El desarrollo personal equivale a oportunidades, pero… ¿estás sembrando?
por Javier Iriondo
El desarrollo personal es la capacidad que todos tenemos de mejorar, de aprender, de evolucionar y superarnos. Es la posibilidad que tenemos para adquirir nuevas habilidades, desarrollar nuevos talentos y así, aumentar nuestro potencial para crecer como personas y alcanzar metas más elevadas.
A través de esa evolución personal somos capaces de encontrar y crear más oportunidades, alcanzar nuevos sueños y mejorar en distintas áreas de nuestra vida. Sin duda, es algo fundamental y es muy fácil de darnos cuenta de este aspecto cuando miramos a nuestro entorno: todos conocemos personas con las que antes nos sentíamos muy identificadas y puede que en la actualidad no tanto, o apenas nada.
Hay personas que han tenido una gran evolución y otras siguen siendo exactamente como era hace años. Incluso, a veces te miran de forma extraña como diciendo que has cambiado mucho, ya no eres quien eras –menos mal, pienso yo-, aunque a lo mejor el problema es que esas personas no han cambiado nada.
Sin embargo, la vida y el mundo no dejan de cambiar, ni dejarán de hacerlo, y si nosotros no hacemos un esfuerzo para seguir aprendiendo y adaptarnos a ese cambio, nos podemos quedar obsoletos. A día de hoy hemos entrado de lleno en la era del cambio y de la incertidumbre, donde la capacidad de adaptación es una habilidad que es y será cada vez más necesaria.
1. ¿QUÉ ES EL DESARROLLO PERSONAL?
Entre muchos aspectos, el desarrollo personal te empodera y te da herramientas para desarrollar esa capacidad de cambio, de adaptarte a lo desconocido o a lo que inicialmente nos puede provocar dudas y miedos. Depende en gran medida de la confianza en nosotros mismos, que es lo que realmente nos otorga un mayor nivel de seguridad y lo que la mayoría de las personas buscan.
Sin embargo, debemos comprender que la seguridad no la da un resultado (eso puede cambiar y el efecto es temporal), sino que nace de la confianza en uno mismo, de la capacidad de enfrentarse a los cambios con una actitud más positiva o de afrontar la adversidad con más determinación. Todos ellos son aspectos que podemos ir adquiriendo a través del autoconocimiento y el desarrollo personal.
► Lamentablemente, nos han educado con cierto miedo al cambio
Cada cierto tiempo recibimos notificaciones que nos avisan que debemos actualizar el software de algún aparato. Si no lo hacemos, su funcionamiento no será el óptimo, no rendirá a su máximo potencial y a nosotros nos ocurre exactamente lo mismo.
Nos han educado con cierto miedo al cambio, a la falta de control -que se traduce en incertidumbre-, pero tenemos que verlo como una oportunidad y abrazarlo porque será una constante a lo largo de nuestra vida.
El cambio es la esencia del desarrollo personal y por eso cuando hablamos de «transformación» nos referimos a la unión de dos palabras: «trans» que viene de girar, cambiar y «formación» que es el cómo. Cambiamos a través de nuestra formación, del aprendizaje y la evolución.
De hecho, la efectividad personal aumenta a través de la autoconciencia, la comprensión de uno mismo. Ese darse cuenta de lo que sucede en nuestro interior, esa toma de conciencia, nos ayuda a resolver conflictos y a manejar de forma más efectiva nuestras emociones, nuestras fortalezas y habilidades en distintas situaciones.
► Cuando hablamos de evolución, hablamos de un cambio de identidad
Cuando hablamos de transformaciones profundas, no de pasajeras, hablamos de un cambio de identidad, de un cambio en la percepción de uno mismo, de una ruptura con viejas limitaciones que abren puertas para expandir ese potencial innato que todos tenemos para mejorar.
A veces una simple frase, un artículo, una conferencia, un libro o una nueva perspectiva que alguien nos ofrece, nos hace ver algo que no estábamos viendo, nos abre una puerta para ver las cosas desde otro punto de vista, nos ayuda a comprender algo que estaba causando sufrimiento en nuestro interior porque no podemos cambiar lo que no comprendemos. Por esa razón la comprensión es fundamental.
Desde hace miles de años, desde que el ser humano tiene uso de razón, hemos buscado constantes respuestas a los dilemas de la vida. Desde la Biblia u otras muchas religiones, a los Sutras de Patanjali, Buda, los antiguos filósofos griegos, o Marco Aurelio, Séneca y otros muchos, esa búsqueda de comprensión y evolución han sido y serán constantes. Al final, la filosofía y el desarrollo personal son como el oxígeno para un buceador…
2. ¿PARA QUÉ SIRVE EL DESARROLLO PERSONAL?
Esa evolución personal y aumento de la confianza nos lleva a creer más en nosotros mismos, lo cual se transforma en oportunidades que de otra manera no llegarían. O dicho de otro modo: esas oportunidades no se presentan hasta que nos convertimos en la clase de persona capaz de afrontarlas.
