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Tener inteligencia emocional es buen negocio

Por Ana Sarmiento 

Hoy la simplifico en 4 puntos, para que cada uno pueda determinar su coeficiente emocional y qué tan cerca te encuentras de pertenecer a la pequeña élite de líderes.

1. ¿De dónde viene y por qué es tan importante la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional comenzó a ganar popularidad en la década de los 90 con las publicaciones del periodista-psicólogo estadounidense Daniel Goleman, a quien hoy en día reconocemos como una de las máximas autoridades en el tema.

Sin embargo, él comenzó solo como divulgador, eso sí uno excelente, de las investigaciones de los psicólogos Peter Salovey (Yale) y John Mayer (Universidad de Yale de New Hampshire). El tema causó una verdadera revolución en el mundo de los negocios, que hoy en día se afirma que si hay dos personas igualmente capaces a nivel intelectual, la que sacará ventaja será la que tenga un coeficiente emocional más alto.

«Los factores que mejor ‘discriminan‘, entre un grupo de personas igualmente inteligentes, a quienes mostrarán una mayor capacidad de liderazgo, no son el coeficiente intelectual ni las habilidades técnicas, sino las relacionadas con la Inteligencia Emocional».  – Daniel Goleman –

2. ¿Cómo saber si eres una de las personas que va a destacar por su inteligencia emocional?

La inteligencia emocional es una destreza que permite monitorear tus emociones, diferenciarlas y emplear esa información para guiar tu forma de pensar y de actuar. En otras palabras, de usar tus sentimientos para resolver problemas laborales y ser más efectivo en el puesto de trabajo. La inteligencia emocional te da, entre otros, la capacidad de:

• Motivarte a ti mismo.
• Tomar conciencia de tus miedos y manejarlos.
• Perseverar en el empeño, superando las frustraciones que aparezcan en el camino.
• Controlar tus impulsos.
• Ser capaz de abstenerte de algo hoy, porque sabes que la recompensa a largo plazo será mayor.
• Regular tus estados de ánimo.
• Evitar que la angustia te bloquee la razón.
• Desarrollar los hábitos que sabes que favorecen tu productividad.
• Interpretar y enfrentar los sentimientos ajenos, incluidos los desagradables sin llegar a herir.
• Desarrollar empatía y confianza con los demás
• Trabajar bien en equipo.
• Engancharte con tu trabajo diario.

Toda esta maravilla se se mide a través del coeficiente emocional y para lograrla tienes que desarrollar 2 de los 8 componentes del modelo de las inteligencias múltiples del científico Howard Gardner:

• La inteligencia intra-personal (hacia adentro)
• La inteligencia inter-personal (hacia afuera)

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3. ¿Eres inteligente a nivel intra-personal?

La inteligencia intra-personal está asociada a la interacción contigo mismo y a tu capacidad de conocer tu propio carácter, que es una tarea que suena más fácil de lo que en realidad es.

Eres bueno en este campo si…

• Reconoces y comprendes tus propios deseos, lo que te motiva, lo que se convierte en detonante y cómo se gestan tus intenciones.
• Conoces los valores, talentos y fortalezas, que necesitas para producir un desempeño sostenido.
• Enfrentas tus miedos.
• Elaboras tus sentimientos en lugar de suprimirlos y actúas como si no hubieran pasado.
• Etiquetas tus emociones (como el la película de Inside- Out) y usas esa información para entender y regular tu propio comportamiento.
• Analizas tu propia conducta.
• Te comprendes y trabajas bien contigo mismo. Si sueles decir «es que no me entiendo ni yo», no harás muchos puntos aquí 😉

Al desarrollar habilidades intra-personales consigues un modelo viable y efectivo de ti mismo. Te vuelves capaz de auto-regularte, de ponerte en situaciones que resulten favorables y logras evitar o manejar las que no te convengan. Todo esto aumenta tus posibilidades de ascenso y bonificación, y te lleva a la cúpula del liderazgo.

“Al desarrollar habilidades intra-personales consigues un modelo viable y efectivo de ti mismo.”

4. ¿Eres inteligente en el plano inter-personal?

La inteligencia inter-personal, la que va hacia afuera, es la que te ayuda a notar y entender las intenciones, motivaciones y deseos de los demás.

Tienes un coeficiente emocional alto en este campo si…

• Te comunicas con otros teniendo en cuenta sus diferentes estados de ánimo, temperamentos, motivaciones y habilidades… Ojo, no los tuyos.
• Conoces los talentos y fortalezas de los que te rodean y los utilizas para el bien común.
• Puedes asumir diversos roles dentro de grupos, ya sea como líder o como un miembro más del equipo.
• Ves distintos puntos de vista y aprecias valores y opiniones diferentes a las tuyas.
• Estableces amplias redes sociales con facilidad.
• Sabes comunicarte con las personas y también «leerlas».
• Tienes capacidad de convocatoria y enganchas a la gente a tu alrededor.

Si tienes habilidades interpersonales notables cuentas con una alta percepción de los sentimientos y estados de ánimo de los demás. Eres de buen trato, te mueves como pez en el agua con las personas y despiertas la simpatía de jefes, pares y colaboradores, lo cual también incrementa tus posibilidades de ascenso y bonificación, y por supuesto, de ascender en la escala organizacional.

Desde cualquier ángulo resulta buen negocio trabajarle a la inteligencia emocional. Al final, vas a estar más a gusto contigo mismo, con los demás y aumentarás las posibilidades de una promoción laboral y obtener más ingresos. Sobra decir que para las organizaciones tener Millennials inteligentes emocionalmente equivale a tocar el cielo con las manos.

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