Por Claudia Speranza
El CEREBRO y el SIGNIFICADO de las PALABRAS.
Desde hace mucho tiempo, la gloriosa frase “Para producir un CAMBIO en nuestra vida, es necesario salir de la ZONA de CONFORT” me resulta difícil de comprender. La leo y escucho desde hace tantos años…(Psicología, Management, Capacitación Corporativa, Coaching, Libros de Auto-Ayuda, Gurúes Caros, Seudo Gurúes que copian, etc). Traté por todos los medios posibles de comprenderla, de ponerla en práctica, pero honestamente nunca pude. Y a esta altura, nunca podré.
Sin embargo, nos han hecho creer y lo siguen intentando (quienes jamás se enteraron que las neurociencias llegaron para quedarse), que si permanecemos en esa Zona de Confort nunca seremos felices y exitosos, y nunca nos sentiremos satisfechos y completos. WOW!
Como buena curiosa que soy, me puse a investigar. Me fue imposible hallar el origen de la frase, y menos aún, quién fue el agraciado (o desgraciado?) en pronunciarla por primera vez, porque quiero un nombre y apellido. Soy respetuosa y tengo que pedirle disculpas a ese Sr. o Sra. porque a partir de ahora, voy a derribar su castillo de naipes sin anestesia.
Pongamos ATENCIÓN en estas 2 definiciones:
Zona de Confort (Definición, según la Psicología Moderna) Es un estado emocional en el que queremos que nuestra vida cambie, pero no estamos dispuestos (tenemos miedo o sentimiento de culpa) a hacer algo significativo para que ese cambio se produzca. Mientras tanto, el enojo y la frustración pasan a ser la forma más habitual de relacionarse con los otros y con las circunstancias que nos rodean, buscando que el cambio provenga desde afuera de nosotros, como si se tratara de una cuestión de gracia divina o buena suerte. Esta situación de inacción nos lleva a abandonar la idea de que somos nosotros mismos capaces y responsables de lograr ese cambio (personal, profesional, social, matrimonial, familiar, etc.) que necesitamos y asì, lograr que nuestra vida mejore (en uno, en varios o en todos los aspectos).
Confort (Definición según la RAE)confort. 1. Aunque existe desde la antiguedad en español el verbo confortar (‘dar ánimo, vigor o consuelo’) y el adjetivo confortable (‘que conforta o anima’), el sustantivo masculino confort se introdujo a mediados del siglo xix a través del francés, con el sentido de “comodidad o bienestar”. En consecuencia, el adjetivo confortable pasó también a significar, desde ese momento, “que proporciona confort o comodidad”. Aunque se trata de un galicismo asentado, la palabra confort es sinónimo de comodidad o bienestar.
Lee y releo, y vuelvo a leer las definiciones anteriores…y digo…que Gran CONTRADICCIÓN! La “Zona de Confort” parece ser un estado del que tengo que salir y el “Confort” es un lugar adonde todos queremos estar y permanecer.
Y acá está la madre de Dorrego (insisto, que me parece irrespetuoso decir la “madre del borrego en un articulo de Linkedin). Porqué me dicen que tengo que salir de un lugar que se supone me produce bienestar? Será por eso que me cuesta tanto CAMBIAR, si primero tengo que dejar mi “Zona de Confort”?
La respuesta es bien fácil : El cerebro es lógico. Algo que sabemos todos, pero parece ser que quién acuñó la frase, y quién sigue repitiéndola como loro o lora, sufren de amnesia temporal.
Los estudios científicos HOY demuestran que las palabras similares activan las mismas áreas cerebrales. En otras palabras, términos pertenecientes a una misma categoría activan las mismas áreas de nuestros circuitos neuronales.
Si digo “Zona de Confort” mi cerebro busca en su archivo de palabras similares, las relaciona, y activa las mismas áreas neurocongnitivas que cuando digo “Confort“. Para mi cerebro “Zona de Confort” es un lugar que me hacer sentír bien, con comodidad y sobre todo, bienestar. Para mi cerebro “Zona de Confort” es lo opuesto a sentirme mal.
Y ahora…quién podrá ayudarnos? El Chapulín Colorado ya no está entre nosotros.
Si digo “CONFORT”…en qué pienso?
En mi caso, me vienen a la cabeza imágenes de Tafí del Valle (Tucumán, Argentina), atardecer de enero, desparramada en una reposera, en una cabaña enclavada en el cerro, escuchando el río caudaloso producto del deshielo que recorre la quebrada, sintiendo el viento de los valles calchaquies en mi cara y descubriendo como todos los verdes a mi alrededor se vuelven más intensos con el correr de los minutos. Recuerdo lo que pensé esa tarde : “Quiero que este momento dure para siempre”. Obvio, a los 15 días estaba de regreso en Buenos Aires, agobiada por el calor del asfalto caliente, como sartén natural para hacer un huevo frito al aire libre, pero esa imagen de CONFORT me durará por SIEMPRE.
