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Qué es la dirección estratégica, para qué sirve, elementos y modelos

por Nancy Rodrigues

Cuando estás al frente de una empresa, sin importar su tamaño, te conviertes en la persona que va a liderar toda la organización hacia las metas que pretende cumplir. Esto puede parecer una carga difícil de llevar, ¿cierto? Sin embargo, hay una herramienta que ayuda a hacerla más ligera: la dirección estratégica.

Principalmente, la dirección estratégica se encarga de tomar decisiones adecuadas para que todos los recursos disponibles de la empresa se destinen a los objetivos propuestos. A continuación mencionaremos otras de sus funciones.

¿Para qué sirve la dirección estratégica?

La dirección estratégica es útil para conocer el entorno en el que se desarrolla la organización: el mercado, la industria, los cambios que se manifiestan en los hábitos de consumo de las personas y, por ello, ayuda a determinar las acciones que la empresa necesita para seguir avanzando, pero con la flexibilidad de adaptarlas o cambiarlas por otras, si la situación lo exige.

Otros de los propósitos de la dirección estratégica es fijar objetivos e implementar la metodología, procesos, presupuestos y otros aspectos que la compañía seguirá para cumplir dichas metas. Aunado a esto, la dirección estratégica también controlará de forma efectiva el desempeño de áreas, equipos y empleados, y vigilará el uso adecuado de recursos (técnicos, materiales y energéticos) con que cuenta.

Existen algunos elementos clave que permiten que estos puntos se cumplan:

Según el libro Dirección estratégica, de Luis Carlos Palacios, son cinco los elementos de la dirección estratégica:

1. Estrategas

Son los líderes que están al frente del equipo y que deberán encargarse de que las acciones que integran la estrategia se cumplan. En virtud de que se responsabilizarán de tomar toda clase de decisiones para asegurar el cumplimiento de los objetivos, los estrategas necesitan habilidades blandas, como coordinación de equipos, comunicación, liderazgo, capacidad de análisis y flexibilidad para adaptarse a los eventos repentinos que cualquier empresa afronta.

2. Direccionamiento estratégico

Es la comprensión de todo lo que la empresa necesita para que sus negocios prosperen, pueda generar utilidades y esté vigente dentro del mercado en el que se desarrolla.

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El direccionamiento estratégico se identifica con tres conceptos que toda organización debe establecer desde su fundación: la visión, la misión y los principios que van a regirla; incluso si estos se transforman con el paso del tiempo.

3. Diagnóstico

Tiene que ver con el conocimiento profundo de la empresa, a partir de un análisis objetivo que ponga en evidencia los puntos fuertes y los más débiles. Por eso se recomienda que se implemente un análisis FODA: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.

Es decir que la dirección estratégica tome en cuenta lo que ocurre dentro de la empresa y fuera de ella que la impacta directamente; y así crear planes y aprovechar los recursos disponibles para superar los retos que vienen.

A esas tres características podemos agregar también:

4. Ventaja competitiva

Es la propuesta de valor que define la actividad de la empresa: lo que la distingue de la competencia, son las ventajas que hasta ahora nadie más ofrece. Puede ser la calidad de sus productos, la celeridad de sus entregas y lo rápido que recupera sus inversiones, por ejemplo.

5. Efecto sinérgico

Esto se refiere a la manera en que todas las actividades de la empresa se desarrollan mediante un esfuerzo conjunto para dar un gran impulso en los procesos internos y ofrecer un diferenciador en el mercado. Incluye todas sus áreas, recursos y talento humano, cuyos equipos de trabajo (como un todo) logren los objetivos y superen los retos.

5 modelos de dirección estratégica

1. Balance scorecard

Toma en cuenta cuatro pilares importantes de la empresa, el primero es el aspecto financiero, principalmente lo relacionado al rendimiento de las inversiones. El segundo está enfocado en los clientes, su satisfacción, el nivel de fidelización y cuál es la participación de la empresa dentro de la industria. El tercer pilar se dirige a los procesos, los cuales se equiparan con la calidad del producto o servicio, desde la materia prima hasta el tiempo que se invierte en cada etapa (desde el diseño en papel de un prototipo hasta que llega a las manos del cliente). El cuarto pilar lo constituye el aprendizaje y el crecimiento, enfocados en el talento humano y la capacidad de la empresa para adaptarse, por lo que se involucra también el área de recursos humanos.

