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11 Ejemplos de cómo insertar espacios de calma en tu día

Los espacios de calma que insertas durante el día ayudan a manejar el estrés. Son descansos que benefician tu productividad y tu salud.

Aquí tienes ejemplos o ideas para usarlos.

¿Cómo y para qué puedes insertar espacios de calma en tu día?

Seguro que, cuando veas estos ejemplos, se te ocurren unos cuantos más adaptados a tu rutina diaria. Mejor. Usa los que gustes, como gustes y cuando gustes.

Por cierto, en un espacio de calma no tienen cabida el teléfono ni otras personas. Los estímulos son mínimos.

Son unos minutos o unos segundos en los que decides parar el carro. Y puedes tomártelos de pie, sentado, tumbado o caminando, con distintas finalidades.

Se te ocurre poner un espacio de calma para…

1. Descansar de los estímulos. Te sientes bombardeado por la información, que sigue cayendo sin darte tiempo a asimilarla ni a centrarte en una cuestión concreta. Entonces, te dices a ti mismo que frenar unos minutos es buena idea.

2. Hacer transición de una tarea a otra. Empleas mucha energía en una tarea. Y, como te espera otra que también demanda lo suyo, decides darte un espacio para recuperar fuelle físico y mental.

3. Generar ideas o concentrarte. ¿La tarea que sigue te pide creatividad? Perfecto. Cuando tu mente está tranquila, produce buenas ideas. Aprovechas el espacio de calma para dejarte acariciar por la inspiración.

4. Oxigenarte. Especialmente en un día intenso, en el que no terminas con una misión cuando tienes otra en la puerta. ¿Agobio? No, gracias. Decides tomarte unos instantes para respirar despacio, impidiendo que el estrés se acumule.

5. Recordar por qué estás haciendo esto. ¿Qué razón importante hay que te mueva a hacer lo siguiente del día? Te tomas un momento para remotivarte dándote la respuesta.

6. Repasar lo aprendido, procesar la información. Terminas una misión. Llámese: tarea, clase, llamada, lectura… cualquiera en la que decidas que es buena idea poner orden en los datos que acaban de entrar en tu mente. Ahí, antes de ocuparte de lo próximo, decides regalarte otro espacio de calma.

7. Escuchar el “silencio”. ¿A que es especialmente placentero cuando vienes de un ambiente ruidoso o con murmullos incesantes? Decides salirte unos minutos del bullicio y todo tu ser lo agradece.

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8. Quitarte el mal sabor de una interacción tensa o poco afortunada. Acabas de tener un encuentro difícil con una persona. Para recobrar la calma y la energía, te das un espacio de silencio.

9. Ensayar una situación en la que vas a verte pronto. ¿Te estresa una misión difícil que se acerca desde el horizonte? Decides darte un lapso de calma, para estudiar la situación e imaginarte resolviendo la papeleta de un modo eficaz.

10. Hacer examen del día. Para reflexionar sobre tus aciertos, errores, gracias o desgracias de hoy, te tomas unos instantes también.

11. Aparcar las tensiones del día. Muy recomendable en esos momentos en los que tu mayor deseo es dormir y descansar a pierna suelta.

¿Qué espacios de calma pones en tu día?

Los espacios de calma son como los compases de silencio en la pieza musical, que es este día. Ponen orden, claridad y hacen que tu obra suene más bonita. 😉

Y, ya que tú eres el compositor, a ti te corresponde decidir dónde van esos compases.

¿Qué espacios de calma vas a usar hoy?

Fuente https://tusbuenosmomentos.com/espacios-calma

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