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Estrategias financieras para crecer con capital propio

En los primeros pasos con frecuencia nos encontramos con empresas que tienen un capital inicial propio, en su mayoría aportado por los socios, pero que en general es insuficiente para iniciar operaciones o hacer crecer el negocio.

Si estás pensando en dar el salto en el corto plazo necesitás anticiparte y definir qué tipo de financiamiento vas a buscar, hacer una planificación financiera te va a permitir conocer los puntos fuertes, debilidades, perspectivas y riesgos del negocio para crecer sin poner en juego la sostenibilidad de la empresa.

Capital o deuda: esa es la cuestión

Improvisar en lo financiero puede tener un costo altísimo, absorber la rentabilidad del negocio hasta incluso convertirlo en inviable. Para evitar estas situaciones es fundamental definir una estrategia de financiamiento que vincule la parte comercial con la  productiva y tener lista una estructura que permita aprovechar las oportunidades cuando surjan.

Independientemente de si tomamos deuda o si recibimos capital, hay factores importantes a considerar.

Si tomás deuda:

  • Si bien pagas una tasa de interés por el capital prestado, tenés un beneficio impositivo por la deducción de gastos de los intereses.
  • Los prestamistas no tendrán participación en las decisiones de negocios.
  • Todas las utilidades corresponderán sólo a los socios sin tener que compartirlas con los prestamistas.
  • Los plazos de los préstamos suelen ser cortos en relación con el horizonte de posibilidades de repago.
  • Es difícil en una etapa inicial acceder a un préstamo a tasas razonables, con excepción de diferentes programas que apoyan a emprendedores.
  • Los pagos fijos afectan al flujo de caja justo cuando se pudiera ocupar el dinero en cuestiones más productivas del negocio, es decir, el costo de oportunidad.

Si recibís capital:

  • Los inversionistas comparten los riesgos empresariales y, de salir mal el negocio, no esperan que se les reintegre su dinero.
  • Los inversionistas aportan conocimientos y experiencia que pueden ser valiosos para la gestión de la empresa.
  • Si la cantidad invertida es grande, es probable que los inversionistas exijan más participación en el control de la empresa.
  • Los inversionistas esperan compartir las ganancias, cuando las haya. Es importante que en el compromiso firmado quede asentado el porcentaje de las utilidades a las que tendrán derecho en proporción con su inversión.
  • Si no hay utilidades en los primeros años de operación, no hay obligación en ese lapso de pagar dividendos.
  • Aún cuando se tenga el control administrativo, los socios tienen la obligación de tomar las decisiones que más convengan a todos los inversionistas.
  • Los rendimientos que esperen los inversionistas pueden ser altos, porque su inversión conlleva más riesgo y es a más largo plazo.
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Entonces, ¿cuál conviene?

La decisión de financiarse con un crédito o con aportes de capital debe basarse principalmente en las posibilidades de la empresa de generar flujos de fondos que permitan afrontar todos los compromisos de la compañía. En el caso de los préstamos, es importante considerar desde cuándo comienza a desembolsar la cuota, si los mismos tienen período de gracia o no, el sistema de amortización del capital y el tipo de tasa de interés. En el caso del capital aportado, no hay necesidades de desembolsos inmediatos.

A su vez, para cada tipo de financiación existen diferentes formas de instrumentarlas, ya sea a través de mecanismos como el crowfunding, búsqueda privada de inversores, entidades que apoyan a emprendedores, etc.

Es conveniente evaluar las diferentes formas de financiación entendiendo el momento del negocio y considerando que cada caso debe ser evaluado con sus particularidades. Seguramente a una startup le resulte más beneficioso y accesible en una etapa inicial financiarse con inversores. A su vez, en la medida que el negocio tome volumen y tenga mayor capacidad y acceso crediticio, considerar la posibilidad de tomar deuda para expandir o acelerar el proceso de crecimiento.

En fin, de una buena combinación de capital y deuda se desprende el costo financiero del negocio, lo que impactará tanto en el flujo de caja como en la rentabilidad.

Fuente: https://www.endeavor.org.ar/estrategias-financieras-crecer-capital-propio/

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