Eso mismo sucede con la creatividad: cuanto más crecemos y aprendemos, también lo hace nuestra habilidad creativa; cuanto más capaces nos sentimos, nuestra mente más se libera de viejas creencias limitantes que nos frenan. Solo entonces aumenta nuestra capacidad de creer y crear.
La confianza personal que nos otorga el constante aprendizaje y nuestro desarrollo personal es el punto de partida hacia nuevas metas y objetivos. Esa evolución nos abre nuevas puertas a nuevas oportunidades, creando una renovada y más amplia visión de lo que podemos hacer y lograr. Incluso, aumenta nuestra capacidad para retarnos y perseguir nuestros sueños, aquello a lo que aspiramos y a la clase de persona en la que nos podemos convertir.
Desde ahí es desde donde podemos comenzar a liberarnos de dudas y transformarlas en confianza y determinación, sabiendo que aunque ciertos miedos estén presentes, no nos van a frenar, que vamos a pasar a la acción.
En ese reto es donde está la verdadera evolución, ahí es donde comenzamos a descubrir cuál puede ser nuestro verdadero potencial.
3. TODOS TENEMOS UNA INMENSA CAPACIDAD DE MEJORA
Llega un momento en la vida en el que hay que dejar de mirar a otro lado y en el que decides que es el momento de mirar hacia dentro, porque el único responsable de tu progreso personal eres tú. Nadie puede hacer dieta por ti, nadie puede hacer las abdominales por ti, tú eres responsable de tu propio desarrollo, de tu vida, porque ésta, aquí y ahora, es tu vida.
¿La formula? No hay una, hay muchas, muchos caminos, muchos métodos, y cada uno tiene que encontrar el suyo, porque cada persona tiene diferentes objetivos y necesidades. Cada uno de nosotros nos identificamos con unos libros más que con otros. Tal vez te identificas con los míos o con los de alguien muy opuesto. Hoy en día tienes acceso a miles de conferencias , cursos, yoga, podcast o terapias, hay diferentes formas de aprender y mirar hacia adentro para comprender; otros se lanzan a la aventura, al desafío del descubrimiento.
Independientemente de la situación personal de cada uno, ese espacio de mejora es algo que todos tenemos. Nadie llega a un tope y ya está. De hecho, a nivel mental, emocional y personal siempre podemos mejorar y esa es nuestra responsabilidad.
No podemos ser otro, alguien distinto de lo que somos, pero sí una versión mucho mejor. Es más: si no mejoramos, si no cambiamos, difícilmente podrá mejorar nuestra vida y, sinceramente, creo que todos queremos mejorar algún aspecto de nuestra vida y eso está en nuestras manos.
Nuestro desarrollo personal es nuestro reto; conquistarnos a nosotros mismos, tener mejores hábitos, más disciplina, leer más, aprender más, hacer que nuestra mente no sea nuestro enemigo, sino nuestro mejor aliado. Ese es nuestro mayor desafío. Es un desarrollo espiritual/emocional, físico y mental, y esos son los tres aspectos fundamentales. Por cierto, échale un vistazo a la Pirámide de Maslow para ampliar este punto.
4. LAS COSAS MÁS IMPORTANTES DE LA VIDA NACEN DEL INTERIOR
No tiene que ver con lo que logramos, ni hay que medirse por los resultados, que es lo que a muchos les provoca el miedo por la comparación. La cuestión no es qué consigo, sino en quién me convierto. No lo olvides: siendo más, también podemos lograr más.
Jim Kiwik dijo: si rompemos la cáscara de un huevo (desde afuera) que está en fase de incubación, la vida se acaba. Pero cuando ese huevo se rompe desde dentro, por su propio crecimiento interno, la vida comienza.
Lo mismo sucede si abrimos el capullo que envuelve a la mariposa: la estaremos condenando porque no podrá volar. Ella debe ser capaz de romper por sí misma el capullo para fortalecer sus alas y así poder salir volando en busca de flores.
Nosotros, ante todo, debemos de perderle el miedo a salir de la zona de confort.
Las cosas más importantes de la vida siempre nacen del interior. Todo ser vivo nace y tiene una fase de crecimiento, una fase de desarrollo y evolución, y nosotros no somos diferentes.
Sin embargo, si queremos seguir progresando, si queremos mejorar en nuestra vida, tiene que haber un nuevo crecimiento, una nueva evolución personal que nazca de nuestro interior.
5. ¿Y POR DÓNDE EMPIEZO MI EVOLUCIÓN PERSONAL?
Haz lo que tengas que hacer a pesar de las dudas. Desarrolla y trabaja tu inteligencia emocional, tu comprensión y empatía. Aprende con la experiencia y con los conocimientos que pueden ofrecerte algunos cursos de desarrollo personal y liderazgo (el mío ya va por la 8ª edición). Sigue progresando para alcanzar tu potencial, que no es más que la diferencia que hay entre lo que somos y lo que podemos llegar a ser.
El cambio primero es interno y, cuando esto sucede, podremos ver los resultados externos, los resultados de la cosecha que hemos sembrado. Así que no dejes de sembrar tu interior.
Y tú, ¿lo estás haciendo ya? Déjame tu reflexión en la zona de comentarios.
Fuente https://javieririondo.es/2015/06/27/desarrollo-personal/
