores.
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Reconocer e identificar estas razones y actuar en consecuencia, me sirvieron para mejorar como directivo y como persona. (Mauricio es uno de mis mejores amigos en la actualidad).

Aprendí muchísimas cosas de esos errores. Te recomiendo que para escoger a la persona adecuada para un proyecto o tarea importante en tu empresa, no necesaria y obligatoriamente tienes que escoger al mejor y recargarlo con tanto trabajo.

También son importantes aquellos colaboradores que se beneficien aprendiendo de ese nuevo proyecto y luego reviertan y multipliquen su experiencia en tu empresa.

Te toca a ti reflexionar sobre estas 5 razones que te expuse y valorar en que situación estás.

Valora si puedes tenerlas en cuenta, en tu objetivo de no recargar demasiado a tus buenos colaboradores con trabajos adicionales, que bien pudieran hacer otros en tu equipo.

¿Qué otras razones tienes o has tenido?  Deja tu comentario aquí y aporta tu experiencia personal.

Fuente: http://disolgich.blogspot.com.ar/2016/08/si-tengo-un-buen-desempeno-por-que-me.html

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