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¿Así que quieres ser un líder? Los 7 rituales para entrenar cada día cómo líder.

Por Ricard LLoria

“Hoy tenemos que decidir que otro ayer vamos a querer mañanaAlberto Levy

Una de las cosas que me he topado con frecuencia es que cuando nosotros tratamos de ser reconocidos y hacernos notar como líderes potenciales, no le damos importancia a la visibilidad, es decir, yo al menos desde mi punto de vista, intento pasar desapercibido, pero me he dado cuenta que el punto clave aquí es la visibilidad.
No importa lo bueno que podemos llegar a ser o lo que hemos logrado, si nadie lo sabe o lo conoce. Una vez leí un artículo que hablaba sobre la visibilidad, este mismo nos quería decir es que “si no estamos visibles, entonces nosotros somos invisibles”.

Si queremos ser un líder, entonces el buen trabajo que hacemos tiene que ser visto, compartido, si las personas están intentando localizarnos, encontrarnos, entonces necesitamos mostrarnos al resto de personas tal y cómo somos. No estoy sugiriendo que nosotros necesitemos ir a darnos a conocer con una campaña masiva de auto publicidad, o auto “Bombo”, ya que puede ser percibida como falsa o arrogante, pero sí es necesario para que la gente tome conciencia de lo que hemos hecho, y lo que podemos llegar hacer.

‘Si no eres la misma persona con lo que compartes a través de tus escritos, opiniones en publicaciones y redes sociales, luego si te conocen en persona y no eres la misma persona, puede provocar que nadie nos vaya a escuchar nuestra opinión’,

y todo el buen trabajo que se ha realizado no nos ayude en nuestra carrera y por lo tanto ni un ápice de nosotros se podrá ver.

Sé que muchos de nosotros, incluido yo mismo, no se siente cómodo al hablar sobre el buen trabajo que hemos hecho, o el éxito que hemos tenido, personalmente me ocurre a menudo, hasta cuando he optado para un puesto de trabajo, no me he sentido cómodo de hablar sobre mis logros, con lo que llego a la conclusión que al final he perdido oportunidades de trabajo, por lo mismo. Pero siempre he pensado que los resultados, se pueden medir y decir con cifras, pero a la hora de trabajar es cuando realmente lo demuestras y hasta que alcance de el mismo estás dispuesto a llegar, sin ponerte barreras, rompiendo nuestra propia zona de confort en muchos momentos.
Pero tenemos que estar cómodos con la visibilidad, si queremos progresar.

Durante mucho tiempo me pareció muy difícil el hecho de auto promoverme, a pesar de que yo había tenido muchos fracasos y éxitos en el ámbito personal y profesional, ya es difícil explicar los éxitos y más difícil aún explicar los fracasos, siempre daba por supuesto que la gente acaba de verlo por sí sola, por lo que me gustaba obtener el beneficio de todo el buen trabajo realizado durante mi propia trayectoria profesional, pero así no fue, hasta que salí de la zona de confort, dado por una situación externa a mí, eso hizo que empezara a evolucionar, aceptando el cambio, adaptándome al cambio tanto en mi vida profesional como personal.

Pero hay tantas cosas que si no resaltamos nosotros mismos en nuestro propio trabajo, entonces gran parte de esos éxitos, logros pasan desapercibidos o incluso se da la situación que no recibimos el reconocimiento que merecemos.

Esto realmente, me ocurrió cuando una vez tenía en la empresa que gestionar y liderar un proyecto que haría ahorrar cierta cantidad importante de millones de euros para la empresa con cargo al presupuesto operacional mediante la optimización de nuestros servicios y la eliminación de gastos, costes así como la transformación mediante de nuevos procesos que iba a afectar a toda la empresa. El proyecto se completó con éxito, ya pesar de que el ahorro fue significativo la respuesta que se produjo fue la del silencio por decir lo menos, que no se habló de ese logro con nadie.

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Por aquel entonces tenía un Responsable superior en la jerarquía de la empresa, directo a mí, el era una persona muy feliz, pero como yo era su mano derecha, quién me depositó toda su confianza para que el proyecto saliera a buen puerto, por lo tanto se alcanzó el éxito del proyecto, nos encontramos en la misma empresa que todo el trabajo que habíamos realizado no había sido reconocido hacía mi responsable directo, menos a todo el equipo, que trabajamos duro y por lo tanto menos a mí, es decir aún todavía, podríamos decir, que estamos esperando ese reconocimiento por el éxito obtenido, aunque los ahorros se reflejaron en los presupuestos generales.
Todo cambió, sin embargo, cuando la reunión Global de Dirección, que se celebró en la empresa central, dado que cada vez se hacía en un sitio diferente cada trimestre, llegó la reunión del trimestre esta vez localizada dónde nosotros estábamos.

