por Mercedes Blanco
El escenario económico actual solo mantiene una constante, el cambio. Las empresas familiares transmiten su legado de generación a generación. Mantener la continuidad, impresa en el ADN de las empresas familiares, y adaptarse a los imperativos de la economía digital son verbos de difícil conjugación. ¿Cómo lo están haciendo las nuevas generaciones?
En España el 90% de las empresas privadas son familiares, según datos del Instituto de Empresa Familiar, generan casi el 70% del empleo privado y aportan aproximadamente el 60% del PIB.
Dirigir una empresa familiar requiere un delicado equilibrio entre los dictados comerciales, los vínculos emocionales y los valores de cada familia.
Uno de sus principales retos es sobrevivir a la tercera generación. Pocas lo consiguen.
Solo un 30% de ellas sobreviven a la transición de la primera a la segunda generación. Y de estas, solo un 50% logran pasar de la segunda a la tercera generación. Representado en cifras, significa que solo 15 de cada 30 empresas familiares continúan más allá de del segundo relevo generacional.
A este reto se suman ahora los llamados entornos VUCA. Entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos, donde las empresas familiares deben impulsar, igual que el resto de empresas, la transformación digital para asegurar su permanencia.
Este escenario, sin embargo, no echa para atrás a las nuevas generaciones llamadas a tomar el relevo en sus organizaciones familiares. De hecho, reclaman su papel para liderar el cambio.
El 89% de la próxima generación de empresarios familiares en España creen que pueden actuar como motores de digitalización de sus empresas, convirtiéndose en agentes de cambio.
Son la transición entre una forma de entender y gestionar las empresas y las demandas de nuevos clientes digitalizados. Se sienten muy comprometidos con los valores y el proyecto empresarial que han heredado y creen que el cambio tecnológico es una de las tres palancas que impulsará el cambio en su negocio.
Las otras dos palancas: la fuerte competencia y los nuevos hábitos de los comportamientos de los consumidores, por este orden.
Puede que el binomio tradición e innovación sea de difícil combinación, pero para las nuevas generaciones de las empresas familiares es lo que les ha tocado vivir.
No se puede afrontar un cliente hiperconectado, con un perfil omnicanal en un mundo cada vez más rápido sin hacer ciertas concesiones a los valores tradicionales. Es lo que algunos han llamado innovación adaptativa.
Desde este punto de vista, la innovación no es un factor disruptivo, es un factor de adaptación. Permite, por un lado, preservar el legado de estas empresas, al mejorar sus procesos de negocio y cumplir con sus objetivos, y, por otro, conectar con los nuevos perfiles de consumidores.
La inversión en este tipo de organizaciones suele ser más a largo plazo, acorde con su visión de legado a posteriores generaciones, siendo la partida en innovación superior al 2% de su facturación en el 26% de las empresas familiares.
Según el informe NextGen 2019, elaborado por PwC, hay cuatro tipos de perfiles diferentes entre las próximas generaciones de empresarios familiares:
Tienen confianza en convertirse en los próximos líderes de sus negocios familiares y aspiran a ocupar puestos ejecutivos en los próximos cinco años. Representan el 46% de los encuestados.
Son los custodios de la esencia de la empresa y de la continuidad a medio y largo plazo. No aspiran a puestos ejecutivos y se ven más en los órganos de gobierno de sus empresas, de aquí a 2025. Representan el 26% del total de los entrevistados.
Sienten la necesidad de probarse a sí mismos bajo la protección del paraguas familiar. Una de sus principales prioridades es la atracción del talento. Representan el 20% del total.
Son los que siguen su propio camino fuera del negocio familiar. Suelen pensar que sus ideas no son tenidas en cuenta en el ámbito familiar y tienen una visión más escéptica sobre el futuro de este tipo de organizaciones. Representan un 8% del total de los encuestados.
A tenor de esta radiografía, las nuevas generaciones han entendido la necesidad de transformación como garantía de supervivencia. Ven la tecnología como una palanca de cambio en sus negocios y consideran que tecnologías como el Internet de las Cosas, (IoT), la inteligencia artificial o la robotización pueden jugar un papel relevante en el futuro de sus empresas familiares.
Independientemente del perfil, los líderes del mañana de las empresas familiares tendrán que hacer frente a varios aspectos. Entre otros:
Solo de esta manera podrán incrementar la resiliencia y sostenibilidad de sus empresas, muy golpeadas por la crisis de la COVID-19.
Fuente https://empresas.blogthinkbig.com/empresas-familiares-y-digitalizacion/