La planificación de carreras ha experimentado un importante cambio cualitativo en los últimos años. El empleo estable como lo hemos conocido hasta ahora, el famoso trabajo “para toda la vida” en la misma empresa, se ha visto amenazado en los últimos años, y no sólo por causa de los procesos de reducción de tamaño en las empresas o la temporalización de las relaciones laborales, sino también por los propios intereses de los trabajadores.
Para un número creciente de profesionales, la única manera de mejorar salarialmente proviene de realizar frecuentes cambios de puesto y de empresa, lo que les permite atesorar un gran bagaje de experiencias que aumentan su valor de mercado.
Una causa de ello es que las organizaciones modernas no pueden ofrecer, en número suficiente, los puestos de alto nivel que satisfagan las aspiraciones de un número considerable de trabajadores. Las estructuras se hacen cada vez más planas, lo que provoca que las personas no puedan ascender a puestos más altos con tanta frecuencia. Al desaparecer las jerarquías también disminuye el número de puestos a los que poder ascender en la empresa; tiene su parte buena pero también su parte mala, no queremos tener jefes pero si ser jefes…
Como consecuencia de ello se ha producido un cambio en la concepción de la planificación de la carrera profesional:
Cómo empresa ¿cómo podemos lograr que los mejores trabajadores no abandonen el barco por no poder ofrecerles un puesto más alto en la jerarquía?
Ante todo, con nuestros mejores trabajadores hemos de tener una comunicación excelente, basada en la confianza y el reconocimiento de su trabajo.
A parte que no siempre ascender tiene que ser algo bueno, no todo el mundo tiene capacidades para gestionar personas. Y lo mismo pasamos de ser los mejores en nuestro puesto a ser unos jefes horribles y terminamos de patitas en la calle o suplicando recuperar nuestro antiguo puesto.
Por ello, si ya te tienen por el mejor, te valoran económicamente y la relación con la empresa es buena, se feliz y disfrútalo, e intenta mejorar en las pequeñas cosas de tu trabajo para lograr la máxima eficiencia.
Lo conocido no tiene porque ser aburrido, busca la motivación que te falta a nivel laboral en otros aspectos de tu vida y disfruta de tu trabajo en vez de obsesionarte con el ascenso. Don’t worry, be happy!
Fuente: https://excelencemanagement.wordpress.com/2017/05/12/como-conservar-a-los-mejores-cuando-no-pueden-ascender/