Los jugadores ambidiestros no son valiosos sólo en los deportes, en el terreno de los negocios también es una habilidad muy preciada en un líder y va más allá de una capacidad motriz. Un líder considerado “diestro” (gobernado por el lado izquierdo del cerebro) apela a sacar el mayor provecho a las condiciones actuales al optimizar el modelo de negocios; un líder “zurdo” estará más orientado a la innovación y creatividad con el fin de redefinir el modelo de negocio de acuerdo a lo que el mercado demanda.
En medio de un ambiente empresarial que cambia constantemente, con nuevas realidades del trabajo y una evolución digital que permea y transforma cada proceso y persona dentro de la organización, la habilidad de un líder para ser ambidiestro no solo es deseable, sino que puede significar la diferencia en la supervivencia de su negocio.
Nos enfrentamos a la necesidad de aprender a transitar por ambos caminos: mantener la eficiencia y productividad de nuestras organizaciones bajo las condiciones de operación habitual, al tiempo que vigilamos los cambios en el mercado y en el comportamiento de los clientes, para evolucionar el modelo de negocio actual a su versión 2.0.
Para pensar como ambidiestro, debemos permitir cierto caos en medio de un ambiente controlado. La eficiencia y la innovación juegan en el mismo campo con una meta común: seguir creciendo sin quedarnos obsoletos