2. Análisis PEST

Con este análisis se tiene una visión de la empresa desde un nivel más amplio. A diferencia del FODA, que se concentra en aspectos más internos y de impacto inmediato, el PEST plantea estrategias para sortear el mercado desde lo político, económico, social y tecnológico (de ahí sus iniciales).

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3. Estrategia del océano azul

Es ideal para empresas que incursionan en nuevos mercados. Por lo tanto, la estrategia se enfoca en cómo posicionar su oferta, con menos competencia y más oportunidades, en un territorio que no sea tan competitivo. Ese sitio más relajado se conoce como «océano azul», y su contraparte es «océano rojo», el escenario que busca evitarse.

4. Value Based Decision Model

Este modelo, que podría traducirse como «Modelo de decisión basado en el valor» ofrece un punto de vista particular: ayuda a las empresas a alinear sus decisiones para conseguir el mayor valor posible de sus recursos. Se lleva a cabo simulando la forma en que una decisión impactará en diferentes aspectos de la empresa. Además da un panorama más certero sobre lo que realmente se necesita para aumentar el valor.

5. Customer Experience Integrated Model

Se centra principalmente en la experiencia del cliente, tomando en cuenta que es el impulso para el crecimiento de ingresos de la empresa. El cliente se convierte en un activo, por lo que es importante crear relaciones más sólidas y fidelizar a los consumidores.

¿Cómo definir la dirección estratégica de tu empresa?

1. Establece los objetivos

Como ya lo hemos comentado, los objetivos determinan de la dirección estratégica de tu empresa. Todos los negocios desean ser rentables, sin embargo, no todos tienen las mismas metas. Por ejemplo, algunos querrán crecer en un mercado local o nacional, mientras que otros buscarán posicionarse de forma internacional. Recuerda que los objetivos deben ser coherentes con el tamaño de la empresa, su misión y visión, la cantidad de empleados, sus recursos y la oferta de valor. No puedes establecer metas exageradas o difíciles de alcanzar porque intentarlo desgastará a tu equipo y minará tu capital.

Una vez que estableciste los objetivos de tu empresa, puedes avanzar al siguiente paso.

2. Plantea procesos y responsables que estarán involucrados para lograr los objetivos

¿Qué se requiere para que tu empresa entregue a tiempo sus productos?, ¿dónde conseguir la materia prima para elaborar los artículos?, ¿qué habilidades deben tener los colaboradores?, ¿qué tecnología debo implementar? Este tipo de preguntas pueden ayudarte a planificar los procesos que deben realizarse en tu empresa y a elegir a los aliados más convenientes para tu oferta de valor; debes seleccionar cuidadosamente desde proveedores hasta el talento humano que lo hará posible.

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3. Implementa un análisis que te permita comprender mejor a tu empresa y su entorno

Tu estrategia debe apoyarse en los hallazgos de la investigación de mercado en el que tu empresa pretende incursionar. También es importante que revises las ventajas y desventajas de tu organización, porque a partir de esos dos factores sabrás qué debes cambiar o qué habilidades debes desarrollar.

4. Enumera los recursos

Aquí nos referimos al capital, bienes y materiales que ya tienes y los que deberás encontrar externamente. Eso te permite realizar cálculos y presupuestos para  tener un panorama de la inversión que podrías necesitar para cumplir con los procesos y objetivos que ya definiste.

5. Prioriza los problemas

El análisis que implementes te dirá cuáles son los aspectos débiles y de oportunidad a resolver. Revísalos a fondo y clasifícalos de acuerdo a su nivel de importancia, según los objetivos. Así podrás dar el siguiente paso para definir la dirección estratégica.

6. Formula la estrategia

La estrategia empresarial y operativa serán mucho más sencillas de definir ahora que conoces cómo funciona tu empresa, las áreas que requiere para su funcionamiento, los procesos que estarán involucrados en la obtención de objetivos, los recursos con los que cuentas y los que necesitas con mayor urgencia, así como los problemas que deben resolverse primero.

Esperamos que esta información ayude a despejar tus dudas respecto de la dirección estratégica, y que sea el primer gran paso para alcanzar el éxito en tu empresa.

Fuente https://blog.hubspot.es/sales/direccion-estrategica-empresarial

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