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Proceso de toma de decisiones en la empresa

Por Golfredo Molina.

Una de las actividades que más ejecutas en tu vida como empresario o gestor, es la toma de decisiones. Algunas son sencillas y de bajo impacto frente a la equivocación. Otras, en cambio, son determinantes. Pues bien, en este artículo te hablaré de un plan para el proceso de toma de decisiones y sus aspectos claves. ¡Es un tema apasionante!

¡Bienvenidos a una nueva entrega sobre gestión empresarial y mejora continua!

Cuando una empresa crece, la estructura organizacional se puede hacer compleja, y con ella, el proceso de toma de decisiones. Es por tal razón que en el plan de acción para crear la organización de una empresa, uno de los aspectos que sugerimos diseñar, es el “poder de decisión”: ¿quién, cuándo y con qué medios se toman las decisiones en los diversos niveles?

En el artículo Organización de una empresa. Elementos claves, hablamos de dos puntos que debes considerar para crear la estructura de tu empresa:

La organización del trabajo, que implica los siguientes elementos:

Definir roles y asignar responsabilidades

Fomentar el trabajo en equipo

Crear un manual de normas y procedimientos

Engranar las actividades claves y hacer seguimiento

El poder de decisión, que involucra:

Decidir qué “decisiones” se delegan para los diversos roles

Establecer una “jerarquía”, en correspondencia con la organización del trabajo.

Para complementar este importante tema, te daré acá un plan de acción para el proceso de toma de decisiones. Contar con un plan y dárselo a todos los involucrados es clave en todo tipo de empresa: micro, pequeña, mediana o grande.

¡Utilice la información!

Un punto importante comentado en el artículo Gestión de información se refirió a que para alcanzar el funcionamiento estable, es necesario definir el proceso de toma de decisiones.

¿Por qué colocamos como un punto explícito que utilices la información? – La respuesta es simple: ¡porque en muchas empresas no se utiliza!

Existen empresas que teniendo información para la gestión, no la aprovechan. Y en muchos casos, esto se debe a que no hay buenas prácticas.

Un elemento que planteamos en el área funcional gestión de la información, es la formalidad de la toma de decisiones. De igual forma, el área “liderazgo y toma de decisiones” establece la importancia de aplicar un esquema básico para tomar decisiones en la organización.

Lectura relacionada  3 reglas que le ayudarán a tomar mejores decisiones en su trabajo, según la Harvard Business Review

En empresas que han alcanzado el funcionamiento óptimo, la toma de decisiones es un proceso formal. Esto implica que deja evidencia del proceso; y para el cual, el empresario asigna recursos. Por supuesto, nos referimos a decisiones de alto impacto. ¡No hay que documentar decisiones triviales!

¿Qué ocurre en una pyme que apenas está en funcionamiento regular? – El empresario o los socios no tienen tiempo para formalidades. Sin embargo, tener buenas prácticas para tomar decisiones es necesario.

Una decisión tomada según un proceso claro y documentado, te ahorrará tiempo, esfuerzo, energía… en fin, te ahorrará dinero.

Proceso de toma de decisiones en la empresa

Tal como señalamos en la sección previa, existen situaciones que demandan decisiones formales, por el impacto que puede tener una decisión equivocada.

Por supuesto, no se trata de aplicar un proceso completo y formal todo el tiempo:

Si la decisión está relacionada, por ejemplo, con la cantidad de materia prima a pedir para planificar la producción, los datos del inventario y de ventas, entre otros, deben facilitar la decisión. Este tipo de decisiones son “estructuradas”. Puede, inclusive, automatizarse según el caso. Si se trata de situaciones repetitivas y rutinarias, un algoritmo es suficiente para resolver. O pueden apoyarse en modelos matemáticos.

En el caso de una decisión sobre la apertura de una nueva tienda, con varias alternativas de ubicación, sí aplicaría un proceso formal. En tal caso, se considerarían ciertas variables y criterios para elegir la ubicación más conveniente. Mientras mejor sea la calidad de la información que se tenga, menos incertidumbre habrá. Una vez que se haya invertido en la creación de la tienda, si la decisión no fue la correcta, habrá que asumir las consecuencias.

El empresario debe decidir cuándo aplicar un proceso formal. En este punto, todo dependerá de su experiencia, de los datos e información disponibles, y hasta de su intuición.

Proceso de toma de decisiones en la empresa. ¿Qué camino seguir?

Para un proceso formal de toma de decisiones, existen 3 fases generales. Aplicables cuando se tiene un problema que demanda seleccionar la mejor, dentro de un conjunto de alternativas de solución.

En tal caso, el empresario debería trabajar con un equipo que lo apoye en la toma de decisiones. Por supuesto, con un equipo que aporte ideas, que esté comprometido y que favorezca el proceso.

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Fase 1. Establecimiento de criterios de decisión

Los criterios de decisión deben resultar del estudio del problema planteado, mediante un proceso racional. Estos criterios se identifican en función del objetivo que se persigue o de la definición del problema.

En algunos casos, la definición del problema es una fase previa. Acá asumimos que el problema por resolver o el objetivo que se persigue ya está claro, e inclusive, documentado.

Veamos un ejemplo básico. Suponga que irás al cine con tu familia, pero no tienen claro qué película ver:

El objetivo podría ser: seleccionar una película para ver en el cine, en familia.

¿Qué criterios podrías utilizar para decidir qué película ver? – Género, lugar, coste, horario disponible, etc. Con estos criterios y cierto número de películas disponibles, el grupo podrá tomar una decisión.

Para definir los criterios idóneos, podrías utilizar métodos que faciliten el establecimiento de aspectos relevantes. Es claro que pasar por alto criterios claves conllevará a tomar decisiones inconvenientes, con posibles costes o pérdidas. Y en el peor de los casos, con consecuencias graves para la empresa.

Los criterios que se seleccionen pueden tener ponderaciones diferentes. Por ejemplo, si el coste no es un criterio clave, se le asigna un “peso” menor.

Para establecer los criterios de decisión, puedes apoyarte en un equipo de trabajo; es lo ideal. De esta forma, es poco probable que se dejen criterios relevantes a un lado.

Fase 2. Identificación de alternativas

Es un proceso creativo que debería incluir todas las alternativas posibles para dar solución al problema planteado. En este caso, una recomendación es no filtrar propuestas a priori.

El resultado de esta fase es insumo para la evaluación y selección de las alternativas de solución.

La identificación de la mayor cantidad de alternativas es responsabilidad de un jefe de equipo, quien buscará información y opiniones de todos los participantes. Podría utilizar, de ser necesario, una técnica básica como “tormenta de ideas”.

Fase 3. Evaluación y selección de alternativas.

Con base en el objetivo propuesto, los criterios de decisión y las alternativas de solución documentadas, se procede a realizar la evaluación y selección.

Para esto, el jefe de equipo convoca a una reunión de trabajo. Expone el contexto, y lidera la selección de la alternativa que dé respuestas al caso o problema y que represente, preferiblemente, el consenso del equipo.

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Fuente: https://www.gestionar-facil.com/proceso-de-toma-de-decisiones/

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