Ahora, te propongo que lo hagas vos…qué imágenes vienen a tu cabeza si pensás en tu Zona de CONFORT? (cerrá los ojos y pensá, es fácil porque estamos diciendo las palabras que nuestro cerebro entiende)
Vamos a una situación laboral : Porqué hay personas y seudogurúes que siguen insistiendo con la bendita frase “Tenés que salir de tu Zona de CONFORT” (sin sustento científico, comprobado, ahora lo sabemos con certeza), cuando en realidad nos sentimos mal, pero muy mal cuando estamos:
Simplemente, es IMPOSIBLE salir de la Zona de CONFORT, porque es allì donde quiero estar (y así lo decodifica el cerebro)
Cuando nos sentimos mal (lejos de ser una Zona de Confort) estamos en una Zona de DISCONFORT. Y de ese lugar, es de donde tenemos que salir, para lograr sentirnos mejor. Dejar la Zona de Disconfort es la CLAVE para lograr el CAMBIO que necesitamos para lograr bienestar.
Y no es que seamos Kamikazes o querramos inmolarnos en nombre de Alá, sino que estamos apuntando mal nuestra mira láser, buscando agua en el desierto, diciendo las palabras incorrectas y nuestro cerebro que es lógico, y que a esta altura tiene una confusión del tamaño de un camión con acoplado, no entiende porqué tiene que cambiar algo que tanto nos da placer. (Zona de Confort=Tafí del Valle)
Por eso, es TAN IMPORTANTE comunicarle a nuestro cerebro lo que queremos hacer, con las palabras concretas y correctas. Es algo asi como tener la llave que abre el “Cofre de la Felicidad” de Soldán o la llave que pone en marcha el micro de Guido Kaczka. Y si decidimos irnos a Bariloche, a Thailandia, ó a la Luna, porque así lo queremos, esta decisión nos pone ante la difícil (pero posible) tarea de definir primero, lo que no queremos más (y nunca más) en nuestra vida laboral, y ese primer paso, nos permitirá pensar más claramente, lo que realmente queremos hacer y adonde queremos llegar. Y mejor aún, hasta dónde queremos seguir llegando.
Resumiendo: Encontrar el auténtico “porque” queremos ese trabajo (y no otro) que nos permita desplegar nuestras alas y volar como merecemos, con pasión, alma y corazón. Perdón por insistir, pero puedo parecer enamorada de Simon Sinek, y lo estoy, pero solo de su inteligente inteligencia: la genialidad de identificar ese “porque” hacemos lo que hacemos, como motor de nuestra satisfacción en el lugar de trabajo, es la entrada a un mundo laboral diferente, donde si lo que hay, no me gusta, entonces, cambio mi forma de buscar lo que me gusta o empiezo a crear mis propias oportunidades.
Si realmente queremos CAMBIAR, dejar de sentirnos mal, tenemos que salir de la Zona de DISCONFORT. Y cuando lo repitamos en voz alta, una y otra vez, recién ahí nuestro cerebro va a entender que tenemos que cruzar de vereda, ir la esquina opuesta, salir del Disconfort para poder encontrar el CONFORT que merecemos.
Ahora SÍ, entendí. Mi cerebro encendió la luz correcta. La roja, cual semáforo que me dice “acá frená”, “hasta acá llegaste”, “basta de gastar combustible acelerando”. Basta de estar en la Zona de Disconfort. Basta de sentirte mal. Es hora de empezar a pensar que es posible SENTIRSE BIEN, con bienestar y confort en el lugar de trabajo.
Algo parecido sucede, cuando nos planteamos objetivos. Porqué tantas veces no podemos cumplirlos? Sencillamente porque los enunciamos de la forma incorrecta, con las palabras incorrectas.
Qué dice una persona desempleada? “Quiero un Trabajo”. Punto. Y como ese objetivo es poco específico (ambiguo), es atemporal, es imposible de cuantificar, y si es poco específico es difícil de alcanzar (tantas veces leo en Linkedin “por favor necesito un trabajo, lo que sea”), y si es difícil de alcanzar, es poco realista, y si es poco realista, NUNCA lo voy a lograr.
Si realmente quiero salir de mi Zona de Disconfort para llegar a mi Zona de CONFORT (Quiero volver a la reposera en Tafí del Valle!), la única forma de hacerlo, es (re)formulando mis objetivos de forma correcta, con las palabras correctas, para que mi cerebro, dueño indiscutible de mi voluntad, entienda y active los mecanismos emocionales y físicos para lograrlo. Y esa forma de enunciar objetivos, se denomina “Definición inteligente de objetivos” ú “Objetivos SMART”. (Sigla en inglés, que significa : Específico, Medible, Alcanzable, Realista y definido en el Tiempo).
