Nadie es mejor que tú, sólo se ha convertido en alguien mejor que tú

Hay algo que le gusta a mucha gente —quizás porque es cómodo—, y es pensar que el destino está escrito. Si así fuese, lo mejor es quedarse sentado en el sillón, porque haga uno lo que haga no puede influir en lo que ocurrirá y será lo que tenga que ser. Sin embargo, luego a la hora de actuar, no hay coherencia con ese planteamiento, porque como decía el conocido científico Stephen Hawking:

— Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle.

Cuando hablamos en alguna charla de Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición), siempre resumimos todo lo que ahí aparece en 4 puntos clave, y uno de ellos es que nuestra capacidad de aprender es nuestro principal activo, la herramienta más poderosa con la que contamos. Y explicamos:

«En esta vida, todo se decide y todo se aprende. Primero uno decide lo que quiere, y luego aprende todo lo necesario para llegar donde quiere llegar a través del estudio y de la practica. Nadie nace siendo un genio de nada y todo el mundo antes que maestro fue aprendiz. Sólo tienes que estar dispuesto a sufrir el proceso: el precio del éxito es el precio del aprendizaje; y el precio del aprendizaje es el precio del tiempo invertido en dominar una disciplina. Todo es posible pero nada es gratuito. Por eso, una de las claves del éxito es empezar pronto».

Pero por si hubiese dudas, busquemos pistas (huellas) que nos digan si podemos o no estar equivocados al respecto. Por ejemplo, en La simplicidad del primer millón, quizás el mejor libro de Aitor Zárate, que se dedicó a operar en el mercado de futuros del Mini SP 500, dice literalmente:

«El punto de partida para tu nueva vida llega cuando te das cuenta de que puedes aprender cualquier cosa que necesitas para lograr las metas que te has fijado. Existen ciertas características que separan a los vendedores exitosos de los vendedores promedio. Pero hay dos cosas que debes saber: primero, nadie nace con estas cualidades; Y segundo, todas estas cualidades se pueden aprender a través de la práctica. Tú puedes desarrollar las características que prácticamente te garantizarán una vida extraordinaria».

También otro personaje al que solemos citar por aquí, Robert Kiyosaki, autor entre otros libros de Retírate joven y rico, apunta algo similar cuando comenta la enseñanza que le dio Padre rico (el padre de su mejor amigo):

«Aprender a crear un negocio es como aprender cualquier otra cosa. Tengo éxito porque siempre he sido una tortuga. Yo no provenía de una familia rica. No fui bueno en los estudios. No terminé la escuela. Sin embargo, soy mucho más rico que la mayoría de las personas simplemente porque no me detuve. Nunca dejé de aprender ni de expandir mi realidad de lo que era posible en la vida. Muchas veces en la vida encuentras personas que son más listas, más rápidas, más ricas, más poderosas y más dotadas que tú. Sólo porque te llevan ventaja no significa que no puedas ganar la carrera. Si conservas la fe en ti, haces las cosas que la mayoría de la gente no quiere y sigues haciendo progresos diariamente, la carrera de la vida será tuya».

En definitiva, y como escribíamos en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición):

«Nunca asumas que llevas el tipo de vida que te ha tocado vivir. El único antídoto contra todos los males es la autorresponsabilidad: tú decides, tú haces y tú consigues. El mayor pecado que puedes cometer es caer en la resignación, creer que la vida es algo que sucede y no algo que haces que ocurra. No te des el lujo de inventar excusas porque las encontrarás. Nuestra vida es el resultado de nuestro desarrollo personal. Aprende más para ganar más».

Fuente http://www.franciscoalcaide.com/2016/01/nadie-es-mejor-que-tu-solo-se-ha.html