Por Sharon Licari
¿Hay algo que te gustaría cambiar o mejorar en tu vida?, ¿tienes algún sueño pendiente por cumplir?, ¿aspiras a un mejor trabajo o a emprender un negocio? Cualesquiera que sean tus deseos, queremos recordarte que todas las personas cuentan con el potencial y capacidad necesarios para cumplir con sus propósitos, solo es cuestión de enfocarse.
Es curioso que frecuentemente queremos conocer la misión y la visión empresarial de las marcas o de las instituciones, pero pocas veces nos damos un tiempo para preguntarnos cuáles son las nuestras. Saber tu misión y tu visión tendrá beneficios para tu desarrollo personal, laboral y profesional.
Vamos a empezar por definirlas, aclarar su importancia, explicar cómo puedes hacer las tuyas y mostrarte algunos ejemplos que te faciliten esta valiosa tarea.
Son una serie de enunciados que determinan los propósitos de una persona en todos los ámbitos de su vida. Esta declaración le sirve para guiar su camino en la vida de acuerdo con sus propios deseos, capacidades, hábitos y actitudes. La misión está enfocada en el presente, mientras que la visión plantea el futuro.
En algunos casos se puede confundir la misión con los objetivos, pero lo cierto es que la misión va más allá. Está íntimamente vinculada a los sueños, formas de pensar, intereses, personalidad y valores. A su vez, involucra las relaciones personales, familiares, laborales y con el entorno. Implica darle un sentido a lo que haces día con día y recordar cuáles son tus motivaciones principales.
Por su lado, la visión es la ambición de crecer y de proyectarse a mediano y largo plazo. Esta es la parte que se planifica para lograr lo que deseas, lo que también te ayuda a reflexionar sobre qué harás en unos años para llegar al lugar que has imaginado con tanto anhelo. La visión son tus ganas de alcanzar el éxito y enfocarte en el porvenir de manera positiva.
En concreto, la misión indica en dónde estás y la visión revela a dónde te quieres dirigir. Fijar estos dos criterios te sirve para tomar mejores decisiones y así orientar tus esfuerzos en lo que realmente quieres. A su vez, obtienes una perspectiva amplia acerca de los requisitos, acciones y aprendizajes que requieres para lograrlo.
Trazar tu misión y visión no te da la certeza total de que vas a lograrlo, eso está claro; pero definitivamente te guía para poner manos a la obra y conseguir aquello que te propones. Tener un plan es saber que vas en una dirección y que pasarán cosas que podrán retrasarte, pero eso no te hará perder el rumbo.
Es sumamente importante hacer estos ejercicios de introspección para tu desarrollo personal y profesional, así como tu bienestar psicológico. No es la mejor opción andar en modo automático, permitiendo que las circunstancias y otras personas sean las que tengan el control de tu propia vida.
Primero, pregúntate cómo te consideras y cómo te describirías hoy en día como persona. A partir de ello, procura no subestimarte y enumera cinco de tus fortalezas más destacables. Por otro lado, reconoce los aspectos que te gustaría cambiar. Asimismo, examina cómo te sientes con tu vida profesional, cómo son tus relaciones interpersonales y el lugar donde vives. Estas respuestas son completamente de y para ti, así que no te limites en este proceso y tómate todo el tiempo que sea necesario.
Sin excepción, las personas más admirables son las que se rigen por valores y son fieles a ellos a lo largo de toda su vida. Fijar cuáles son los esenciales para ti contribuirá a que tus palabras y tus acciones sean coherentes; por lo tanto, las personas que te rodean confiarán más en ti. Y, descuida, que no es necesario elaborar un pergamino con todos los valores que existen; basta con que hagas una lista de los diez que son fundamentales para ti, los primeros que te vengan a la mente, y a partir de ahí escoge los dos o tres más preciados.
En este paso, expondrás cuál es tu razón de ser en estos momentos. Te pueden servir preguntas como: ¿por qué hago este trabajo?, ¿para qué estoy estudiando esta carrera?, ¿por qué estoy tomando este curso?, así como repasar las decisiones y acciones que has tomado hasta ahora, y que te han ayudado a sentir plenitud y motivación en tu vida diaria. Estas cuestiones están intrínsecamente relacionadas con tu misión de vida actual.
A veces somos conscientes de las cosas que disfrutamos hacer genuinamente y a veces no. Para ayudarte a encontrar actividades que amas puedes preguntarte: ¿qué podría hacer durante bastante tiempo sin aburrirme?, ¿qué hago y me parece que el tiempo se pasa volando de forma plácida?, ¿qué me emocionaba hacer hace unos años? De igual modo, para empezar a desarrollar tu talento en nuevas áreas, vale cuestionarse: ¿qué cosa podría hacer si tuviera todas mis necesidades (fisiológicas, económicas y emocionales) cubiertas?
Una vez que hayas analizado tu vida actual, es momento de que visualices cómo quieres que sea en algunos años, ya sean 5, 10 o más. Es crucial que seas preciso en este aspecto, además de ser imparcial y razonable.
Define si seguirás el mismo camino que hasta ahora has transitado o si quieres cambiar de rumbo; esta es una decisión que te será fácil tomar después de haber pensado en los aspectos anteriores. Considera que lo más importante es si te sientes motivado y pleno hoy en día.
Después de responder estas cuestiones, redacta tus propósitos personales, ya sea en una libreta o en cualquier lugar donde los tengas presentes. En la parte de misión, añade una frase descriptiva que refleje cuál es el sentido de tu vida con base en tus valores y mayores pasiones. Por su lado, en la visión explica el rumbo que quieres seguir en un futuro. Lo recomendable es que sea un párrafo breve; cuanto más claro y conciso, mejor.
Ahora, veamos algunos ejemplos para que quede más claro cómo quedaría cada sentencia.
Como podrás observar, cada misión y visión personal es completamente singular. Cabe aclarar que no es algo que se hace en un día: requiere de tiempo definir nuestro plan de vida, porque no se trata de cualquier cosa. Lo fundamental es que empieces a hacerlo, pues ya sabes cuán importante es definir cuál es tu propósito y hacia dónde te quieres dirigir, involucrando todas las áreas de tu vida.
Fuente: https://blog.hubspot.es/marketing/como-hacer-mision-vision-personal?utm_campaign=SPANISH%20-%20Weekly%20Newsletter%202020&utm_medium=email&utm_content=196400990&utm_source=hs_email