La crisis de COVID-19 ha creado un imperativo para acelerar en las compañías la adopción de formas ágiles de trabajo, y la transformación de la cadena de valor. Esto ofrece la oportunidad de fundamentalmente reimaginar la naturaleza del trabajo, la fuerza laboral y el lugar de trabajo. En ese contexto, la Empresa Inteligente nunca había sido más crítica y significativa de lo que es hoy en día.
La Empresa Inteligente es una organización diseñada para maximizar el valor bajo las circunstancias cambiantes y exigentes del mercado. Es flexible, capaz de anticiparse y adaptarse a condiciones comerciales cambiantes; a las expectativas de los clientes, las demandas de los stakeholders y al potencial del ecosistema. Al tener la digitalización como su core de negocio, respaldada por la tecnología y la analítica, y centrada en un propósito transformador, la Empresa Inteligente tiene la capacidad de autogestión dinámica, de aprendizaje y adaptación continua. Es una organización centrada en las personas.
La Empresa Inteligente tiene 3 características principales:
Las organizaciones que ya eran Empresas Inteligentes están mejor posicionadas para gestionar de forma eficiente sus negocios en respuesta a COVID-19, que las que no lo eran. De esa forma, las Empresas Inteligentes cambiaron rápidamente sus líneas de fabricación para la demanda y el propósito de productos, aumentaron la producción, o levantaron nuevos servicios a domicilio en cuestión de días. Algunos construyeron nuevas e innovadoras asociaciones, como empresas que se asociaron con médicos y universidades para construir ventiladores. Otros, sin embargo, están hoy luchando por mantener la continuidad de sus negocios.
Pero ¿cómo construir una Empresa Inteligente? El C-Level debe centrarse en 3 elementos principales:
Modelos operativos ágiles que ayudan a responder de forma rápida y aseguran que las personas se sientan seguras, conectadas y escuchadas por la empresa. Muchas compañías están rápidamente desarrollando centros de comando para la crisis, con el fin de impulsar una fuerza laboral virtual, digital y ágil; y equipos multidisciplinarios para enfocarse en temas críticos de negocio. Muchas de las capacidades construidas ahora, perdurarán para ser escaladas en el futuro, enfocadas en objetivos del negocio.
Cadenas de valor end-to-end para asegurar la continuidad ahora y estructurarse para una mayor resiliencia. A corto plazo, los canales de suministro y de clientes están siendo reforzados y a los socios del ecosistema se les está pidiendo aumentar la capacidad o para asegurar la supervivencia del negocio.
Mientras los líderes de negocios toman las lecciones de ahora para prepararse para el futuro, están refrescando sus ecosistemas y alianzas, los canales de distribución y la planificación integrada, así como la capacidad de previsión para reducir el riesgo, diversificar, y localizar en interés de una mayor resiliencia de las cadenas de valor. También están evaluando y aumentando la resiliencia de sus sistemas tecnológicos.
Ahora se abrió una gran oportunidad para re imaginar el trabajo y los procesos de negocio.
La crisis está desafiando nuestras suposiciones de qué trabajo es crítico, cuál requiere de proximidad a los productos, clientes y/o líderes de negocios, y quién de nuestros socios del ecosistema y de las alianzas son resilientes y están preparados para las crisis. Las respuestas de las empresas durante esta pandemia redefinirán la velocidad con que las organizaciones puede moverse para innovar, invertir, decidir y reorganizar. Todos estos aprendizajes formarán los fundamentos para el futuro del trabajo luego del COVID-19.
Estos tiempos sin precedentes tendrán un efecto duradero en las organizaciones y en el mundo que operan. Las empresas se están centrando hoy en su principal responsabilidad: proteger a su gente. Al mismo tiempo, se están adoptando rápidamente nuevas formas ágiles de trabajo que permitirán cambios a largo plazo en la forma en que operar.
Al transformar las prácticas de trabajo, los procesos y sistemas, las empresas podrán volverse más ágiles y resilientes, y mejor posicionadas para lograr crecimiento sostenible en el futuro.
Fuente: https://www.america-retail.com/opinion/la-empresa-inteligente-un-imperativo-en-tiempos-de-covid-19-por-eduardo-dominguez-do-amaral/?utm_medium=email