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Por qué no logras tus objetivos y cómo solucionarlo

 por Diana Rebollar. 

Mucho se ha escrito sobre la importancia de fijarse metas para conseguir avanzar en la dirección correcta.

Doy por hecho que te has planteado objetivos en muchas ocasiones y que es posible que ahora también estés trabajando en alguno.

Sin embargo, a veces pasamos por alto la verdadera razón por la que es importante fijarse metas.

Algo así como: el verdadero objetivo de fijarse metas

Qué es lo que motiva a la gente a fijarse metas

Lo normal es que cuando te fijes metas estés enfocado en el resultado final que quieres lograr. Como puede ser perder peso, aprender inglés, dejar de fumar, etc.

Puede que incluso esa sea tu única motivación.

Esto significa que estás pasando por alto algo tan importante, que a veces hace que no cumplas tus objetivos, y otras veces, hace que aunque los cumplas no te sirvan de mucho, ya que al poco tiempo estás de nuevo en el punto de partida ¿Te suena?

Y no me malinterpretes, fijarse metas está muy bien, de hecho es el primer paso que debes tomar. Pero si de verdad quieres interiorizar tus logros necesitas ir un poco más allá.

Si eres lector del blog ya sabes la importancia que tiene la mentalidad en todo lo que haces.

Y es precisamente la mentalidad lo que va a hacer que persigas tan solo aquellas metas que te sean propias y no impuestas, y además, que sus resultados sean permanentes.

Método convencional para cumplir objetivos

El método convencional es aquel que pone el foco en el objetivo en sí. En la meta que deseas conseguir. Cuando en realidad, el objetivo es tan solo una métrica.

Imaginemos el ejemplo de una persona que pesa 130 kilos, y se pone como objetivo pesar 90 kilos dentro de 1 año.

El método convencional quedaría resumido en una dieta estricta y ejercicio cardiovascular regular hasta conseguir el peso deseado.

Los 3 primeros meses la dieta sería absolutamente estricta y se pasaría de no hacer nada de deporte a hacerlo una media hora al día.

Si consigue cumplir los 3 meses los resultados serían asombrosos. Sin embargo, dicha persona estaría deseando que se acabasen para entrar en la fase 2.

La fase 2 serían 6 meses de dieta estricta, pero incluyendo algunos alimentos más. Además, aumentaríamos el volumen de ejercicio a unas 5 horas a la semana.

De nuevo, si el individuo consigue superar este periodo de 6 meses las diferencias serían asombrosas. Pero otra vez esta persona estará soñando con que lleguen los últimos 3 meses de plan.

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En la tercera y última fase del plan, la dieta, aunque seguiría privando de muchos productos, ya incorporaría los suficientes alimentos como para poder hacer vida social. El deporte se mantiene en 5 horas semanales como mínimo.

El año se acaba y el individuo vuelve a hacer vida normal.

¿Qué crees que va a ocurrir a partir de ahora?

Dónde cojea el método convencional

El método convencional que he desarrollado en el apartado anterior, no es el más adecuado para cumplir objetivos. Cojea, principalmente, en los siguientes 2 aspectos.

El cumplimiento de metas es una carrera de fondo

Cuando alguien se propone un objetivo tiene mucha motivación, lo que le lleva a empezar “dándolo todo”, pero a los pocos días no es capaz de aguantar el ritmo y acaba abandonando.

El resultado es similar a aquel que lleva años sin hacer deporte y el primer día que sale a hacer running, parece que le sigue un león. Al minuto no puede más.

El cumplimiento de metas se asemeja a una carrera de fondo, no a un sprint.

Lo que hay que hacer es justo lo contrario.

Salir el primer día y correr 20 minutos con 10 descansos. El segundo día correr 20 minutos con 8 descansos. El tercer día correr 20 minutos con 6 descansos y seguir así hasta conseguir correr los 20 minutos seguidos.

Igual de absurdo que resulta correr 20 minutos a sprint el primer día, debe resultarnos empezar con el plato fuerte el primer día en cualquier objetivo.

El efecto rebote

La gente se enfada cuando hablan del efecto rebote, pero es que el efecto rebote es pura lógica.

Cuando una persona lleva a cabo el tipo de dieta descrita en el apartado anterior, está soñando con que acabe el año para poder volver a lo de antes. Y eso no sirve para nada.

Si vuelves a lo de antes, volverás a estar como estabas antes. Habrás estado 1 año interpretando un papel que no te gusta y con el que no te sientes identificado. Por lo tanto, no habrá servido de nada.