En aquel entonces mi director me pidió que hiciera una presentación del proyecto al equipo de Global Superior de Gestión, que habían oído hablar sobre el proyecto, pero ahora teníamos la oportunidad de decirles lo que habíamos hecho, cual fue mi participación.
Hablé tan sólo 20 minutos, hablé de lo que habíamos hecho, de cómo nos había ido en ello, los retos que nos habíamos enfrentado y donde los ahorros, costes habían venido. Luego tuve unos 10 minutos de preguntas de los que entran en más detalles en algunas áreas de trabajo.

Durante los siguientes días, mi nombre era cómo una especie de rumor, la gente hablaba de lo que habíamos hecho y lo que sería un buen movimiento siguiente para mí, y que pudiera optar a nuevos cargos en la empresa abiertos de más responsabilidad.
Si bien esta situación parecía una situación genial, me encontré un poco decepcionado dado que me obligó a ponerme de pie delante de la gente y decirles lo que habíamos hecho, porque sentí que, dada la magnitud de los beneficios que habíamos entregado deberían haberlo sabido con anterioridad.

Pero, de esta forma ¡No funciona! Creedme que este error hace que uno mismo termina aprendiendo, para la siguiente vez. No creáis que en la vida sólo se habla de éxitos sino de fracasos, dado que de ellos dependerá de nuestro éxito en un futuro tiempo.

Como os mencioné anteriormente, ‘Si no eres la misma persona con lo que compartes a través de tus escritos, opiniones en publicaciones y redes sociales, luego si te conocen en persona y no eres la misma persona, puede provocar que nadie nos vaya a escuchar nuestra opinión’.

Así que si queremos ser un líder, entonces nosotros necesitamos empezar a hacer sonar nuestros logros de nuestro propio trabajo. Hacer que la gente sea consciente de lo que hemos hecho, darnos a conocer, aprovechamos todas las oportunidades para hablar o presentarlo, ya sea de forma interna o en conferencias externas, eventos de networking, publicaciones, medios de comunicación, etc.

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No hace falta cuando me refiero a un medio de comunicación que sea un medio gigante, sino en los propios medios más pequeños y localizados del sector, ya hace que logremos irnos segmentando. Pero eso sí, nunca olvidemos que debemos decir siempre, que solos no lo hemos conseguido, sino con la ayuda de todo el equipo y por lo tanto el equipo irá por delante de nosotros mismos, ellos son los más importantes en cada proyecto, por lo que primero hay que dar a difundir que la clave del éxito es de ellos y después nosotros.

Si no, entonces nosotros seguiremos siendo invisibles, y las personas que lo han logrado aún lo serán menos, por eso pienso y actúo que lo primordial es siempre dar la visibilidad a todo el conjunto del equipo de personas que han logrado conseguir el trabajo que haya sido un éxito.

No seamos invisibles, que la gente sepa quiénes somos, quien eres y lo que ¡hemos logrado!

Por eso mismo intento realizar una serie de rituales, les denomino los “7 Rituales del liderazgo”, con la finalidad que cada día que pasa en nuestras vidas hacen que cuente para todos y nosotros mismos. En mi humilde opinión son unos aspectos que intento trabajar cada día.
Napoleón Hill, dijo, no es lo que vas a hacer, pero lo que estás haciendo hoy en día es lo que cuenta.

Nosotros podemos aprender todo lo que necesitamos aprender para lograr cualquier cosa, pero nunca se puede cambiar nuestro liderazgo hasta que no cambiemos nuestros rituales.

Los rituales pueden fortalecer y poner de relieve los valores, intenciones y experiencias que nosotros hemos elegido para vivir; estos pueden ser útiles cuando estamos tratando de averiguar lo que es importante.

