Por Alex Durana
Además de ser la canción con la que las protagonistas del musical “La Llamada” pretenden catapultarse al estrellato, el título de este post recoge sin duda alguna la actitud con la que muchos directores de RRHH y directores generales de empresas se enfrentan a la difícil tarea de gestionar y desarrollar el talento dentro de sus organizaciones.
La falta de planificación y organización, no disponer de un sistema de indicadores que nos permitan obtener datos de nuestra actividad, no ser capaces de representar en cifras y en euros el impacto de lo que hacemos tiene en la organización, no demostrar o poner en valor como hemos sido capaces de rentabilizar determinadas inversiones o simplemente ser incapaces de dotar de cordura y sentido común a las decisiones que desde la difícil posición de gestionar al equipo humano debemos tomar en ocasiones. Por lo tanto lo que podemos llegar a transmitir es que la improvisación y el prueba, vamos a ver que pasa son nuestros únicos aliados.
Esta triste realidad que a día de hoy nos seguimos encontrando no hace más que mantener al departamento de RRHH como un segundón, con la sensación por parte del resto de áreas de la empresa de que lo único que sirve es para generar gastos y de paso también, tocar las narices.
Hace un par de meses, en la inauguración del VIII Master de Gestión y Dirección Estratégica de los RRHH de la Universidad de Málaga, en el que tengo la suerte de participar, contamos con Sonia Rodríguez Muriel como maestra de ceremonias. En la ponencia inaugural toco un tema que hizo que los profesionales que allí estábamos nos levantáramos de nuestro asiento para alabar algo, que pese a ser básico, aún muchos no han comprendido. Sonia nos transmitió la necesidad de ser capaces de defender y poner en valor nuestro trabajo ante los Consejos de Administración de las empresas con datos y cifras. Solo así, se nos comenzará a tomar en serio y dejaremos de ser vistos como pollo sin cabeza que toma medidas en función de la moda del momento.
Aunque todo lo expresado hasta el momento pueda parecer algo básico y fundamental, lo cierto es que la realidad no nos aporta datos esperanzadores en este sentido. Para un porcentaje muy alto de empresas la lógica a seguir sigue siendo el “lo hacemos y ya vemos” y claro, los inventos de este calibre no suelen tener resultados positivos.
A principios de este año escribía un post (que por cierto te animo a leer si aún no lo has hecho) que bajo el título de Queridos Recursos Humanos invitaba a reflexionar sobre qué papel estábamos jugando dentro de nuestros departamentos y empresas y qué papel deberíamos de proponernos alcanzar. Si bien es cierto, en estos doce meses he tenido la suerte de encontrarme con empresas que conscientes de esta necesidad, comienza a dar pasos que los lleven en esta dirección.
Como es final de año y los propósitos para el próximo que llega están ya tocando a nuestra puerta, me voy a proponer una vez más seguir haciendo las cosas de manera distinta, dotando de cordura y datos, muchos datos, a todo lo relacionado con la gestión de personas en la empresa. Sé que me enfrento a una difícil tarea, pero tengo muy claro que tras un pie va el otro y que poco a poco las cosas irán cambiando. ¿Te sumas a este reto?
Fuente: https://alexdurana.com/2017/12/13/lo-hacemos-y-ya-vemos/