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Ocho decisiones que se deben tomar en el diseño de un proceso productivo

Por Mario Cantalapiedra

En la base de cualquier actividad empresarial está transformar un bien o servicio aportando un valor añadido. Para ello, la empresa necesita de un proceso productivo por el que bienes o servicios existentes se convierten en otros distintos, teniendo en cuenta que hay que saber qué vender, pero también hay que saber cómo fabricarlo.

En este sentido, el proceso productivo de una empresa puede definirse como un conjunto de componentes interrelacionados, tales como personas, máquinas, herramientas o procedimientos de dirección, cuya función fundamental es la de convertir una serie de elementos o entradas (materias primas, personas, información, productos semielaborados, etcétera) en productos deseados o salidas (por ejemplo, automóviles o personas sanas) a través de un proceso de transformación. De este modo, el proceso productivo de una fábrica de automóviles tiene como entradas principales acero y vidrio que transforma en automóviles a través de un proceso de montaje, mientras que el proceso productivo de un centro médico se basa en la entrada de personas enfermas que transforma en sanas a través de un proceso de diagnóstico y tratamiento.

Por regla general, el diseño del proceso productivo es una actividad creativa y compleja en la que suele ser necesario probar distintas alternativas y tomar muchas decisiones, entre las cuales destacaría las ocho siguientes

1. Seleccionar y diseñar el producto  

En primer lugar, se ha de seleccionar el bien o servicio a fabricar en base a los estudios de mercado realizados. En mi opinión esta elección debe estar muy condicionada por producir lo que el cliente percibe como valor, más allá de que sea o no la idea original del empresario.

2. Seleccionar el proceso 

Supone definir cuál ha de ser el proceso tecnológico a emplear dentro de las alternativas existentes teniendo en cuenta las características del bien o servicio que se ofrece. Implica tomar decisiones sobre elementos tales como las instalaciones, los equipos informáticos, la maquinaria o las herramientas a utilizar.

3. Determinar la capacidad productiva

Dimensionar el volumen de producción que se podrá alcanzar, el cual estará definido por la inversión que se realice en instalaciones y elementos productivos. Por su parte, una vez conocida la capacidad productiva, la planificación de la cantidad concreta a producir en cada período habrá de basarse en la demanda esperada y, en su caso, los niveles de existencias que se acumulen en almacén.

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4. Fijar el nivel de inventarios

Fundamentalmente en el caso de producción de bienes, se deberá determinar el nivel general de existencias en almacén, así como los sistemas de control y de pedido para renovar existencias medias y de seguridad.

5. Localizar y distribuir los recursos

Ubicar los distintos sectores o departamentos donde se fabrique el bien o se preste el servicio, así como de los equipos necesarios, teniendo en cuenta aspectos técnicos, económicos y humanos. Se deberá procurar optimizar el espacio (físico o virtual) en función de los recursos utilizados y teniendo presente la creación de un buen clima laboral, para lo que habrá que analizar el recorrido que realizan las entradas en el proceso productivo (materias primas/inicio del servicio) hasta que se convierten en salidas (bienes terminados/fin del servicio).

6. Diseñar tareas y puestos de trabajo

Analizar las actividades del proceso productivo constituidas por tareas a realizar por personas, definiendo y valorando los puestos de trabajo y los sistemas de remuneración. En el diseño de los puestos de trabajo se habrán de valorar los aspectos relativos al medio ambiente físico en el que se desarrollan, así como de organización de las tareas, buscando entornos que faciliten tanto la productividad como la seguridad del trabajador.

7. Definir la calidad

Fijar un sistema de control de calidad del proceso productivo para evitar la entrega final de bienes o servicios defectuosos. La implantación de sistemas de calidad en los procesos de producción evita despilfarros al transformar, así como rechazos, reclamaciones y devoluciones del producto final, lo que se traduce en menores costes y mayor productividad para la empresa.

8. Definir el mantenimiento

Definir un sistema de prevención de averías, de mantenimiento de los equipos e instalaciones y de renovación de las inversiones. Al igual que en el caso anterior de la calidad, un buen sistema de mantenimiento reduce costes y eleva la productividad en la empresa.

Fuente: https://www.contunegocio.es/estrategia/decisiones-diseno-proceso-productivo-empresa/

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