Cuando uno es un emprendedor se producen dos efectos de encogimiento inevitables.
Muchas veces te invade la sensación de que no se avanza ni un paso y no se ven resultados.
Supongo que uno no es realmente emprendedor si no tiene esa sensación de que hay tanto por hacer y tan poco tiempo. Además esto no es algo subjetivo, todo el que se tome mínimamente en serio su iniciativa se da cuenta muy pronto de que una empresa, especialmente al principio, es como un niño pequeño que precisa el 110% de nuestro tiempo y esfuerzo si queremos resultados.
La cuestión es que los días van a seguir teniendo 24 horas y gestionar una empresa es cada día más complejo en un entorno más competitivo.
Como eso no lo podemos cambiar, lo óptimo es actuar sobre lo que sí tenemos influencia, nosotros mismos y nuestra manera de afrontar las tareas y la organización personal.
Para mí, la productividad personal siempre ha sido una obsesión. He estudiado y puesto en marcha cada técnica existente, he probado cada consejo y táctica y, de hecho, he condensado todo lo que funciona de verdad en un libro, Productividad total.
Y esto es lo primero a tener en cuenta:
Antes de aprender técnicas nuevas hay que dejar espacio para ellas librándose de los vicios viejos. Al fin y al cabo, no puedes llenar un vaso que ya está lleno.
Y una manera práctica de conseguir eso es a través de las listas de lo que NO hay que hacer.
Solemos estar acostumbrados a las listas de lo que hay que hacer, pero no a este concepto, que puede ser mucho más útil como punto de partida. De hecho, siempre dicho que hay dos formas de correr más, apretando los dientes y el paso o dejando caer el saco de piedras que todos cargamos a la espalda.
Esto es lo segundo y el efecto es poderoso e inmediato.
Detectar nuestras debilidades, plasmarlas en una lista y ponerla bien visible en nuestro lugar de trabajo puede hacernos conscientes de esas cosas que nos quitan tiempo y efectividad.
Como cada persona es un mundo, uno tiene que descubrir sus propios «malos» hábitos, pero un buen comienzo podría ser esta lista de 9 malas costumbres a eliminar (enlace en inglés) propuesta por Tim Ferriss.
Suelen ser bastante comunes entre emprendedores y he aquí una traducción de las mismas.
Sin temor a equivocarme creo que todo el mundo (se dedique a lo que se dedique) puede reconocer en esa lista más de una cosa que podría ser ventajoso poner en su lista de «no hacer».
Fuente: https://recursosparapymes.com/como-mejorar-la-productividad-personal-las-listas-de-que-no-hacer/