Siete Estrategias Claves para el Desarrollo de la Empresa: La Estrategia de Personal – Aprendiendo a gestionar personas
Uno de los principales secretos para que los empleados hagan lo que uno quisiera que hicieran, es asegurarse de que estos entienden la razón por la que lo deben hacer.
Esto significa que cada dueño o director debe crear para su empresa sus propias reglas de juego, estableciendo primero con claridad cuáles son las leyes del juego que rigen en esta empresa. Luego vendrán la comunicación y la capacitación.
De esta manera queda claramente establecido qué es lo que vale y lo que no, qué está valorado y reconocido por parte de los dueños en su personal y que no.Estas reglas de juego, para facilitar su análisis, comprensión y aplicación, es conveniente que estén escritas en un manual interno, llamado: “Reglamento del Juego en… (Nombre de la Empresa)”.
Este reglamento comienza así: “En… hacemos nuestro trabajo todos los días de la siguiente manera.”
Así como existe un reglamento para jugar a cada deporte, y el gol efectuado con la mano es válido o no según el juego de que se trate, en las empresas sucede lo mismo. Un tema clásico en este sentido es, por ejemplo, el del cumplimiento de horarios y puntualidad.
Ajustarse a un horario estricto de trabajo, no está ni bien ni mal en sí mismo, todo depende de cual sea la ley establecida, ya que encontramos empresas exitosas donde existe libertad total para entrar y salir y otras, también exitosas, que guardan un rígido encuadre de cumplimiento del horario. Y la ley establecida depende de cómo quiere el dueño o los directores que funcione esa empresa, de tal modo de poder cumplir con su visión, misión y objetivos.
Un detalle muy importante es que las reglas del juego deben ser claras y comunicadas desde las entrevistas de selección y en el primer día de trabajo.
¿Y cómo crear las leyes del juego? En CAPS Empresa & Familia – Consultores, llamamos al diseño de este trabajo: ¿Cuál es la Ley?
Para crear leyes de juego eficaces recomendamos tener en cuenta las siguientes pautas:
1. Nunca crear el juego considerando lo que uno quiere que los empleados hagan. Primero se crea el juego y después se introducen las tareas que deben hacer los empleados.
2. Nunca crear un juego que uno no esté dispuesto a jugar. Los empleados lo notarán y esto le quitará seriedad al juego.
3. Asegurarse de que existen formas específicas de ganar, sin que el juego termine. El juego no puede tener un final, pero en el camino deben existir victorias temporales que hagan crecer a los empleados.
4. Cambiar las tácticas del juego (no la estrategia) de vez en cuando. La estrategia alberga las bases éticas y morales del juego; estas son intocables, sagradas. Para saber cuándo es necesario hacer cambios, basta con observar los resultados obtenidos por los empleados.
5. Nunca esperar que el juego se auto-sustente, es decir, hay que estar recordándoselo continuamente a los empleados (aunque no exageradamente. Para esto, hay que implementar planes de capacitación y coaching para y con los empleados.
6. Por lo menos una vez a la semana hacer una reunión relacionada con las reglas del juego.
7. El juego debe tener lógica. Un juego ilógico se muere antes de nacer. Los mejores juegos están construidos sobre la base de verdades universales y verificables.
8. El juego debe ser divertido de vez en cuando. Para tal fin, hay que incluir actividades divertidas aproximadamente cada seis meses. Hay que asegurarse, además, de que esas actividades en realidad son divertidas para los empleados.
9. Si no se le ocurre un buen juego, copiar y adaptar uno, es lo mejor. En definitiva, tal como dice mi padre, “el primer auto no era muy distinto a la última carroza”.