Frases como “Quiero un trabajo”, “Quiero ganar más”, “Quiero cambiar de trabajo”, “Quiero otro Jefe”, “Quiero dejar de estar estancado”, “Quiero trabajar en una multinacional” “Quiero dejar de estar desempleado”, etc, son sólo frases, ya que en ninguno de los casos, se trata de un Objetivo SMART (Inteligente).
“Quiero reinsertarme en el mercado laboral argentino en un plazo máximo de 180 días, en una empresa del sector Oil&Gas, con oficinas en Buenos Aires y plantas en la cuenca petrolera de la Patagonia, donde pueda desarrollar mi profesión de Ingeniero Industrial como Responsable de la Oficina Técnica o Responsable de Planta o Responsable de Calidad y Medio Ambiente,” Este es un OBJETIVO SMART.
Si tengo claro donde estoy HOY y adonde quiero llegar dentro de 180 días, podré trazar mi Plan de Ruta. Si no tengo claro adonde quiero llegar, como pretendo llegar a un lugar que desconozco?
Trazar mi Plan de Ruta, implica definir claramente cuál es mi Zona de Confort Laboral a la que quiero llegar (y cuál es mi Zona de Disconfort que quiero dejar atrás definitivamente)
De la misma manera en que organizamos un viaje en auto a Cariló (por ejemplo, porque me gusta caminar por el bosque!), sabiendo desde donde salimos, la dirección del hotel adonde nos alojaremos, el mapa o GPS que nos indica los pueblos intermedios y bifurcaciones de rutas, el total de kms a recorrer, la cantidad de litros de nafta que vamos a necesitar, la ubicación de las estaciones de servicio, las paradas que vamos a hacer, el tiempo que nos llevará el viaje (según si salimos a la madrugada o al mediodía) y de acuerdo a esto, a qué hora vamos a llegar. Y por último, y lo mejor de todo, a qué hora nos convertiremos en milanesa con agua de mar y arena.
Plantearnos un Objetivo Laboral SMART implica definir TODAS las tareas que tendremos que realizar para llegar adonde queremos llegar. Y queda claro, que tener mi CV en Linkedin que nadie ve, o escribir un post diciendo lo bueno que soy, y que solo por eso, el resto de los Linkedeanos tienen “la obligación moral” de compartir mi pedido desesperado, y esperar que alguien diga “tengo un trabajo para vos”, definitivamente, es dejar a la deriva el cumplimiento de nuestro más profundo deseo de llegar a nuestra Zona de Confort, esa situación de satisfacción, que nos hará sentir realmente BIEN.
Asumir la responsabilidad de definir inteligentemente nuestro objetivo laboral, implica hacernos cargo de TODAS las tareas: cómo debo escribir mi CV para que se destaque, hacer la lista de todas las empresas que cumplen con mi Objetivo SMART, a qué cantidad de personas debo contactar diariamente/semanalmente para que visualicen mi perfil, qué tipo de posts tengo que publicar para mostrar mi profesionalismo y actualización acerca del sector del que quiero ser parte, cuantas postulaciones espontáneas tengo que hacer por día/por mes, quienes son las personas “claves” del sector de mi interés que tengo que seguir, cuántos contactos calificados necesito para lograr que vean mi CV personas que deciden dentro de las empresas (tantas veces leo súplicas de trabajo de personas que tienen una red de 300 contactos cero calificados), etc. En síntesis, como diría Mario Masaccessi a la medianoche, mapear el futuro laboral, es exclusiva responsabilidad de cada uno, y seguir estando en la Zona de Disconfort indefinidamente (estar desocupado también es estar en la Zona de Disconfort porque nos hace sentir mal) se vuelve un circulo vicioso o adicción insalubre, por el solo hecho de dejar en manos desconocidas, la búsqueda del trabajo que solo puedo hacer yo mismo, ya que se trata de mi propia vida y mi propio futuro laboral . Porque volver a Tafí del Valle me dará un bienestar y confort que sólo yo sé que VALOR tiene. Puede ser valioso para otra persona, pero nunca en la misma medida que para mi misma.
Llegó el momento de hablar y pensar con las palabras CORRECTAS. Porque todos queremos llegar y pasar la mayor cantidad de tiempo posible en la Zona de Confort, esa que nos hace felices, pero sólo cada uno, podrá dibujar su propio mapa y definir cómo y cuándo llegar.
Dónde querés llegar? Cuándo querés llegar? Confort o Disconfort?
Depende sólo de vos.
MANOS a la OBRA!
Fuente: https://www.linkedin.com/pulse/porqu%C3%A9-es-imposible-salir-de-la-zona-confort-lic-claudia-speranza
[…] desgraciadamente, es muy frecuente y genera mucha infelicidad, porque hace que generemos una zona de dis-confort. Es decir, que en nuestra vida estén siempre presentes situaciones desagradables, que sabemos que […]