por Lic. Jorge Gonzalez
La construcción de una organización es una tarea compleja. Para hacerlo con expectativa y probabilidad de éxito, es menester tomar en cuenta unas cuantas variables complejas relacionadas con aspectos técnicos.
Sin embargo, disminuiremos nuestra chance de éxito si sólo consideramos las técnicas y soslayamos las variables emocionales.
Entender el origen emocional de las motivaciones para iniciar un emprendimiento es indispensable para construir el futuro. Si todavía no suena muy claro, los invito a pasar al contenido del artículo, intentaré explicarlo allí.
START UP: QUÉ MOTIVA EL ORIGEN?
Cuando Japón inició su impresionante crecimiento económico conquistando el mercado automotriz norteamericano, entre otros sectores económicos y otras regiones del planeta, llamó al mundo la atención cómo un pequeño país se las había ingeniado para lograrlo.
Sin embargo, así como tuvieron un crecimiento explosivo, no pudieron sostenerlo y dos décadas después ese movimiento había perdido gran parte de su poder de fuego. Pocos de sus ejecutivos-estrella quedaban en actividad dignamente: varios fueron aceptando fracasos en etapas intermedias del proceso de crecimiento y más de uno terminó protagonizando actos que mellaron el orgullo y la dignidad de las corporaciones a las que representaban, un hecho humillante para la tradición del honor nipón. Volviendo a sus fuentes de ADN Samurai, más de uno recurrió al hara kiri (un ritual de suicidio en honor al orgullo perdido) y terminó quitándose la vida. Otros se respaldaron en la bebida (Japón tiene uno de los índices más altos de consumo de whisky per cápita) con una increíble conducta que al día siguiente los ponía de nuevo en funciones a las 7:00 am como si nada hubiese pasado.
Debo dejar en claro mi enorme respeto hacia el pueblo japonés, sus valores, su cultura ancestral samurai, su enorme nobleza e hidalguía. Que nadie interprete mi comentario anterior como una falta de respeto y consideración por un pueblo fuerte y sabio del cual podemos aprender muchísimo.
Sin embargo, qué les pasó? Qué ocurrió en ese fenómeno de veintipico de años con esa curva de comportamiento que no resultó tal como se poyectaba al inicio?
Sucedió que el origen de ese movimiento empresarial japonés fue la revancha por el resultado de la segunda guerra mundial, y especialmente por el bombardeo atómico a Hiroshima y Nagasaki. El crecimiento empresarial japonés no se trató de un plan virtuoso imaginado desde la voluntad de construir ni diseñado para generar una espiral virtuosa.
EL APRENDIZAJE: DESDE DONDE CONSTRUIMOS EL PRESENTE Y EL FUTURO
El ejemplo anterior, por extenso, es suficientemente ejemplificador. No es nuevo lo que voy a escribir, sólo que a veces lo olvidamos: el origen marca el futuro. Aspectos conscientes e inconscientes intervienen en el disparo de las motivaciones para iniciar y desarrollar un proyecto. Lo importante es ser conscientes de cuál es el origen de las motivaciones e interpretarlo debidamente para avanzar o correr el proyecto a un costado.
A continuación un listado de motivaciones que provocan un start up y consecuencias posibles:
Como verán existen mútiples motivaciones, orígenes, para entregarse al desarrollo de un start up. El listado anterior es sólo una parte de todas ellas.
Lo importante es tener en claro qué lo mueve a uno, antes de dejarse llevar por el impulso, el resentimiento, la envidia, la inconsciencia o el peso del mandato familiar.
No siempre es fácil ser uno mismo, pero es indispensable buscarlo hasta encontrarlo para vivir feliz aunque sea el último día de la vida.
Por último les dejo una frase de Carl Jung, ilustrativa por cierto: “Yo no soy lo que me ha pasado, soy aquello en lo que elijo convertirme”.
Les sugiero el ejercicio de mirarse y registrarse antes de arrancar.
Espero les resulte útil.