Por Enrique Sacanell.
Sinceramente no se de donde me saqué que el libro de Anton de Kroon y Siebke Kaat, que comentaba en la entrada anterior, se titulaba “The surprising approach of systemic consulting”.
Estoy seguro que no me lo inventé (espero no estar ya tan mal) pero no recuerdo dónde lo leí, porque el título del libro es el que podéis ver en su portada: “Systemic consulting. The organisation as a living system“. La versión en inglés del libro solo está disponible en e-book.
El caso es que quedé pendiente de comentar la segunda parte del libro, en la que se centra en las características de la consultoría y el coaching sistémico. Voy con ello.
De Kroon y Kaat plantean que no siempre es adecuado trabajar con un enfoque sistémico. Así, por ejemplo, si el cliente tiene una idea preconcebida, muy concreta y específica, del resultado que desea obtener, no tiene sentido plantearse un acercamiento sistémico al problema.
El acercamiento sistémico a los problemas de una organización no se presenta como la única forma de intervenir con éxito, más bien su lugar llega cuando otras soluciones no sistémicas no consiguen desatascar los problemas.
En palabras de Anton: “Si los problemas en una organización son persistentes y las intervenciones que se han realizado apenas dan resultado o este es muy efímero, entonces parece que el sistema necesita algo más, antes que las diferentes partes del sistema vuelvan a recobrar sus fortalezas”.
Anton de Kroon y Siebke Kaat concretan algunas circunstancias en las que el abordaje sistémico parece especialmente apropiado:
A lo largo del libro, los autores nos van mostrando ejemplos concretos, basados en su experiencia. De ella surgen una serie de ideas clave para realizar una exploración sistémica:
Más adelante resume en un largo párrafo las claves del proceso de exploración sistémica:
“El orden de exploración es un proceso que primero hace un zoom hacia afuera y luego hacia adentro. Cuando la razón de que la organización exista, el origen y su historia, son vistos y reconocidos; cuando hay claridad respecto a quién y qué pertenece al sistema y cómo cada uno contribuye al conjunto; cuando el orden entre las partes es claro, no hace falta decir que usted verá equilibrio entre las partes respecto a lo que toman y a lo que dan. Y, cuando todo esto está en su sitio y todavía hay desequilibrios entre el dar y tomar, entonces, habitualmente, lo pueden resolver con facilidad los miembros del sistema por sí mismos ya que el problema no está en un nivel sistémico.”
El libro incluye, al final de varios de sus capítulos, una relación de preguntas sistémicas que pueden ser muy útiles para quién comience a adentrarse en esta forma de entender e intervenir en las organizaciones.
Me parece interesante la referencia a las actitudes que caracterizan al profesional sistémico:
Tres ideas finales que me parecen muy significativas del enfoque sistémico:
Fuente: https://manuelgross.blogspot.com/2014/11/coaching-sistemico-25-ideas-sobre.html