Los resultados que has obtenido pertenecen al papelón que has estado interpretando, y en el momento en que se vaya el papel, los resultados, se irán con él. Así de sencillo.

Al acabar el año de dieta, serás la misma persona que empezó la dieta, con 40 kilos menos, pero la misma persona.

Tan solo habrá sido un cambio superficial, como consecuencia del papel que has estado interpretando. En el momento en que dejas de interpretar, eres el mismo de antes.

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Entonces… ¿Cómo cumplir tus objetivos y mantenerlos en el tiempo?

 

Los 3 pasos que te llevarán a alcanzar tus metas de manera definitiva

 

 

Después de reflexionar sobre el método convencional, es posible que al igual que yo, hayas llegado a la conclusión de que no es la manera más efectiva para cumplir tus objetivos.

Por un lado, la tasa de abandono es altísima, debido a que se empieza muy fuerte, pero se acaba cayendo en picado.

Y por el otro lado, no se consigue un cambio profundo en la persona, lo que hace que tarde o temprano, se vuelva al punto de partida.

Para alcanzar tus metas, y mantenerlas en el tiempo, es más efectivo seguir los siguientes 3 pasos.

Desea cambiar

Para conseguir que los resultados obtenidos de alcanzar la meta se mantengan en el tiempo debes convertirte en el tipo de persona que consigue lo que tú quieres conseguir.

Si fueses la persona del ejemplo anterior, que desea bajar de 130 kilos a 90 kilos, debes querer convertirte en una persona saludable.

Es decir, en una persona que come sano y que hace deporte de manera regular. Mientras no quieras convertirte en esa persona, no vas a conseguir tu objetivo.

Porque tu objetivo real no es adelgazar 40 kilos, tu objetivo es pesar 90 kilos o menos de manera permanente y para ello tienes que convertirte en una persona diferente a la que eres cuando pesas 130 kilos.

Sea lo que sea lo que te plantees en la vida, piensa en qué persona tienes que convertirte para conseguirlo y si estás dispuesto a ello.

Todos queremos hacer cosas, eso no es importante, lo importante es saber a qué estamos dispuestos a renunciar para conseguirlo.

Esto es aplicable a todas las metas que te propongas.

Si quieres aprender inglés debes convertirte en una persona que habla inglés frecuentemente, o en una persona que lee inglés a menudo, o que ve películas o escucha podcast en inglés cada semana. Ya que el tipo de persona que eres hasta ahora (si no sabes inglés) es el de una persona que no sabe inglés.

Si quieres comenzar a ahorrar, debes convertirte en el tipo de persona que ahorra, es decir, aquella persona que tiene unos hábitos financieros saludables.

Planificar

Una vez que has decidido lo que quieres, y estas decido a pagar el precio, el cambio debe ser siempre gradual. Por muchas ganas que tengas al principio, no quieras hacerlo todo el primer día, lo importante es trabajar todos los días en ello.

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Imagina que tu meta es subir al Everest ¿A qué no se te ocurriría hacerlo de un salto?

Más bien planificarías la ruta al detalle, aunque teniendo en cuenta que por el camino pueden surgir imprevistos que te hagan modificar tu ruta.

Con tus objetivos ocurre lo mismo. Párate a reflexionar sobre los pasos que debes dar hasta llegar a tu destino. Y divide el objetivo en pequeñas tareas que hacer en el día a día.

¡Toma acción!

Este tercer punto es obvio. Pero es el más importante y donde más solemos fallar.

Cumple con tu planificación y si un día fallas, no hagas de la excepción la regla. Sigue trabajando en tu objetivo.

Tal y como explica Alberto, cambiar de hábitos es un proceso que requiere tiempo y dedicación.

Seguro que la persona en quien te quieres convertir no se rinde a la primera de cambio.

Por perder una batalla, no des dar la guerra por perdida.

Conclusiones

Es posible que en el pasado te hayas planteado objetivos que no lograste cumplir. Y seamos sinceros, seguro que algo tuviste que ver tú en ello, pero también es posible que el método no fuese el mejor.

Es una pena que una persona con ilusión y ganas en conseguir un objetivo acabe sin conseguirlo por una mala metodología.

No seas uno de ellos.

Quiero que reflexiones sobre los objetivos que te planteaste al inicio del año (si no te planteaste ninguno ahora es el momento) y que los repases (o que los crees) teniendo en cuenta los 3 puntos desarrollados en el post:

  1. Desea cambiar.
  2. Planificar
  3. ¡Tomar acción!

Piensa que tus objetivos son importantes, si te los has planteado es por algo.

Fuente https://www.abcoach.es/no-logras-tus-objetivos-solucionarlo/

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