PyMes: oportunidad para “el día después”

Hace dos semanas organizamos desde Fundación Contemporánea una charla virtual con más de 30 empresarios pymes de nuestra ciudad. La convocatoria era sencilla: “una visión para las pymes desde las Pymes”. El título conllevaba una redundancia adrede y deliberada. El sentido era llamar la atención de que quiénes elaboran la política económica del país suelen desconocer el mundo Pyme. Y allí están los resultados. Llevar adelante una Pyme, dar trabajo en la Argentina se torna en una tarea heroica. Los empresarios pymes son héroes silenciosos a los que nadie les lleva el apunte. Por ello llegó la hora de que hablen y pongan sobre la mesa lo que aportan a la economía nacional.

La charla no la dió un analista, un consultor o un académico como estamos acostumbrados. En esta oportunidad la tuvo a cargo un empresario pyme real, de carne y hueso, segunda generación de una empresa familiar alimenticia que está por cumplir milagrosamente 80 años de vida. Alejandro Bestani, dueño de industrias INCA, nos comentaba algunas cuestiones que en este contexto tan duro que le toca atravesar al mundo y en particular a nuestro país, comienzan a tener especial relevancia cuando se piensa el día después de la Pandemia.

En primer lugar, el universo pyme genera casi la mitad del producto nacional, es decir, 168 mil millones de dólares. Y si sacamos el peso del Estado de la cuenta, su aporte a la economía del país sube al 76%. Esto ya nos indica a las claras que son el actor económico y social por lejos más relevante y dinámico del país. Ni hablar si repasamos las cifras de empleo. Las Pymes son alrededor de 600 mil y generan más del 70% del empleo registrado y no registrado argentino. Más de uno me dirá que esto es una obviedad, sin embargo, me gustaría decir que a la hora de tenerlas en cuenta, esa obviedad desaparece.

A su vez, el universo Pyme, a diferencia de las grandes, se encuentra desperdigado y atomizado en toda la geografía argentina. Esto le otorga una territorialidad y capilaridad excepcional. No están en un pueblito por conveniencia, sino que se afincan allí por historia, por afectividad, porque son de ahí y quieren seguir siendo de ahí. Cuando la cosa viene fea, no tienen espalda, pero ponen el pecho para tomar riesgo y tratar de salir adelante, no les queda otra. Esa gimnasia las hace sumamente versátiles a un punto a veces sorprendente.

Alejandro compartió un dato muy elocuente que sorprendió a la audiencia y que nos debería llevar a tomar medidas concretas para apoyar el sector. El endeudamiento total de las Pymes con el sistema financiero, a cifras de diciembre de 2019, ascendía sólo a 6430 millones de dólares, menos del 2% del producto nacional, mientras que la deuda de las grandes empresas rondaba los 24000 millones de dólares. Cuando contrastamos con lo que generan cada uno, las pymes 168 mil millones de dólares y las grandes 52000 mil millones de dólares, podemos calcular cómo se apalanca cada peso invertido en ambos sectores. Así podemos concluir que cada peso de financiamiento invertido en una pyme se apalanca 12 veces más que el peso que se presta a una gran empresa.

Por aquí tenemos una primer conclusión: en tiempos en que el dinero prestable escasea, a quiénes convendría financiar? A juzgar por los números compartidos, las pymes van a multiplicar por 12 cada peso que les presten. Interesante. Y por qué no sucede? Esta es una de las tantas cosas que se deben cambiar de raíz. El sistema financiero no está armado para prestarle a las Pymes. Por ello, algo tiene que cambiar y rápido.

Vivimos escuchando que para salir adelante y llevar al desarrollo a nuestra gente, tenemos que generar condiciones para crear empleos. Sin embargo, hace mucho tiempo que no se toman medidas para que esto ocurra. Cuando hablamos con empresarios Pymes todos refieren el enorme peso que representan los costos laborales que implica sumar un empleado. A ello debemos sumarle la multiplicidad de impuestos con que las grava el Estado. El más emblemático: ingresos brutos.

Argentina post pandemia va a necesitar un shock de empleo por donde se lo mire, dado que la destrucción de puestos de trabajo será de magnitud. Parece ser entonces este el momento oportuno para generar las condiciones adecuadas. Se impone como nunca antes la necesidad de bajar el costo laboral y el agobio impositivo a nuestras empresas pequeñas y medianas.

Lo que me más sorprendió en los 3 años que visité diariamente las empresas de nuestra ciudad y la región fue, que pese a las circunstancias adversas que planteaba la macroeconomía y el ninguneo permanente sobre ellas, todas tenían planes de sumar a un empleado más, comprar una nueva máquina, adquirir más capital de trabajo para producir más, siempre y cuando se las acompañaran con las medidas adecuadas.

En definitiva, las Pymes nos ofrecen un camino de solución muy concreto para el día después, a condición que les demos la posibilidad de demostrar el enorme dinamismo que están listas para ofrecernos. Como en la Campaña que Bill Clinton le ganó a George H. Bush en 1992 cuya frase de cabecera era “es la economía estúpido”, yo propongo que nos demos cuenta que en esta coyuntura tan compleja la frase que aplica es: “son las Pymes estúpido”. El que quiera oir que oiga.

Fuente: https://www.eleco.com.ar/opinion/pymes-oportunidad-para-el-dia-despues/