Un espacio para aprender que no es necesario ser una empresa grande para ser una Gran Empresa
Home » Liderazgo » El liderazgo como juego infinito

El liderazgo como juego infinito

por José Cabrera

Sigo a Simon Sinek desde que leí su libro «Empieza con el por qué» y vi su charla de TED :»Cómo los grandes líderes inspiran la acción». Sus marcos y conceptos de liderazgo, como el «Golden Circle», son simples y convincentes de entender y, además, los comunica de una manera accesible, atractiva e inspiradora. En su último libro «El juego Infinito» explora una nueva perspectiva del liderazgo como juego infinito, qué es el tema de la reflexión de hoy, y que considero esencial para entender que el trabajo del líder en un contexto de complejidad e incertidumbre como el actual es inspirar a las personas para que encuentren sentido y propósito en lo que hacen, y juntos aprender a vivir en la disrupción y crecer en la adversidad.

Una nueva perspectiva del liderazgo

Si el liderazgo es un juego, necesitas saber si estás jugando un juego infinito o finito. Como señala Simon Sinek en su libro, en la teoría de juegos hay dos tipos de juegos:

  • En el juego finito, como el fútbol o el ajedrez, los jugadores son conocidos, las reglas son preestablecidas y tienen un objetivo determinado que cuando se alcanza pone fin al juego.
  • En el juego infinito, como los negocios, el liderazgo o incluso la vida misma, los jugadores van y vienen, las reglas son cambiables y no hay un punto final definido. No hay ganadores ni perdedores en un juego infinito; el objetivo es seguir jugando el mayor tiempo posible.

Partiendo de estos dos conceptos que son muy fáciles de entender, juegos finitos y juegos infinitos, Sinek nos da una nueva perspectiva del liderazgo como un juego infinito de influencia social, que moviliza y maximiza los esfuerzos de los demás en un contexto determinado, hacia el logro de un propósito compartido

Como líderes no podemos elegir si un juego en concreto es finito o infinito. Pero si podemos decidir elegir si queremos entrar en el juego o no y si decidimos unirnos al juego, podemos elegir si queremos jugar con una mentalidad finita o infinita. Muchas organizaciones se equivocan al afrontar «juegos infinitos» como pueden ser los negocios, la política o la propia vida, como si fueran «juegos finitos», en los que hay reglas determinadas que no cambian y siempre hay un ganador y un perdedor. Según Sinek, la gran equivocación de muchos líderes es afrontar este «juego infinito» con una «mentalidad finita», pensando que lo importante es ganar cuando lo verdaderamente crucial es perdurar.

Los líderes finitos juegan para ser los mejores y superar a las personas que los rodean. Los lideres infinitos juegan para ser mejores que ellos mismos, y se preguntan cada día cómo podemos hacer que nuestra organización sea una mejor versión de sí misma hoy de lo que era ayer. No se trata de estar en el puesto número uno, no se trata de tener más seguidores en Twitter que tus amigos, no se trata de superar a nadie se trata de cómo superarte a ti mismo y cómo seguir creciendo para desarrollar todo tu potencial. Y es esa mentalidad de crecimiento, lo que garantiza que permanezcas en el juego por más tiempo y eso es lo que asegura que encuentres propósito, sentido y alegría en lo que haces.

Lectura relacionada  El arte de llamar la atención a los colaboradores

Una cuestión de actitud

Dependemos de las creencias que escogemos y amparamos como líderes en nuestra mente, porque en ellas hemos instalado la forma cómo vemos el mundo. Nuestra actitud ante los desafíos y nuestros comportamientos, están condicionados también en gran medida por nuestras mentalidades, por lo que estas realmente determinan en qué nos convertimos en la vida, y son un buen predictor de nuestro éxito o fracaso profesional.

Cuando lideramos con mentalidad infinita, solemos tomar decisiones estratégicas a largo plazo, y buscamos generar fortalezas a largo plazo, para mantenernos jugando el mayor tiempo posible, por lo que pondremos el foco en el desarrollo de las personas y la cultura, y nos centraremos en la creación de valor a largo plazo para inversores, empleados, accionistas, socios y la comunidad. Somos proactivos aceptamos que va haber interferencias a lo largo del camino, nos preparamos y exploramos nuevas oportunidades buscando no solo resistir, si no prosperar en la adversidad.

Cuando lideramos con mentalidad finita, tendemos a tomar decisiones tácticas a corto plazo, jugamos a ganar, normalmente de forma reactiva, y centrados en las tareas y los resultados trimestrales, intentamos evitar los cambios, las amenazas que puedan afectar los resultados y buscamos sobre todo estabilidad. La búsqueda del éxito a corto plazo puede debilitar, y de hecho va a debilitar la capacidad de tu organización para responder a los cambios y prosperar en futuro.

Como hemos compartido en un artículo anterior construir empresas sólidas que no solo sobrevivan sino que prosperen en tiempos de cambios disruptivos, implica fortalecerlas y volverlas “antifrágiles». Por lo que me gustaría convenceros de que en tiempos como los actuales, donde la disrupción es la norma,  liderar con mentalidad infinita  es clave, no solo para superar las adversidades, sino para ver la disrupción como una oportunidad para mejorar la flexibilidad y adaptabilidad de la organización al entorno. Se trata de aceptar los cambios, y ver en las disrupciones una oportunidad para continuar aprendiendo, encontrar un significado y un beneficio a lo que sucede. En lugar de preguntarnos por qué sucede, preguntarnos cómo podemos transformar la disrupción en una oportunidad de innovación.