Aquí hay algunas cosas que los grandes líderes están haciendo con todo su corazón para hacer que cada día cuente, es de ellos que podemos aprender, después de seguirlos y desde la propia experiencia llegué a un ejercicio de rituales o acciones a realizar cada día casi de forma automática dado que por poco que fueran al día, intentaba de forma sistemática, concisa y sobre todo de forma voluntaria hacerlo.

1. Ritual de la lectura: Los libros, los blogs, artículos son el subestimado y más constante de los amigos que podemos tener; que son los más sabios, los más accesibles, muchas veces de mentores, y el más paciente de los docentes. Convirtámonos en un ávido lector; invertíamos nuestro tiempo en leer algo educativo, inspirador o motivacional. La clave el auto aprendizaje con un crecimiento a la exploración de nuevos campos.

2. Ritual de la escucha: Los líderes saben que el tiempo es oro. Démonos la ventaja de aprender algo nuevo al escuchar audios, programas, charlas y repetirlas hasta que hayamos digerido la información. La mayoría de las personas no escuchan con la intención de comprender; escuchan con la intención de responder. Aprendemos algo escuchando. Eso nos hará crecer y a su vez divulgar la información.

3. Ritual de tutoría: Una de las mejores cosas que podemos hacer por nosotros mismos es aprender de los mentores. Un mentor no es alguien que da clases, pero alguien que te inspira a dar lo mejor, a fin de descubrir lo que ya sabes. Podemos encontrar un mentor o varios, comprenderlos, escucharlos, lo que han hecho, copiar lo que hacen, y luego aprender a mejorar en nosotros mismos.

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4. Ritual de aceptación de comentarios, sugerencias, ideas: Los líderes adoptan la retroalimentación negativa y positiva. Encontremos a alguien que nos conozca bien y pidámosle su opinión. No justifiquemos o argumentemos, sino escuchamos y evaluamos las opiniones, ideas, comentarios o votaciones con cuidado, especialmente cuando lo que escuchamos es negativo en un principio para nosotros dado que es difícil de tragar o de aceptar. Utilicemos toda la regeneración de aprender, de aprender de lo malo, de los errores, esto nos llevará a un crecimiento profesional y personal importante. No tenemos idea o tenemos conocimiento de todo en esta vida por lo que toda sugerencia y opinión es bienvenida.

5. Ritual de preguntar: Como líderes, con el fin de crecer, tenemos que estar dispuestos a pedir ayuda, si se trata de la asistencia con situaciones a corto plazo o la identificación y corrección de un mal patrones. Cuanto más que pedimos, más cosas sabremos. Cuanto más aprendemos, más vamos a crecer. Por lo que es recomendable pedir ayuda y preguntar todo lo que desconozcamos. Eso nos hará crecer.

6. Ritual de llevar un diario o un blog de notas: Muchos de los mejores líderes llevan un diario, un blog de notas, dónde plasman y desarrollan sus ideas ocurrentes durante el día o noche, se hace como un hábito a diario en un diario. Es una excelente manera de medir nuestro crecimiento y progreso, que a veces es difícil de entender en la perspectiva del día a día. El diario nos ayuda a ver más claro, para recordarnos más, y para ver lo que cuenta en todo lo que vamos haciendo. Los grandes pensadores clásicos, los científicos etc. lo realizan cada día, para ver el conjunto de todo lo que se va creciendo.

7. Ritual de mejora: Los mejores líderes se dedican al crecimiento constante. Se comprometen a la búsqueda de formas pequeñas para mejorar, cada día, todo el tiempo. No importa lo bueno que nosotros podamos ser, pensemos siempre que todo se puede mejorar, y esa es la parte más emocionante.

Los rituales pueden ser transformadores. La amalgama de establecer una intención, aumenta nuestra concentración, eleva nuestra implicación emocional, y encarna nuestra participación en efectuar cambios en nuestras vidas y que conduce al final a estar auto creciendo a ritmo constante.

Hagamos un mañana mejor, al hacer que cada día cuente.

Lideremos desde dentro: Cuando nosotros logremos cambiar a ser personas un poco mejores en nuestro día a día, será cuando nosotros estaremos realizando el aprendizaje de un ritual constante. Los mejores líderes están mejorando constantemente, aprendiendo, creciendo y desarrollándose.

¿Por qué nosotros vamos a ser diferentes?

Fuente: https://ricardlloria.wordpress.com/2014/10/14/asi-que-quieres-ser-un-lider-los-7-rituales-para-entrenar-cada-dia-como-lider/

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