Por Pablo A. Arango
“Las personas necias e ignorantes se dedican a vivir con descuido, mientras que un hombre sabio guarda su atención como su posesión más preciosa” —Buda
Hasta que un día aprendí que la multitarea no existe. No es más que un mito. Como el monstruo del lago Ness y la no muerte de Elvis.
Pensamos que estamos haciendo varias cosas a la vez, siendo súper eficientes y productivos. Pero en realidad, lo que estamos haciendo lo hacemos peor y tardando más tiempo del que tomaría hacer una cosa primero y luego la otra.
Además, dividiendo nuestra atención en más de una cosa, lo que conseguimos es no estar por completo en ningún lugar.
Cualquiera que pueda conducir con seguridad –afirmó Albert Einstein— mientras besa a una linda chica, simplemente no le está dando al beso la atención que merece.
La atención es un recurso limitado. Prestar atención a una cosa va necesariamente en detrimento de otra. No es posible que dos tareas ocupen por igual el primer plano de la atención. Inevitablemente, la atención se acabará condensando en una, y la otra —o las otras— se acabarán convirtiendo en un ruido irrelevante, en algo que se debe filtrar. O, peor aún, no se fijará en ninguna y todo se convertirá en ruido: un poco más claro, sí, pero ruido al fin y al cabo.
La manera como presta atención le ayudará o le perjudicará en el día a día. Esto se debe a que la atención juega un papel crítico en lo que piensa, siente, recuerda y cómo actúa. Afecta su motivación y capacidad para alcanzar sus metas y, en particular, las metas que son significativas para usted. La atención afecta la precisión de sus decisiones y el efecto acumulativo que ejercen en su vida. Esta le ayudará a clarificar quién es usted y la persona en que desea convertirse, y le permitirá construir el andamio para llegar hasta allí.
Las personas necias e ignorantes —dijó Buda— se dedican a vivir con descuido, mientras que un hombre sabio guarda su atención como su posesión más preciosa.
Cuando cambiamos con frecuencia el foco de atención, no hacemos sino deteriorar la capacidad de la mente para concentrarse por largos periodos de tiempo. Y resulta que el control de la atención es algo parecido a un super poder.
El premio Nobel de economía Robert J. Shiller afirmó lo siguiente:
La capacidad de centrar la atención en cosas importantes es una característica fundamental de la inteligencia.
Las investigaciones del psicólogo Dr. Glenn Wilson encontraron que los trabajadores que constantemente eran distraídos por llamadas telefónicas y correos electrónicos, experimentaron una caída del 10% en su coeficiente intelectual.
Esto ya no es una amenaza, está ocurriendo ahora. Los trabajos de carácter repetitivo, tanto intelectuales como manuales, serán realizados por algoritmos y robots.
Los trabajadores que prosperen en los próximos años serán aquellos capaces de producir trabajo intelectual creativo. Esto no es algo que podamos realizar si permanecemos distraídos.
Por todo ello, hoy intento hacer la mayor parte del tiempo una sola cosa a la vez. Nada de vídeos mientras lavo los platos. Cuando conduzco rara vez enciendo la radio. Incluso eliminé el tiempo de lectura en el baño. Una cosa a la vez.
Uno de los grandes beneficios de mi nueva actitud es un mejor conocimiento de mi mismo, pues no solo presto atención a lo que ocurre fuera, también a lo que pasa dentro. Y, por supuesto, mi capacidad de concentración ha mejorado de manera significativa.