Por Miriam Molinar
El gran reto que enfrentamos los docentes es preparar a nuestros estudiantes para un mundo desconocido, incierto y complejo. Esto implica trabajar en un nuevo paradigma educativo, en el que las personas sean capaces de reconocer que los problemas actuales requieren un enfoque interdisciplinario que favorezca una comprensión profunda y nuevas propuestas de solución.
Este nuevo paradigma destaca la necesidad del pensamiento crítico. Esto implica desarrollar una estrategia educativa en la que los estudiantes sepan:
En síntesis, se requiere la capacidad para investigar información relevante, verdadera y válida en diferentes contextos. Lo anterior conlleva una formación de carácter en la que se esté comprometido con la búsqueda de la verdad, se tenga una mente abierta y se demuestre humildad intelectual.
Además del pensamiento crítico, son relevantes las siguientes competencias genéricas:
En este proceso de transformación los siguientes factores son clave:
El rol de las universidades en el futuro
En este nuevo paradigma el rol de la universidad es ser un instrumento para el aprendizaje a lo largo de la vida, es decir, que promueva la capacitación continua y la adquisición de nuevas competencias. Lo anterior implica un cambio de un aprendizaje centrado en la materia a uno centrado en lo personal. Así como reconocer que es más fácil decirles a los alumnos lo que sabemos, que afrontar el reto de impulsar en ellos el razonamiento. A partir de ahora las universidades tienen que buscar enfoques originales para transmitir el conocimiento.
“Como profesores tenemos que reconocer que es más fácil decirles a los alumnos lo que sabemos, que afrontar el reto de impulsar en ellos el razonamiento. Es por esto que tenemos que buscar enfoques originales para transmitir el conocimiento.”
Como profesores podemos comenzar a ser más originales en el salón de clase, invitando a los alumnos a colaborar en la construcción del material de clase, conectando nuestros temas con contenidos de otros cursos y haciendo explícitos los objetivos de aprendizaje. Pensar a mediano plazo, qué me gustaría que recordaran, sabiendo que los alumnos aprenden de lo que hacen.
No estamos en un proceso de transición en la educación, sino en un proceso de transformación de enseñanza y aprendizaje profundos. Es un cambio de paradigma de la educación, asumiendo compromisos para un aprendizaje centrado en la persona.
El nuevo modelo educativo implica aprender haciendo, jugando, usando e interactuando con el mundo. Leyendo el presente y preparándose para el futuro.
Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-bits-blog/educacion-ante-retos-del-futuro