por Antonio Peñalver
Hoy en día, la mayoría de las organizaciones experimentan cambios que se producen con demasiada frecuencia y rapidez; y, sin embargo, su crecimiento es demasiado lento. Y, sin embargo, los directivos trabajan duro para comunicar las estrategias de forma emocionante e impulsar a la organización en un contexto de oportunidad y crecimiento.
El directivo, como líder, en un entorno actual de negocio dinámico, ha de saber imprimir energía; en donde, el factor humano es imprescindible.
El dilema para muchos de los directivos, como líderes, es que sus empleados se adapten, -y vuelvan a adaptarse-, a los continuos cambios de la organización para ser competitiva. Para tener éxito, es imperativo que los líderes creen una cultura de renovada energía y entusiasmo que genere el necesario compromiso con la organización y sus retos.
¿Cuál es rol del líder?
Para fomentar el compromiso organizativo, es importante que el directivo, como líder, sepa reconocer quién de la organización está realmente listo para involucrarse y quién puede necesitar alguna ayuda para avanzar. En estos tiempos de continuos cambios y necesidad de adaptación prolongada, es necesario que el directivo sepa establecer un patrón de comportamientos de relación con los colaboradores que le permita convertirse en un líder de “base segura” por la confianza que es capaz de transmitirles en que su visión estratégica es la adecuada y en que cuenta con ellos para luchar en alcanzarla.
Sin embargo, los directivos, nos son capaces de transmitir una visión que supere los seis meses. Los trabajadores trabajan principalmente en el presente, centrándose en lograr las tácticas claves del día a día. Muchos trabajadores encuentran difícil cambiar su mentalidad sobre la estrategia de futuro y necesitan tiempo para procesar los indicios de lo que traerá el futuro, por cierto, no tan lejano.
Uno de los roles del directivo como líder es educar a toda la organización, -de arriba hacia abajo-, mostrando claramente cuál es el camino a seguir. El desafío del directivo, como líder transformador, es seguir avanzando con sus colaboradores haciéndoles sentir seguros acerca de la estrategia y la dirección a seguir; desde el punto de vista racional y, fundamentalmente, desde el emocional. El directivo, si quiere ser líder en un entorno cambiante y exigente como el actual, ha de saber sacar partido a la energía humana. El directivo de hoy está llamado a construir un sentido de compromiso, ayudando a sus colaboradores a darse cuenta del potencial crecimiento que tienen para ellos mismos, el equipo y la organización.
Por ello, es importante entender lo que entendemos por compromiso. La energía, no el tiempo, es la moneda de compromiso. El compromiso es la energía que ponemos para contribuir en relación con la percepción de cambios y eventos que ocurren a nuestro alrededor. Por lo tanto, las personas altamente comprometidas tienen una percepción positiva de los cambios que suceden a su alrededor y ponen un alto nivel de energía en lo que hacen.
Un modelo para elegir contribuir
El propósito de un directivo como líder es comprometer a otros para generar una energía llena de contribución hacia el valor y éxito. Pero no importa cuán fuerte sea un líder si no se puede hacer que sus colaboradores de muevan y cambien. Son ello, los colaboradores, los que han de tomar la decisión de cambiar.
Existen tres estados en relación con la decisión de contribuir al cambio: proactivo, reactivo e inactivo. Las personas pasan por estos tres estados hasta tomar una decisión y moverse hacia el cambio.
Como líder, es fundamental entender los diferentes modelos de elección que pueden adoptar los colaboradores y el estado de ánimo que, consecuentemente, pueden adoptar. El directivo ha de saber evaluar en qué estado se encuentran sus colaboradores y ayudarles a comprometer proactivamente su energía en relación con el movimiento de la organización.
El rol del colaborador
Recordemos que, como directivos, no podemos involucrar a la gente si ella no quiere. Son los colaboradores los que eligen estar comprometidos o no. Es función del directivo, como líder, crear las condiciones en las que los colaboradores elijan participar. Antes de ayudar, es importante que el directivo entienda las perspectivas de sus colaboradores en una situación de cambio. Muchos estudios se centran en por qué la gente se va, pero, es más importante entender porque eligen permanecer y comprometerse.
He aquí algunas preguntas que los empleados colaboradores de pueden estar preguntando a medida que deciden participar:
Hay que ponerse en los zapatos de los empleados, ya que ellos son los que están mejor preparados para comprometerse. Pero más allá de la empatía con los colaboradores, el directivo tiene que trabajar por su cuenta en cuatro niveles acción directiva.
Los cuatro niveles de liderazgo para generar Compromiso
¿Cómo puede un directivo tener éxito en liderar una organización comprometida? Los líderes de hoy, al igual que los empleados, necesitan trabajar a través de su propio modelo de elección y ser proactivos no sólo en decidir participar, sino también en decidir dirigir a la organización hacia una cultura de compromiso.
La cultura de una organización se crea a partir de un conjunto de creencias, prácticas, costumbres y comportamientos compartidos. Al trabajar a través de los siguiente cuatro niveles de liderazgo, el directivo puede aumentar su propia eficacia como líder y generar una cultura de compromiso para su organización.
Fuente http://antoniopenalver.blogspot.com.ar/2017/03/el-compromiso-comienza-con-sus-lideres.html