Por Juan Carlos Jiménez.
La inteligencia emocional es un factor importante de nuestra felicidad, no sólo en el trabajo, sino también en las relaciones personales en todas las áreas de la vida.
Nos permite conocer nuestras emociones para saber cómo controlarlas y comunicarnos con otras personas de manera más productiva.
Para que la ejercites y desarrolles, toma en cuenta las cosas que hacen con más frecuencia las personas que han desarrollado más su inteligencia emocional:
Las personas emocionalmente inteligentes han hecho una decisión consciente de no gastar demasiado tiempo y energía centrada en las dificultades.
Buscan soluciones, se concentran en lo que son capaces de hacer y lo que está en el ámbito de su control.
No pierden tiempo escuchando a los quejosos y tienden a evitar a las personas negativas. Las personas negativas consumen energía y no están dispuestos a dejar que otros agotan su vitalidad.
Pasan tiempo con otras personas positivas y se ven en el lado brillante de la vida. Tienden a sonreír más y atraer a otras personas positivas. Su calidez, apertura y actitud hace que otros los vean más dignos de confianza.
A pesar de su carácter amistoso, también son capaces de poner límites y hacerse valer a sí mismos cuando es necesario. Demuestran cortesía y consideración, pero se mantienen firmes con sus ideas.
No hacen enemigos innecesarios. Piensan antes de hablar y se dan tiempo para calmarse si sus emociones parecen llegar a ser abrumadoras. Respetan sus tiempos y los compromisos. Saben cuándo tienen que decir “no”.
Aprenden de sus errores del pasado y lo aplican a sus acciones en el futuro. Nunca ven el fracaso como permanente.
Saben tener presente y enfocarse en sus metas de corto, mediano y largo plazo. Entiende que esta visión es clave para avanzar.
Saben lo que los hace felices y buscan oportunidades más interesantes para ampliar ese disfrute. Sienten placer y satisfacción al compartir y ver a los demás felices y realizados.
Abordan con asertividad los conflictos para sobrepasarlos mejor. No se aferran a la ira. Usan los incidentes para mejorar su conciencia sobre cómo evitar que sucedan de nuevo.
Saben perdonar y pasar la página en función de no cultivar resentimientos. En este sentido, le dan un contexto a las experiencias conflictivas pasadas para que cicatricen de verdad.
Son aprendices de por vida. Están en constante crecimiento y evolución. Son abiertos a nuevas ideas y siempre dispuestos a aprender de los demás.
Al ser pensadores críticos y flexibles mentalmente, pueden cambiar de opinión si alguien presenta una idea mejor.
Están abiertos a las ideas de los demás y la recolección continúa de nueva información. Confían en sí mismos y su propio juicio para tomar la mejor decisión.
Juan Carlos Jiménez.
Director Creativo, Consultor, Escritor y Conferencista.
Miranda Area, Venezuela.
Marketing y publicidad.
Actual: Empléate.com, Cograf Comunicaciones.
Anterior: IN Advertising, Fabriart Ediciones, Pegaso Publicidad.
Educación: Universidad Cecilio Acosta.
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