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Formas de ser, están “los que nadan”… y “los que flotan”

Por Francisco Lehmann

Si uno se da el tiempo necesario para observar lo que ocurre en el mundo empresarial actual, encontrará una particularidad que no solo es característica de la crisis en la que estamos viviendo, sino que es una peculiaridad que va en aumento, transformándose en “una forma de ser”. Me refiero a que una proporción muy pequeña de las empresas que conocemos ha mantenido su misma actividad a través de los años. Una gran parte ha perdido su identidad original pasando a integrar un grupo mayor, en el que se diluyó hasta su nombre, otras perdieron todo cayendo en bancarrota, y el resto de este “grupo mutante” se reconvirtió dedicándose a una actividad diferente a la que le dio origen. Mientras escribo esto, hoy MacDonald´s anuncia la apertura de su primer local vegetariano en la India y la renombrada fábrica de motocicletas Harley Davidson, ícono masculino, lanzará una serie de motos diseñadas especialmente para mujeres. Creo que estos cambios críticos han dado origen, o por lo menos muestran una clara dirección hacia nuevas tendencias. Así dadas las cosas me parece que no es razonable continuar observando inocentemente lo que muestran estas realidades tan volubles, sino que convendría tomar decisiones que determinen una estrategia personal respecto a de qué manera debemos hacer frente a estas nuevas circunstancias.

A los que tenemos algo más de 40 años, y algunos con pocos menos también, sorprende ver las nuevas generaciones de jóvenes, a quienes solemos criticar por el poco compromiso que percibimos que tienen para con las organizaciones que los contratan. Algunos renuncian de ayer a hoy, otros anuncian que han decidido viajar a la India por un tiempo indefinido y abandonan la empresa pasado mañana, otros envían un e-mail desde el nuevo puesto que han conseguido notificando que decidieron no trabajar más en la empresa que hasta ayer lo hacían, en fin no creo que deba abundar en ejemplos que seguro ya conoces. Lo que quiero remarcar con todo esto es que parece ser que hay una franja etaria que no parece haber advertido que, estando todos en el mismo escenario, el telón de fondo de una nueva obra se ha desplegado y hace que muchos de los que no se han preparado, se encuentren totalmente fuera de lugar y sin saber cómo reaccionar.

Atención, no intento en este post tratar la razón de estos temas, de por sí con entidad propia, sino sus efectos. Ya habrá tiempo para lo primero. Hoy nos quema los talones lo segundo.

Todos sabemos que ya no hay trabajos que duren para siempre. Y esta no es una simple conclusión, es un hecho complejo para el que hay que prepararse ya que la concentración de los negocios ? en cada vez menos empresas ? es cada día mayor. Es decir que habrá menos trabajo para aquellos que no posean cualidades que los destaquen de entre los demás. Por ejemplo en la actualidad tener un título profesional es casi un commoditie, pero sin embargo ciertas personas con ése mismo título profesional se destacan por sobre las demás porque han conseguido mostrar ciertas habilidades, escasas en el mercado, que cotizan muy alto. Esos sí consiguen trabajo, sea en sus propios negocios o haciéndolo para diferentes tipos de organizaciones en altos niveles de decisión.

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La primera reacción de quienes visualizaron anticipadamente esta situación de mercado fue superar los títulos de grado que los habilitaban para trabajar en las organizaciones, realizando algún master o posgrado en una reconocida universidad. Hoy tenemos gran cantidad de ellos ocupados no necesariamente en las responsabilidades que imaginaban, lo que indica que actualmente aquello tampoco alcanza. Y entonces ¿cuál es el camino que toman quienes que se destacan? Pues no queda otro que mostrar una notable diferenciación en la formas de manejar las cosas y lograr resultados.

Es por eso que en el último webinar, cuyo primer módulo terminamos ayer por la noche, intercambiábamos opiniones al respecto con quienes participaron en él, diciendo que ya no alcanza con haber logrado “ser Jefe”, ahora hay que demostrar que uno es ¡el mejor de todos! Y así aparecen dos emergentes que muestran claramente el camino a seguir: el primero es el que ya enuncié y es que hay que convertirse en un profesional de lo que se hace (el mejor de entre todos) y el otro es que hay que recurrir a una palabra que ha sido denostada en los últimos años y que es el marketing! Sí, el marketing personal. El segundo camino entonces significa desarrollar una Marca Personal… convertirse uno en una Marca peculiar que lo diferencie claramente del resto.

Para ser el mejor jefe hay que prepararse y saber que se tiene vocación para serlo. De allí la importancia de saber lo que uno debe hacer para transformarse en un dirigente profesional. En esto, el aporte que hacemos con el PAD (Protocolo de Acción para Dirigir) da una base comprobada para comprender qué significa ser un jefe profesional y cómo dirigir equipos de trabajo con buen suceso. Este es el primer paso.

