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La historia detrás de las primeras ‘bicimotos’ argentinas

Una familia de emprendedores se enorgullece de fabricar “bicimotos 100% nacionales” incentivando a jóvenes vulnerables de la sociedad para que desarrollen oficios. Su plan de fábrica y un sueño que quiere dejar huella en la historia de fabricación argentina.

La Pyme de Andrés Ruffo comenzó debajo del árbol en la casa de su madre. Motociclista de tercera generación, Ruffo cuenta a Multitaskers cuando, en 2009, decide tener una segunda moticicleta, una “bicimoto”. El vehículo falló provocándole lo que él describe como “el accidente de mi vida”. Sin embargo, “Cuando reclamé, nadie me respondió”, recuerda cuando se dirigió a la empresa que se lo vendió. Luego de fracasar, fue con su mecánico de confianza de Harley Davidson y las ideas comenzaron a brotar: fabricar ‘bicimotos’.

“Mamá nos echa de casa”, recuerda Ruffo quien, a pesar de venir de una familia de amantes de las motos, los límites de tolerancia habían llegado a un fin cuando una noche, “sin querer le prendimos fuego la cortina”, relata el emprendedor y cuenta que, después de eso, con mi hermano decidimos alquilar un local”. Desde que comenzaron las primeras motos en su taller casero, ya contaban con algunos clientes. “Sin querer hicimos un desarrollo tecnológico de la masa”.

La demanda crecía y sus modelos se hacían cada vez más populares. En Pilar, su emprendimiento 100% hecho en Argentina conectaba diversas empresas especializadas: electricidad, soldadoras, tapiceros, frenos y tornerías. El éxito más que comodidad, trajo mucho más esfuerzo y comenzar a ver un proyecto cada vez más grande que llegaría a “tocar” la vida de varias personas. “Empezamos con las certificaciones. Empezó a venir la gente”. Hasta el día de hoy, Low Rider Cycles ya vendió más de 2.300 vehículos.

No hay mal que por bien…

Andrés cuenta que, desde la negligencia vivida fruto de trágico accidente que no fue atendido por los vendedores ni la empresa fabricante, cada vez que vendía un vehículo se lo tomaba en serio: “Cuando alguien compra un ciclomotor está también comprando una capacitación y un casco”. Una de las características más sólidas del emprendimiento de Andrés Ruffo y su familia es que están comprometidos con la fabricación dentro del país y cómo éste impacto se relaciona con la transformación de todo aquel que está conectado al emprendimiento.

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El vínculo entre Harley Davidson y la familia Ruffo les presentó una oportunidad. Tanto que, luego de conocer las intenciones de los emprendedores por comenzar a fabricar en Argentina tuvo ofertas en el exterior de poner su propia fábrica, con todas las facilidades que ello significa. Todas ellas fueron rechazadas. Y no porque en Argentina sea más fácil, sino por algo que Ruffo no negocia, el sello “hecho en Argentina”. “Estamos demostrando que fabricar en Argentina es posible. Queremos dejar un precedente, una huella para quienes nos sucedan”.

Comenzar con un proyecto de fábrica en Argentina no es sencillo, pero es el camino que está transitando hoy el emprendimiento. “Muchísimos trámites. Cuando fuimos a fabricar la moto nos tenían que autorizar en EE. UU, porque en Argentina no se podía”, dado los controles de todas las plantas de fabricación del país están controladas por Estados Unidos. Hoy, a Low Rider Cycle lo acompaña la Cámara de Industria del Automotor quienes le brindan asesoramiento sobre su proyecto “loco y sin precedentes”, ya que se trata de la primera fábrica donde todos los materiales son del país, como cuenta Ruffo, “todo se fabrica en Pilar y tiene su trazabilidad”.

Echando raíces nacionales

En diálogo con Multitaskers, Andrés Ruffo contó que el “approach” con Estados Unidos está hecho y cuentan con un incentivo del Banco Internacional de Desarrollo (BID) para montar una fábrica de 4.500 metros cuadrados en Pilar. Durante este proceso, comienza la etapa de “dignificación de los jóvenes”.

El proyecto de los Ruffo tiene en cuenta el desarrollo de jóvenes de Pilar, apuntando a que aprendan un oficio que les sirva para construir un futuro mejor. Tal como lo deja entrever, “las personas pasan a ser fundamental dentro de una fabricación”, asegura el emprendedor. E incita a los jóvenes a capacitarse en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), adquiriendo los conocimientos necesarios para comenzar a ejercer oficios que, en un futuro, serán requeridos para la construcción de los vehículos nacionales. “Si a un chico no pudiente no le das las oportunidades, no vamos a dejar de culpar”, dice. Entre sus tantos modelos, Low Rider Cycles, hace donaciones a personas con capacidad reducida de un triciclo especial “Pegasus”.

En la actualidad, Andrés Ruffo recibe personas de todo el mundo que, ya sea por redes sociales o personalmente, encargan sus modelos de ciclomotores: Italia, Iráq y España por nombrar algunos.

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Fuente: https://www.amexcorporate.com.ar/multitaskers/nota.php?id=718&cat=4

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