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¿Quieres ser feliz o vivir una vida satisfactoria?

Por Pablo A. Arango

“No sé cuál será tu destino, pero una cosa sí sé: los únicos que serán realmente felices son aquellos que han buscado y encontrado cómo servir”  —Albert Schweitzer

Todas las grandes disciplinas cuyo objeto de estudio es la naturaleza humana (la psicología, la filosofía, la literatura… ) han descubierto una misma cosa: en la vida de las personas, en su día a día, hay una gran cantidad de dolor.

No me refiero a grandes tragedias, que también las hay; hablo de pequeñas decepciones, angustias, enfados, preocupaciones, temores… que abundan dentro de nuestra cotidianidad y que hacen nuestra vida menos grata de lo que podría ser.

Tenemos deseos, antojos y anhelos que no podemos satisfacer siempre que nos plazca, entonces aparece la frustración. E incluso satisfaciéndolos, el placer que sentimos es solo temporal.

Asimismo, la vida de nadie es ideal, todas las cosas no ocurre según lo deseamos. Cuando se presentan diferencias entre nuestras expectativas y la realidad (¿y cuando no es así?) el sufrimiento aparece.

Ante la abundancia de dolor y frustración, desear mayor dicha es un deseo comprensible. Todos quisiéramos una existencia más tranquila y alegre.

Además, la felicidad nos ayuda a prosperar. Son varios los estudios realizados que han encontrado que un estado de ánimo positivo favorece que alcancemos nuestros objetivos. Ser felices trae éxito.

No obstante, en la cabeza de la mayoría encontramos la idea contraria: que necesitamos primero ser exitosos para poder ser felices.

Para mi es importante cultivar tranquilidad y alegría. Cada día dedico unos minutos a realizar actividades con las cuales busco elevarlas. Meditar, practicar gratitud, ejercicio físico, llevar un diario, hacen parte de mi rutina diaria para ser un poco más feliz.

Sin embargo, pienso que establecer como fin último de nuestra existencia pasar el mayor tiempo posible contentos, es quedarnos cortos. Luchar solamente por ser felices es un objetivo poco ambicioso.

Tal vez mi desacuerdo sea solo semántico, felicidad es un término que admite diversas interpretaciones y quizá ahí es donde reside mi discrepancia.

Si entendemos por felicidad, “el estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno” o “la ausencia de inconvenientes o tropiezos”, considero que este es un objetivo inferior.

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Si todo lo que deseamos es estar libre de problemas y la satisfacción de nuestros deseos y caprichos, nos estamos quedando cortos. Una vida basada en la mera búsqueda de placer es una vida demasiado centrada en uno mismo.

Pero si consideramos que felicidad es “un estado de grata satisfacción espiritual y física”, entonces estoy de acuerdo en que la felicidad es un bien deseable.

Una grata satisfacción espiritual no se logra andando de fiesta en fiesta, comiendo cuanto se nos antoje, o practicando sexo ocasional con quien se atraviese. Tampoco se logra a punta de Visa comprando cuanto cachivache nos seduce en el centro comercial.

La forma más segura de alcanzar una grata satisfacción espiritual y, por lo tanto, vivir una vida de la cual nos sintamos orgullosos, es dejar de pensar un poco en nuestras necesidades y pensar en las de los demás.

Esforzarnos por mejorar la vida de otros, por reducir su sufrimiento, es la mejor manera que conozco de vivir una vida inspirada y satisfactoria.

Buscar el bien de otros puede significar rechazar la facilidad y la comodidad, y luchar por objetivos más elevados.

Ni Gandhi, ni la Madre Teresa, ni Martin Luther King vivieron vidas cómodas colmadas de placer. Pero estoy seguro que alcanzaron gran satisfacción espiritual.

Una vida así está al alcance de todos. Fuer precisamente Luther King quien dijo: «Todo mundo puede ser grande, porque todo mundo puede servir».

Mi invitación es a que pensemos en ¿cómo podemos cada uno contribuir a traer más prosperidad, felicidad, o aliviar el sufrimiento de los demás? ¿Cual es el más grande bien que podemos realizar en este planeta?

Y una vez que sepas esto… Just do it.

Fuente: https://www.notasaprendiz.com/blog/quieres-ser-feliz-o-vivir-una-vida-satisfactoria

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