El siguiente paso consiste en desarrollar tu propia estrategia de desarrollo para no ser parte de la estrategia de otro que pueda dejarte atrás. Es decir que ya no alcanza con ser el mejor Jefe, hay que ser eficiente y hacerlo de manera notable, innovadora. ¡Sí, muy lindo me podrás decir!… pero ¿cómo hacerlo? La clave está en conocer qué es la Complementariedad. Para hacerla corta. Hoy día los objetivos a alcanzar son tan competitivos y complejos que no alcanza una sola persona para lograrlos. Cuando “descubrís esto” te das cuenta de que necesitás de los demás. Cuando te das cuenta de ello es que caíste en cuenta de que debés delegar, entonces, parte del todo en otros para que cada uno se haga cargo de eso que puede y debe realizar con prestancia. Es el momento en el que aprendés qué es Delegar! Delegar es mucho más de lo que nos han enseñado hasta ahora, delegar significa: “poner en juego toda la responsabilidad de saber con claridad qué es lo que, como jefe, no querés hacer, no te gusta hacer, o no sabés hacer, para entregarlo a quien sí lo quiere hacer y le gusta y sabe hacerlo”. Esto es saber trabajar en complementariedad, saber administrar con inteligencia la mejor potencia disponible. Ahora bien… ¡¿qué tiene esto que ver con Marketing…?! Es justamente lo que sigue en el cuento. Cuando has logrado desarrollar un desempeño único y diferenciado del resto de tus pares y similares en el mercado (tus competidores) pues tienes que ocuparte de que esto sea visto por quienes deben verlo (tus jefes y todos los que en el mercado puedan necesitar una persona así) y esta es la fuente de esta nueva profesión que es la Gerencia, el ser Jefe.

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Te has dado cuenta que cuando te preguntan en qué te has especializado, difícilmente respondas: en ser el Jefe o el Gerente más competitivo que exista! A tal pregunta todos responden algo así como: “me he especializado en finanzas, en física cuántica, six sigma, capacitación, etc.” Te divertirás cuando le respondas a un head hunter que te has especializado en gerencia, que esa es tu profesión, y veas su cara de asombro. A partir de ese momento ya sos una persona diferente! ¿Te quieres diferenciar aún más? Pues comienza a usar tu imaginación para crear una nueva profesión que te haga único. El mundo está dividido en dos tipos de personas… “los que flotan y los que nadan”. Si eliges ser de los que nadan, hay mucho espacio para crecer. Es una cuestión de actitud diría Fito Páez y aunque él no me cae muy simpático, creo que tiene razón. También es importante una buena dosis de Destrucción Creativa (Joseph Schumpeter). Es decir saber dejar de lado aquello que ya no me es útil, que quizás me resultó muy útil en su momento pero que ya ha dejado de serlo… “como la comodidad de seguir haciendo lo que hago aún cuando no me termina de convencer”. Allí es cuando participa la otra dosis que compone esta fórmula: la de ¡animarse a asumir riesgos…! Bueno, bueno, me podrás decir. Pero es que esta es la dosis que hace la diferencia. “Los que flotan” seguramente correrán menores riesgos que los que “nadan”, pero estos últimos son los que se animan a abrir nuevos cursos en el derrotero de la vida. Es cuestión de decidir: “flotar” o “nadar”, nada tienen de malo ambas posiciones de vida… pero son muy diferentes entre sí.

Lo primero que tenés que conocer es qué es lo que querés. Aquí estamos hablando de una carrera de crecimiento en la empresa, por lo tanto, ¿te has preguntado si tienes vocación de ser gerente? o es que apurado por la vida nos has tomado conciencia de que la organizaciones presentan este único camino como posibilidad de crecimiento dentro de ellas. Puede que no te interese demasiado llegar a ser gerente, pero te interese crecer en lo económico y las posibilidades que esto trae. Eso tiene solución, consiste en saber primero qué es lo que esto significa y buscar luego qué es lo que de todo ello puede atraerte más para encontrar a través de ese camino una nueva posibilidad. De allí es que sea tan importante comprender qué es realmente Delegar como te comentaba al principio. Es una forma muy concreta de comprender que cuando diriges un equipo puedes hacer lo que realmente haces bien y te da satisfacción.

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Lo que no debes perder de vista es que resulta tan importante como crear tu nueva profesión, el saber hacerla conocer. Esto significa comprender que siempre debes tener en cuenta que todo el tiempo estás trabajando para la organización… pero también para el futuro de vos mismo! No dejes de planificar la proyección en el contexto interno de la empresa, como en el resto del mercado, a través de asociaciones y participación en reuniones profesionales. Procura darle tu toque personal a la forma en que presentás tu profesión, de manera que produzca el impacto pensado y genere el “efecto marca personal”. Trata de participar en exposiciones profesionales donde puedas demostrar fehacientemente la singularidad de lo que pregonas y no olvides el impacto de tu presencia en las redes sociales. Sí que es un trabajo este! Es que no se si te diste cuenta de que NO existe más aquella “relación de dependencia”. Esto también quedó en el pasado, te guste o no, los que nadan descubren que también son empresarios de sí mismos.

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