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Distracciones internas: 5 ideas para manejarlas

Distracciones internas. Si te parece, llamemos así a los pensamientos que no están relacionados con la tarea que tienes delante.

Qué frustración, cuando intentas concentrarte y tu mente insiste en perderse por los cerros de Úbeda.

Por si acaso, ahora mismo estás leyendo en TBM. Yo soy Casandra. Y lo que sigue son odiosas distracciones.

Hay distintos tipos de distracciones

Las distracciones externas son relativamente fáciles de evitar.

  • Puedes desconectar el teléfono, la tele o cualquier aparato.
  • Decirle a quien corresponda que vas a estar ocupado, para evitar interrupciones de ese tipo.
  • Recluirte en una habitación poco estimulante.
  • O instalar aplicaciones en el ordenador que bloqueen entretenimientos mientras estás trabajando.
  • (Entre otras medidas.)

Vale. No puedes evitarlas todas. El hombre del megáfono, que está vendiendo melones, puede irrumpir sin permiso en tu remanso de paz y concentración.

Por otra parte, están las distracciones internas.

Algunas de ellas también son muy manejables. Como el hambre, la sed o las ganas de hacer pipí.

Te ocupas de todo eso antes de entrar en faena y así evitas que te interrumpan.

El dolor, el cansancio o la somnolencia, tal vez te lo pongan más difícil.

Pero hay un tipo de distracciones internas que, para mí, son las más correosas de todas: los pensamientos involuntarios.

Si tienes sueño, lo arreglas durmiendo.

Pero, como tengas una mente salvaje, de las que campan a sus anchas por los cerros que quieren, cada vez que quieren… el arreglo lleva más tiempo.

El monólogo interno que no cesa

Estás escribiendo un texto sobre las distracciones (como yo, ahora mismo) y un pensamiento irrumpe:

¿Es buena idea comer hoy ensaladilla de pimientos? Como que no me apetece…

No hace falta tener problemas o dudas existenciales para que tus pensamientos te saquen de lo que estás haciendo.

A veces son cuestiones triviales las que pululan por tu mente.

Y son un engorro. Porque te retrasan y consumen energía, al tener que re-concentrarte unas cuantas veces en la misma tarea.

Te dejo unas cuantas ideas sobre cómo intento domar yo mis distracciones internas. Si quieres, apúntame alguna de las tuyas.

Frenando las distracciones internas

Vamos a ello.

1. Ten las ideas claras desde el principio.

Te distraes menos y vas más rápido cuando sabes qué vas a hacer, cómo y por qué.

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La tarea se hace menos engorrosa y cansina. Así te agobias menos y se atenúa la necesidad de escapar, aunque sea pensando en los pimientos.

2. Dale premura a la tarea.

Crea una urgencia artificial. Ponte un límite de tiempo para terminarla.

No te digo que lo hagas con todas tus tareas y que vivas en una aceleración permanente. Pero, si una te ralentiza más de la cuenta, hazlo. Pruébalo.

3. Acostúmbrate al entorno.

La mente asocia el sitio en el que estás con unas actividades u otras.

Elige un lugar agradable para concentrarte y repite con él. Deja que tu mente se acostumbre a lo que haces en ese sitio y a esa hora.

4. Recondúcete cuando te distraigas.

Si estás concentrado y en tu mente saltan los pimientos (u otra cuestión, que no tenga nada que ver con lo que estás haciendo), tráete de vuelta a la tarea.

Ten paciencia. Te tocará practicar bastante, si tu mente es como la mía. Pero cada vez te irá saliendo mejor.

5. Practica durante el día.

Aprovecha las situaciones que gustes para concentrarte en ellas y “estar en lo que estás”, como dicen mis mayores.

Para esto sirve cualquier actividad, de trabajo o de ocio. Puedes elegir misiones pequeñitas o asequibles para la práctica.

Obviamente, cuanto más disfrutes esa actividad, menos trabajo va a costarte meterte en ella y permanecer mentalmente dentro hasta terminarla.

Hay más cosas que puedes hacer para ir ganando en control sobre tu atención: descansar más, meditar, practicar ejercicios de concentración, dejarte influir por personas muy diligentes…

Está en ti que te decantes por unas opciones u otras.

Pero que no te quepa duda, si te lo propones, puedes lograr que tu mente vuelva de Úbeda y no piense en pimientos mientras trabajas.

Fuente: https://tusbuenosmomentos.com/distracciones-internas

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