En la actualidad, de cada 100 Pequeñas y Medianas Empresas (PyME) que se crean en la Argentina, al cabo de seis años sólo perduran 15. Esta “tasa de mortalidad” de las empresas es elevada en el país si se la compara con la “tasa de natalidad”, que también es muy alta. Ocurre que para prolongar la durabilidad de las PyME es preciso orientar los esfuerzos, no sólo en generar las condiciones para que se surjan nuevos emprendimientos, sino también en la necesidad de que esos proyectos perduren en el tiempo.
Manuel Sbdar, fundador y director de MATERIABIZ Escuela de Negocios, sostiene que el primer paso para saber por qué una PyME dura unos pocos años es necesario hacer un diagnóstico. “Lo primero que hay que entender es la realidad a la cual pertenece la empresa. El contexto cambiará según el lugar geográfico. Una PyME instalada en Resistencia (Chaco) tendrá en su entorno industrial el comercio y la administración pública, probablemente. En cambio, una PyME de Mar del Plata tendrá industrias principales al turismo y a la pesca, por ejemplo. Las industrias de cada lugar determinan el concepto de la perdurabilidad”, afirma el especialista, durante una entrevista con DINERO.
Hay distintos motivos por los cuales una empresa de pequeña o de mediana escala puede desaparecer. Sbdar señala que uno de los factores que se pueden reconocer es el efecto de la macroeconomía. “El escenario general de la economía no es el mismo que el de hace dos años atrás. Por ejemplo, la disminución del consumo y el aumento de las importaciones afecta de modo diferente a las empresas. Hay algunas que se pueden beneficiar y hay otras que se pueden perjudicar”, subraya el economista.
Además, menciona el efecto de la incorporación de tecnología en los procesos productivos. “Conocí un caso muy interesante, de una empresa de Rosario que, hace 10 años, fue pionera en el desarrollo de software para la adminitración de clientes y que tuvo una participación grande en el mercado. Con los años, surgieron nuevas herramientas para descargar de la nube. La empresa no incorporó esta tecnología y se quedó fuera del mercado. Por eso, las PyME deben comprender que los modelos de negocios, tarde o temprano, van a caducar”, apuntó Sbdar.
Los siete pasos para la supervivencia
El fundador de MATERIABIZ enumera las siete claves que un pequeño y mediano empresario debe tomar en cuenta para que su proyecto trascienda y perdure en el tiempo, más allá de las vicisitudes de la economía
1 el contexto económico y la competencia entre las mismas franjas
Sin dudas, las condiciones económicas de un país son determinantes a la hora de desarrollar un emprendimiento o un negocio de pequeño o mediano porte. Los factores macroeconómicos y la incorporación de tecnología pueden adelantar o retrasar el inevitable cambio del esquema comercial de una empresa, indica Sbdar.
En el horizonte de una PyME siempre surgirá un competidor que ofrecerá el mismo producto o el mismo servicio pero con menor costo de producción, más barato y desarrollado de un modo más eficiente. Por lo tanto, recalca el experto, las empresas que perduran en el tiempo son aquellas que pueden mutar su modelo de negocio cuantas veces lo requieran.
2 dejar atrás los modelos tradicionales y animarse a cambiar los paradigmas
Tradicionalmente, el pequeño o mediano empresario argentino se enfocaba más en construir ofertas o propuestas de valor para brindarle a sus clientes. De esa manera, se construía una imagen de la pequeña compañía y, además, se intentaba fidelizar a la clientela.
En la actualidad, el cambio de paradigma exige a las organizaciones que desarrollen modelos de negocios más flexibles que lo tradicional. Para lograr este propósito, el fundador de MATERIABIZ recomienda ser sistemático a la hora de aplicar un esquema comercial. Un modelo de negocios es una forma de pensar y de abordar una problemática determinada. Para ello es necesario utilizar -lo que Sbdar denomina- palancas.
3 ¿Qué son las herramientas y cómo se obtienen?
El consultor subraya que las palancas son puntos de apoyo que le permiten a la empresa reinventar su modelo comercial y diferenciarse de los competidores. Para crear palancas, una PyME -o una grande- debe reconocer cuatro elementos: personas, procesos, activos y socios. En el primer factor, la clave está en detectar e incorporar a la empresa personas con talentos, o con saberes muy específicos, que se conviertan en palancas para reinventar el modelo del negocio y para construir una oferta diferencial. Por ejemplo, si una empresa de software detecta a un programador que maneja un lenguaje específico y novedoso para desarrollar programas, la posibilidad de contratarlo transformará a esa persona en una palanca, explica Sbdar.
4 El eterno desafío de sostener la experiencia para desarrollar el negocio más allá de las personas
Las palancas de personas no pueden durar para siempre porque, en algún momento, y por distintos motivos, el empleado que aportó sus conocimientos puede dejar de trabajar en la empresa, indica el especialista consultado por DINERO. Por lo tanto, el desafío para cualquier pequeña o mediana empresa es aprender esos saberes. En otras palabras, conservar la experiencia alcanzada para el desenvolvimiento de los negocios. “Allí surge la palanca de procesos, que permite integrar los aportes o los conocimientos a la dinámica de la compañía”, remarca el experto. Se trata de un proceso de retroalimentación permanente para alcanzar las metas propuestas.
5 Una reinvención permanente a través de los activos de la pequeña compañía
Luego, puntualiza Sbdar, surge la palanca de activos. Este punto de apoyo, para reinventar el modelo de negocio, es fundamental para una organización porque se asocia a la reputación que, según advierte Sbdar, es un activo intangible de gran importancia para el crecimiento de una empresa.
Si la PyME trabaja con seriedad, seguramente, obtendrá una buena reputación.
Por último, los activos intangibles de las pequeñas y medianas empresas derivan en la palanca de socios.
Esta herramienta permite a la organización el desarrollo de nuevos modelos de negocios mediante relaciones comerciales con terceros o con proveedores, expresa el consultor.
6 En la búsqueda de negocios alternativos que faciliten la durabilidad
Sbdar asegura que el nuevo paradigma de las PyME es enfocarse, no tanto en el emprendimiento y en construir las ofertas que brindará a los clientes, sino en la creación de palancas para armar modelos de negocios alternativos, que faciliten la durabilidad de la empresa. En este aspecto, los expertos consideran que, en muchos casos, para lograr este objetivo se buscan alianzas estratégicas con nuevos socios. No obstante, eso no asegura la durabilidad ni la rentabilidad de un emprendimiento. Hay factores que se requieren para consolidar el negocio. Por caso, es fundamental la complementariedad, es decir, que el valor agregado del socio signifique el repunte del emprendimiento propio. Y viceversa.
7 Un modelo de negocio que tienda a autofinanciarse
El economista advierte que los problemas de financiamiento representan uno de los principales obstáculos en el camino de las PyME. Por eso, sostiene Sbdar, el modelo de negocio, además de ser versátil y flexible, debe ser capaz de autofinanciarse. Para hacerlo, existen esquemas que permiten medir la capacidad de autosustentación. Sostiene que todas las PyME deben saber calcular su tasa de crecimiento sostenible con recursos propios. La principal causa de quiebra no es la falta de demanda, sino el exceso de demanda. Este escenario exige mayor capital de trabajo, lo que implica mayor cantidad de financiación. “El problema es que en la Argentina, el sistema financiero es casi nulo para los emprendimientos”, dice.
Fuente http://www.lagaceta.com.ar/nota/725872/actualidad/clave-para-sobrevivir-esta-salir-paradigma-tradicional.html
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