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Empresas familiares: reglas para su adecuada gestión

Por Francisco Rinaldi

En nuestro país, apenas 30 de cada 100 empresas familiares alcanza a superar a la segunda generación. Sobre ese total, nueve llega a la tercera.

Para el especialista Santiago Antognolli, “la estructura es la causa principal de los problemas que afronta este tipo de firmas, porque en ellas conviven tres subsistemas con objetivos muy diferentes: la familia, que es armonía y contención emocional, la propiedad, ya que el accionista exige rentabilidad, y los que trabajan en la empresa, responsables de generar esa rentabilidad para los propietarios”.

De paso por la ciudad, invitado especialmente por la Cátedra Libre de Empresas Familiares, que dirige el docto en Derecho y docente universitario Diego Duprat, y por el Instituto Argentino de Empresas Familiares, (I.A.D.E.F.), cuyo capítulo local encabeza Silvia Batista, ofreció una conferencia sobre Nociones de Gobierno y Gestión en la Empresa Familiar.

Minutos antes, conversó con “La Nueva.” en la sede de la Casa de la Cultura de la UNS. Los tramos salientes, a continuación:

–¿Por qué pocas empresas familiares consiguen sobrevivir?

–La empresa familiar es problemática por naturaleza, porque conviven tres subsistemas con metas muy distintas: la familia, la empresa y la propiedad.

“En la propiedad, están los dueños de la empresa, que son familia y mantienen lazos emocionales, y encima algunos también trabajan en la empresa.

“Y en ese caso, cuando se pertenece a más de un subsistema, sobrevienen los principales problemas que pueden herir de muerte a la empresa.

“Para complicar todavía más las cosas, cada subsistema evoluciona, porque aparecen hijos, nueras, yernos…primero empiezan cuatro, después son catorce…

“La cuestión no es menor, porque la mayoría de las pymes familiares argentinas tienen esos tres subsistemas unidos”.

–En este esquema ¿qué rol asume el fundador?

–Ahí nace otra fuente de escollos, porque se trata de emprendedores, que, como tales, son muy buenos creando empresas y haciéndolas crecer, pero al mismo tiempo, son gente a la cual le cuesta mucho delegar funciones.

“Todo lo manejan, todo lo que tienen que ver, de forma que si no se transforman en empresarios, ellos mismos terminan atentando contra las posibilidades de crecimiento de la empresa, cortando todo aquello que escapa de su órbitra.

“Por eso, tienen que aprender a comportarse como empresarios. Y un empresario lo que hace es delegar y controlar”.

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–¿Lo entienden así?

–Si porque comprenden que repartir tareas no es perder la empresa.

“Incluso, cuando les llega la fecha del retiro definitivo, pueden pasar a ser directores con presencia más esporádica en la empresa o consultores externos.

“Claro que siempre está el famoso ¿por qué voy a cambiar si por cuarenta años hice esto y me fue bárbaro?”.

–¿Qué aconseja a las familias que encabezan empresas?

–Que hagan lo que dicta la ley. Muchas pymes familiares son Sociedades Anónimas, con directorios formados, que casi nunca se reúnen, no toman decisiones, no evalúan informes de gestión.

“De hecho, generalmente, se pone a otros familiares al sólo fin de que figuren, dejando que todo lo haga una sola persona.

“Pero las normas son claras: los socios tienen que nombrar a sus representantes en un directorio para que dirijan a la empresa. Y dirigir es mirar los resultados, decidir inversiones, poner objetivos y controlar que quienes se desempeñan en la misma, los cumplan.

“El directorio es el que decide la línea estratégica de la empresa. Si se hace esto, se modifica totalmente la gestión para bien, y se evitan muchos de los conflictos que mencionamos”.

–¿Qué son los protocolos familiares?

–Son como la Constitución de la empresa familiar, el instrumento, que redacta la familia, que fija las las reglas de juego.

“En todo buen protocolo familiar debe estar explicitada la visión compartida y los valores que se desean mantener, porque son los que les nos permitieron llegar hasta acá, el trabajo de la familia en la empresa, cuales son los requisitos para armar el directorio y el consejo de familia”.

–¿Un consejo de familia?

–Es el órgano de la empresa que entiende en cuestiones complejas, como por ejemplo, la incorporación de los familiares políticos.

“El consejo decide en forma unánime, si pueden ser tomados para trabajar. De esta forma, se da más legitimidad a la decisión y evitando peleas futuras.

“Es la mejor forma de escaparle al famoso ‘yo te dije’”.

Fuente: https://www.lanueva.com/nota/2017-7-15-8-1-0-empresas-familiares-reglas-para-su-adecuada-gestion

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