“Ya no es necesario morir con las botas puestas”

Por Bárbara Álvarez Plá

Con esta frase bandera, Leonardo Glikin, aborda las distintas formas de preparar la salida voluntaria de la empresa a la que se le dedicó toda la vida.

“Exiting. El arte de dejar la empresa sin dejar la vida”, el nuevo libro de Leonardo Glikin, presidente de Consejo Argentino de Planificación Sucesoria (CAPS), y director de CAPS Empresa & Familia Consultores, analiza las mejores opciones para que el retiro -sea total, parcial, o hasta con un cambio de rol- no afecte a la calidad de vida de quien emprende esta nueva etapa.

La obra, editada por Errepar, y dedicada a las empresas de familia, las pymes no familiares y los estudios profesionales, aborda las distintas formas de preparar la salida voluntaria de la empresa a la que se le dedicó toda la vida.

De ningún modo son menores las cuestiones a plantearse cuando uno, tras muchos años de dedicación, decide que ha llegado el momento de “retirarse” de la empresa, ya sea vendiendo, planificando una sucesión, bajando el ritmo de trabajo, o simplemente cambiando sus funciones.

¿Quién va a continuar?, ¿cuál es la mejor forma de hacerlo?, ¿qué lugar quiero ocupar ahora?, son preguntas frecuentes. Además, aparecen dudas como ¿qué voy a hacer con mi tiempo libre? o ¿de qué voy a vivir ahora? Son también temas a resolver, que en la obra son tratados teniendo en cuenta todas las variables y alternativas posibles -desde consolidar la empresa con un protocolo familiar empresarial, preparar a un sucesor, asociar a alguien, profesionalizarla, venderla a familiares, empleados o terceros- ejemplificadas a través de numerosos casos prácticos.

Además, los tiempos han cambiado y con ellos, también el funcionamiento de los negocios, que ya no pasan de padre a hijos por mandato, como sucediera antaño.

“El exiting es un proceso y no un evento, no ocurre de un día para otro, hay que prepararlo con anticipación, y siempre hay que tener un plan b. Lo fundamental es tener claros los fines, los objetivos, estar en condiciones de ser flexibles a la realidad del momento y no perder el rumbo”.

-¿Qué es Exiting?

-Es una estrategia para preparar la salida de una empresa. Solemos enfocarlo a las pymes, donde sus titulares están atrapados en el proyecto empresario, al que aman, ya que ellos mimos lo crearon, pero que es al mismo tiempo una situación de encierro donde la vida queda condicionada.

La idea de exiting es poder reformular el proyecto empresario teniendo en cuenta que el ciclo de vida de una empresa no es el mismo que el de una persona. Ocurre que muchas veces una empresa necesita el máximo de energía de quienes están a cargo  justo en el momento en que la energía del empresario está abocada a otra cosa o está decayendo. El punto es que la empresa no se resienta y que se preserve de la mejor manera la calidad de vida del empresario.

Antes la empresa era para toda la vida y, de alguna manera, la pasión se confundía con sacrificio. Pero está bueno plantearse que una cosa son las obligaciones que uno puede tener y el gusto con el que puede ejercerlas, y otra es la calidad del tiempo libre y lo que uno puede hacer en relación a sus seres queridos, sus otros proyectos y sus otras pasiones.

-¿Por dónde empezamos?

– Por definición la planificación es un proceso. El exiting, para ser exitoso y sólido, puede llevar de 5 a 10 años. Implica identificar a los posibles sucesores, y si no hay tratar de ver cuál va a ser el mecanismo de sucesión, que puede implicar incluso vender la empresa a terceros o a empleados. Preparar a las personas identificadas, preparar la empresa para una nueva realidad donde las cosas se van a manejar de forma diferente, y en el caso de que el empresario siga ligado a la empresa, tiene que aprender a estar en un lugar diferente. También esté el caso de la persona que no estando en la actividad cotidiana, quiere seguir, de alguna manera, el ritmo de funcionamiento de la empresa.

-¿Hay claves para el éxito del proceso?

-Pensar en el exiting significa pensar en uno de los momentos clave de la vida del empresario. Es probablemente la coronación de su éxito, el momento en que puede sacar partido de toda su experiencia y de todo lo bueno que pudo generar para la empresa.

Hay que tener en cuenta que una salida bien armada puede implicar un nuevo período de crecimiento de la empresa. Hay que darle un nuevo sentido, replantear procesos, replantear cómo circula la información en la empresa, los recursos humanos y qué es lo que se necesita para que la continuar sin la persona que hoy está a cargo. Ahí reside la riqueza de este proceso: por un lado permite descubrir formas diferentes de vivir y por otro lado permite descubrir maneras diferentes de manejar la empresa.

Hay que investigar cuál es el modelo de exiting más adecuado. Aquí habría que preguntarse si es una empresa de familia o no, si es de familia hay que ver los mecanismos para garantizar que la empresa va a continuar en la familia, lo que implica armar un protocolo empresario-familiar.

Si se trata de una empresa no familiar o unipersonal, la pregunta es si hay continuadores y si hay una buena relación entre las familias de los socios actuales como para que pueda continuar, o hay que pensar en mecanismos de sucesión que pasen por empleados, gerentes o terceros que se hagan cargo de la empresa.

La siguiente pregunta es si me interesa seguir involucrado o eventualmente quiero convertir esto en dinero simplemente. Según el modelo de salida que elige cada persona así tiene que ser el modelo del exiting. Es una elección a medida, no hay una receta única. Nuestra función es de acompañamiento en esa etapa,  ayudarlo a determinar cuál es la situación real por la que está atravesando y cuáles son los mecanismos adecuados.

-¿Qué pasa si no tengo sucesores, o los que tengo no quieren o no pueden seguir con la empresa?

-Hoy no se puede obligar a un hijo a continuar con la empresa familiar, porque si no le gusta no tendrá éxito. Diferente es el caso del que quiere y no puede, porque objetivamente no tiene las capacidades necesarias, o la formación adecuada. Aquí hay que tener mucho cuidado con el diagnóstico, hay que ver si no quiere, o no puede, y si no puede, cuál es el motivo, sus capacidades o su formación, y las soluciones serán muy distintas.

-¿Y cuáles son las motivaciones para encararlo y las resistencias a vencer?

-Las motivaciones tienen que ver con el cansancio respecto a lo que uno está haciendo y el deseo de hacer algo diferente. No es posible encarar un proceso de exiting sin antes imaginar lo que vamos a hacer con el tiempo libre, con las relaciones, qué esperamos de nuestra empresa, familia y amigos. Cuando podemos armar una agenda estamos en condiciones de encarar el proceso de salida. Las motivaciones significan que no nos vamos de la empresa para la nada que lo vamos a hacer es reciclar aquello en lo utilizamos el tiempo.

Las resistencias tienen que ver, en general, con el terror a lo desconocido y al cambio, con la pregunta de cómo va a funcionar la empresa si mí, y con el hecho de no poder armarse una agenda motivadora.

Fuente: http://www.revistaestrategas.com.ar/noticia-153.html