¿El despido de un familiar romperá la familia?

Por Ricard Agustín

El despido de un familiar es probablemente uno de los temas más dolorosos para la familia empresaria. No podemos olvidar que el despido no solo afecta al familiar en cuestión, sino a toda la familia. Y casi siempre habrá quienes apoyen el despido y quienes estén en contra, con lo que se crearán dos bandos potencialmente enfrentados en la familia.

Por ello, la salida forzosa de un miembro de la familia puede significar una situación de riesgo para las relaciones entre los diferentes miembros. En especial si no se hace bien, ya que puede generar unas heridas tan profundas, que después serán muy difíciles de sanar y correremos el riesgo de que el despido de la empresa se convierta en el despido de la propia familia.

A lo largo de los años hemos visto casos en los que despedir a un familiar era la mejor alternativa, sea para la empresa, para la familia y/o para la persona en cuestión. Pero incluso cuando la familia era consciente de que tenía que invitar a irse a alguno de sus miembros, le solía faltar el valor para hacerlo. Esto provocaba que la situación se enquistase en el tiempo, llegando a afectar a la eficiencia empresarial.

Nosotros siempre decimos que, para conseguir que no rompa a la familia ni dañe irremediablemente la armonía familiar, es importante seguir un procedimiento objetivo. Cuando sea posible, además, es preferible que la familia consensúe de antemano en un Protocolo familiar cómo se procederá en el momento de despedir a un familiar. En el mismo se acordarán las pautas para hacer efectivo el despedido, cese e, incluso, degradación profesional de un familiar, sin perjuicio de aplicar los procedimientos formales previstos en la legislación vigente en cada momento.

¿Cómo llevar a cabo el despido de un familiar?

Por norma general, la familia suele vetar que la Dirección General tome unilateralmente decisiones en este ámbito. La decisión de despedir a un familiar debe pasar por el Consejo de Familia, en caso de que se disponga de este órgano. Aquí, alcanzar el máximo consenso y lograr la comprensión de todos, es el mejor remedio para no dañar más la familia.

Para evitar que despedir a un familiar se convierta en una cuestión personal, el Consejo de Familia tomará la decisión de forma objetiva, a partir de la información aportada por el superior jerárquico del familiar afectado. La propuesta de despedido debe estar debidamente documentada e incluir hechos y pruebas concretas del inadecuado ejercicio de las funciones por parte de esta persona.

Cuando sea necesario, acompañaros de un consultor de empresa familiar que modere la discusión de manera imparcial y aporte su visión objetiva y libre de emociones y prejuicios. Este experto, acostumbrado ya a tratar este tipo de temas tan sensibles, os puede ayudar a vehiculizar la situación de la mejor manera posible, para evitar que surjan más tensiones y conflictos.

Y, por último, intentad dar todo el apoyo (económico, en forma de recomendaciones, a través de formación, etc.) a la persona que ha sido despedida de la empresa familiar. Si es posible y ella quiere, ayudadla también a encontrar su sitio en otra compañía. Recordad que un despido nunca es fácil para la autoestima y el orgullo personal, y todavía menos cuando sabes que los que han tenido que tomar la decisión han sido tus familiares.

Fuente: https://www.iadef.org/el-despido-de-un-familiar-rompera-la-familia/