Por Mihail García Pichardo
Gobernar no es fácil y mucho menos, hacerlo bien” eso dice el conferencista y escritor español Fernández Aguado.
Fernández Aguado es el autor del libro “Patologías organizacionales” en el cual describe las diferentes enfermedades que puede padecer una organización. Cuando leí este libro quise de inmediato poner en práctica lo que el autor explicaba y es por esos que decidí, realizar una encuesta en una empresa (de la cual me reservo el nombre). Los resultados no son halagüeños pero, lo importante es que luego de esta investigación existe un diagnostico y los ejecutivos tienen la opción de aplicar el tratamiento para curarla.
En una muestra de 10 empleados de distintos departamentos y de distintos rangos, se encontraron los siguientes resultados.
Ante la pregunta de las problemáticas que sufre la empresa, respondieron lo siguiente:
Ante la pregunta sobre las causas que creían originaban los problemas mencionados, respondieron lo siguiente:
Vistos los problemas y las posibles causas se puede decir que la institución en cuestión padece de Depresión organizacional, enfermedad que el autor del libro la define de la siguiente manera: “Organizaciones sumidas en crisis, con incapacidad para hacer frente a los cambios (del entorno, de los clientes, de los competidores, de la regulación…). Sensación de desanimo generalizado, con falta de impulso o energía a la hora de afrontar sus actividades diarias o sus retos futuros”.
El autor del libro enumera una serie de tratamientos que pueden funcionar para esta “enfermedad”, algunas de ellas son:
Estos inconvenientes no son exclusivos de esta institución, en mi país (Republica Dominicana) la mayoría de las empresas estatales y muchas privadas, poseen modelos de gestión poco vinculativos, lo que se traduce en poco compromiso por parte de los empleados para con la empresa, y por ende en depresión organizacional y muchas otras enfermedades que este libro de Fernández Aguado nos ayuda a identificar.
Lo más importante de todo es que una vez se tenga el diagnostico y las sugerencias de tratamiento, las empresas se apresten a aplicarlos, pero no de forma irracional, deben hacerlo en la compañía de un coach, o un asesor a los fines de que la aplicación se haga dentro del marco de la objetividad que impregna el hecho de que estas dos figuras no tienen una vinculación directa con la empresa.
La empresa que investigamos tiene una ventaja, porque ya tiene el diagnostico, queda de ella si aplica o no los correctivos de lugar.
Fuente: https://www.gestiopolis.com/depresion-organizacional-como-una-problematica-empresarial/