¿Cómo liderar con mentalidad infinita?

En su libro Sinek nos ofrece un marco de cinco pasos para desarrollar nuestra capacidad de liderazgo infinito:

  1. Sigue una causa justa: como líder, debes tener una visión específica de un estado futuro deseable que aún no existe. Esta debería estar en el centro de todo lo que haces, debe ser la lente a través de la cual tomas las decisiones y lo que inspira a las personas a imaginar un futuro positivo alternativo que de sentido a la vida y al trabajo.
  2.  Construye equipos de confianza: como líder tu trabajo es construir equipos en los que las personas se sientan seguras y puedan expresar sus ideas sin miedos ni recelos. Crea espacios seguros con valores compartidos, donde las personas puedan cometer errores, pedir ayuda, y puedan crecer dando lo mejor de sí mismos.
  3. Encuentra un rival digno: el único competidor en un juego infinito eres tu mismo, pero cada empresa (y cada líder) debe tener al menos un ‘rival digno’: un individuo, equipo u organización que haga al menos una cosa mejor que nosotros. No necesariamente te gustan o estás de acuerdo con ellos, pero los respetas. En lugar de tratar de vencer a la competencia en un juego donde no hay ganadores ni perdedores, concéntrese en estudiar a un rival digno; porque puede ayudarte a identificar tus debilidades, aprender y crecer.
  4. Se existencialmente flexible: No seas demasiado rígido ni te atasques en tus desafíos. Anticipa los cambios y prepárate para el futuro. Mantente abierto a cambiar tu estrategia o enfoque si promueve tu causa justa, incluso si eso significa salir de tu zona de confort. Nuestra mentalidad infinita nos permite ver beneficios potenciales en cambios que pueden ser inicialmente disruptivos.
  5. Ten el coraje de liderar: El liderazgo, como la crianza de los hijos, es a menudo una tarea ingrata. ¡Es difícil! Se necesita coraje y vulnerabilidad. A veces irás por delante; a veces irás por detrás de los desafíos. Pero sigues dando pasos adelante, por pequeños que sean. Eres el líder porque fuiste primero, guiaste el camino y los demás lo siguieron. El valor proviene de la fuerza y calidad de nuestras relaciones; de saber que alguien cree en ti y te cubre las espaldas, aunque las cosas salgan mal.
Lectura relacionada  Los 8 principios que un líder dinámico debe dominar.

Se trata de cinco conceptos clave, aunque nunca podrás concentrarse en los cinco a la vez, el cien por cien del tiempo. De hecho, el liderazgo es una búsqueda, al igual que la crianza de los hijos o un estilo de vida saludable. Es algo en lo que te esfuerzas por ser bueno. Lo importante es seguir avanzando en tu búsqueda guiado por tu causa justa, que es el primero de los cinco principios del liderazgo infinito.

¿Por donde empezar?

Piensa diferente: La mentalidad infinita nos lleva a tener un propósito superior, desafiante, optimista, e inclusivo que trasciende de nosotros mismos. Jugamos para dejar un legado, para inspirar a otros a tomar la antorcha y llevarla adelante, continuando nuestra labor y contribuyendo hacia un mundo mejor. Usa poder y la influencia en función del desafío, valora la contribución del talento interno y externo y crea valor para todos los grupos de interés. Colabora con facilidad en muchos equipos y diferente. Aprende haciendo: intentar, fallar, intentar de nuevo, mejorar.

Reacciona diferente:La mentalidad infinita en contraste con las personas que viven con una mentalidad  finita: que se levantan cada mañana tratando de ser el número uno, ganar más dinero o aumentar su capacidad de poder, las personas que viven con una mentalidad infinita, se levantan cada día pensando cómo tener un impacto positivo en las personas a su alrededor.

Actúa diferente: Cuando lideramos con mentalidad infinita jugamos para crecer: no se trata de ganar, buscamos crecer, evolucionar y desarrollar nuestro máximo potencial como personas en evolución constante. Consideramos el fracaso como un evento necesario que contribuye a la experiencia del juego y que lo hace avanzar. Aborda la disrupción desde una perspectiva de crecimiento, se trata no solo de resistir amenazas o cambios impredecibles, sino también de emerger mas fuertes. Facilita la experimentación y crea una cultura de el aprendizaje continuo.

Espero que con la reflexión de hoy te haya aportado una nueva perspectiva del liderazgo, más acorde con un mundo donde la disrupción es la norma. Soy consciente que algunos conceptos no son fáciles de asimilar en una primera lectura, pero cada día es más evidente que seguir haciendo lo mismo no es una opción. La buena noticia es que no se trata de una moda de gestión ni de un concepto nuevo y atractivo: se trata de un cambio fundamental en nuestro modelo de liderazgo que nos permita no solo sobrevivir sino crecer en la incertidumbre. La mala noticia, como dijo W. Deming es que “No es necesario cambiar; la supervivencia no es obligatoria”.

Lectura relacionada  Modelos de liderazgo para tiempos difíciles

Fuente: https://cabreramc.com/el-liderazgo-como-juego-infinito/

Si quieres ver más posts de la misma categoría, haz click aqui:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.