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Cómo aprender a reconocer mis errores

Por Diego Antoñanzas de Toledo

En la lengua española hay dos palabras que deberían eliminarse el diccionario. La primera hace referencia a la culpa, y la segunda al error. Para los buenos observadores, veréis que estas dos palabras hacen referencia siempre a nuestro pasado, algo que ya no podemos cambiar. Por eso son tan perniciosas. Pero hoy quiero hablarte especialmente del error, quiero ayudarte a aprender a reconocer los errores que cometemos todos.

Ojalá en el colegio me hubieran enseñado a aprender a reconocer mis errores, sin culpa, aceptándolos. Pero era todo lo contrario. Magnificaban el error, y a veces lo convertían en un estrepitoso fracaso. Eran capaz de iluminar un pequeño error en un dictado, o en un dibujo. Y esto provocaba que todo el resto de cosas que habías hecho bien permanecieran en la sombra. Por eso y desde entonces arrastramos los errores como factores de culpa, y los intentamos ocultar como parte de nuestra penitencia. Que nadie se entere lo torpe que soy, cuando deberíamos decir que nadie se entere de lo mucho que estoy aprendiendo.

De pequeños nos educaban con frases que no mejoraban el reconocimiento de errores. Sentencias tales como » no me digas que te has equivocado en esto tan sencillo», o » menuda torpeza la tuya el haber fallado justo en esa pregunta…». Esas frases van quedando en nuestro cerebro , que es como una esponja que recuerda todo. Por eso nos da tanta vergüenza mostrar el error. Porque normalmente va seguido de un castigo o de un escarnio público.

Es perfectamente entendible que te puedas equivocar con una afirmación si dicha afirmación está procesada en base a la información que tienes. El problema llega cuando dispones de más información y no eres capaz de reconocer que tu afirmación estaba equivocada. Es la forma más común de terquedad en la ausencia de reconocimiento de error. La información que «destapa» tu error provoca un efecto boomerang que ayuda a enrocarte en tu propio error, sin saber reconocerlo.

Pero quiero ayudarte a conocer como aprendí a reconocer mis errores. Pero no solo eso. También a hacerte ver que mostrando tu propia vulnerabilidad consigues abrir puertas que estaban muy cerradas.

Reconocer públicamente tu propio error no solo te ayuda a que otros te quieran, sino que abre la puerta para mejorar tu propio autoestima. Tal y como seas.

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Hay fundamentalmente tres tipos de errores, y cada uno requiere de una disculpa diferente:

1- cuando la información que manejas era equivocada: En este caso, lo ideal, además de reconocer el error públicamente es compartir la respuesta correcta con tu audiencia, en contraposición a la información errónea, incluso aportando factores de tiempo del estilo » como os dije ayer erróneamente».

2- Cuando haces algo que provoca dolor en la otra persona. Aquí claramente debes pedir disculpas, volver a indicar cual crees que fue el gatillo que disparó el dolor, y expresar la intención de que no volverá a suceder nunca más.

3- Cuando cambias de posición: al igual que cuando manejas información incorrecta, en este caso lo que debes hacer es expresar que has pasado desde una opinión a otra porque aprendiste algo en el camino que te hizo cambiar de opinión.

Piensa que es absolutamente natural y humano el no reconocer que nos hemos equivocado. Al menos al principio. Pero con el tiempo y con la madurez, podrás ver cómo reconocer errores te invita a ser mejor persona. Incluso te recomiendo a que te esfuerces en compartir tus errores con amigos y familia, te hará más humano y te ayudará a empatizar con sus propias emociones.

Cuidado con los lamentos cuando hablan de las emociones de otras personas. No hay nada peor que decir «lamento que te hayas sentido así» sin reconocer previamente el error o el gatillo que ha disparado esa emoción. Por eso es importante usar bien las palabras y usar todas las palabras. Empieza la frase desde el «Yo» u oblígate a incluir tu propio error cuando hables del enfado o la tristeza la persona que tienes delante.

La próxima vez que cometas un error con alguien sea del tipo que sea, pide disculpas, reconoce tu error, y observa la reacción de la persona que tienes delante. Estarás empatizando con la mayor de las velocidades. Te lo digo de corazón.

Fuente: https://diegoantonanzas.com/como-aprender-a-reconocer-mis-errores/

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