Una cuestión de actitud
Dependemos de las creencias que escogemos y amparamos como líderes en nuestra mente, porque en ellas hemos instalado la forma cómo vemos el mundo. Nuestra actitud ante los desafíos y nuestros comportamientos, están condicionados también en gran medida por nuestras mentalidades, por lo que estas realmente determinan en qué nos convertimos en la vida, y son un buen predictor de nuestro éxito o fracaso profesional.
Cuando lideramos con mentalidad infinita, solemos tomar decisiones estratégicas a largo plazo, y buscamos generar fortalezas a largo plazo, para mantenernos jugando el mayor tiempo posible, por lo que pondremos el foco en el desarrollo de las personas y la cultura, y nos centraremos en la creación de valor a largo plazo para inversores, empleados, accionistas, socios y la comunidad. Somos proactivos aceptamos que va haber interferencias a lo largo del camino, nos preparamos y exploramos nuevas oportunidades buscando no solo resistir, si no prosperar en la adversidad.
Cuando lideramos con mentalidad finita, tendemos a tomar decisiones tácticas a corto plazo, jugamos a ganar, normalmente de forma reactiva, y centrados en las tareas y los resultados trimestrales, intentamos evitar los cambios, las amenazas que puedan afectar los resultados y buscamos sobre todo estabilidad. La búsqueda del éxito a corto plazo puede debilitar, y de hecho va a debilitar la capacidad de tu organización para responder a los cambios y prosperar en futuro.
Como hemos compartido en un artículo anterior construir empresas sólidas que no solo sobrevivan sino que prosperen en tiempos de cambios disruptivos, implica fortalecerlas y volverlas “antifrágiles». Por lo que me gustaría convenceros de que en tiempos como los actuales, donde la disrupción es la norma, liderar con mentalidad infinita es clave, no solo para superar las adversidades, sino para ver la disrupción como una oportunidad para mejorar la flexibilidad y adaptabilidad de la organización al entorno. Se trata de aceptar los cambios, y ver en las disrupciones una oportunidad para continuar aprendiendo, encontrar un significado y un beneficio a lo que sucede. En lugar de preguntarnos por qué sucede, preguntarnos cómo podemos transformar la disrupción en una oportunidad de innovación.