Por Carlos Soto,
¿Tienes dudas sobre para qué sirve un Comité de Dirección? ¿Desconoces las diferencias entre un Consejo de Administración y un Comité de Dirección? ¿Tu Comité de Dirección no está funcionando correctamente y no sabes por qué? ¿Necesita una empresa familiar un órgano de estas características?
En este artículo vas a encontrar una reflexión sobre el valor del comité directivo como órgano de gestión coordinada y espacio de comunicación entre familiares y colaboradores no familiares.
Es un órgano de gestión en el que el director general se reúne con su equipo inmediato, de manera que están representadas las diferentes áreas de la empresa. Tiene una triple finalidad:
Así pues, potencia la colaboración entre los diferentes responsables de la empresa, dotándoles de una visión de conjunto de los diferentes temas y problemáticas. De esta manera se evita la tendencia natural de las personas a centrarse en su propia área o departamento y se promueve su participación, al tiempo que constituye un apoyo a la dirección general para la toma de decisiones.
Hoy en día, se hace impensable pensar en una empresa que quiere alcanzar unos niveles de profesionalización óptimos, que no goce de un Comité de Dirección. No disponer de él, es como dejar manca a la organización por el mero hecho de que la empresa quedará entonces limitada en su desarrollo a la propia figura de su Gerente o Director General.
El aporte de nuevas ideas, soluciones o visiones de hacía donde debe dirigirse la empresa, es fundamental para conseguir que ésta esté en constante evolución y crecimiento. Sin esta diversidad de aportes de valor, la empresa se estanca y deja de moverse. En los tiempos actuales, esto es sinónimo de “dejar que muera de una enfermedad no crítica”.
En entornos multinacionales, las estructuras organizativas son mucho más complejas que en una pyme y esto provoca que para que todos vayan en la misma dirección, se requiera de órganos colegiados como puede ser el Comité de Dirección u otros comités departamentales. Así se consigue que la información fluya de forma más dinámica y al alcance de todos según el objetivo de cada uno.
El Comité de Dirección toma mucha más relevancia en las pymes.
En las pymes, al tratarse de estructuras más sencillas, esta información fluye de forma distinta y esto en ocasiones resta importancia a esos temas que se tratan en reuniones de pasillo o café. Por este motivo, el Comité de Dirección toma mucha más relevancia en las pymes. Cuando estas pymes son de carácter familiar, la falta de formación de algunos miembros y la falta de profesionalización de los procesos provoca que el rumbo de la empresa quede en manos de unos pocos que en muchas ocasiones no gozan de las herramientas necesarias para dirigir su proyecto.
Las condiciones básicas para poder constituir un Comité de Dirección dependerán en esencia de su tamaño y la posible complejidad de las operaciones de la empresa. Lo que sí se debe tener en cuenta es que este organismo debe ser dinámico y decisor en las cuestiones clave de la estrategia de la empresa.
Muchos se preguntan que miembros deben formar parte de un Comité de Dirección y la pregunta en este sentido tiene fácil respuesta pero difícil definición. Los miembros integrantes, deben ser aquellos que por la estrategia de la empresa son un eje principal de actuación, pero estas figuras no siempre son identificables de manera sencilla.
Pongamos un ejemplo. Si una empresa del sector cosmético decide definir una estrategia de diferenciación de producto, el departamento de I+D tomará un papel relevante y, por tanto, ese departamento deberá estar representado en el Comité de Dirección. Pero, si, por otro lado, apuesta por una estrategia de liderazgo en costes, el componente de innovación no toma tanta fuerza y por tanto el departamento de I+D pasa a un segundo plano y por tanto no debería integrarse en el Comité de Dirección.
Por tanto, constituir un Comité de Dirección no es una labor mundana, sino que se debe tomar como referencia el rumbo al que se quiere dirigir la empresa (y éste es dinámico, por lo que el Comité de Dirección también debe serlo).
Respecto a las principales funciones que se deben abordar en un Comité de Dirección, éstas serían las relevantes:
Y la pregunta que se hacen muchas empresas, es ¿deben los familiares estar en un Comité de Dirección?
Lo primero que debe matizarse es que un Comité de Dirección es distinto a un Consejo de Administración. Teniendo clara esta diferencia, el Comité de Dirección es un organismo operativo, por lo que los integrantes deberán formar parte del equipo directivo de la empresa.
Un Comité de Dirección es distinto a un Consejo de Administración.
El matiz de si es o no familiar, debería ser un aspecto irrelevante a tener en cuenta si realmente la empresa cumple con unos estándares mínimos de profesionalización. Pero la verdad, es otra muy distinta.
A lo largo de nuestra experiencia, hemos podido comprobar que entre familiares-trabajadores, se crean ciertas “envidias” que pueden requerir de la necesidad de tener que incorporar a determinados familiares al marco del Comité de Dirección.
Cuando se dan situaciones así, se debe explicar muy claramente el objetivo de un Comité de Dirección y que se espera de cada miembro que lo compone. Muchos de ellos, desisten de su papel como miembros al no querer asumir determinadas responsabilidades que antes no asumían. Los que se quedan, suelen ser una nueva fuente de inspiración para el resto ya que aportan otro punto de vista que a veces había sido “no escuchada”.
Ambos son órganos de gobierno de una empresa pero deben trabajar en equilibrio. La falta de uno de ellos puede, puede provocar que no se consiga la eficacia necesaria en la Dirección de la organización.
El Consejo de Administración será el supervisor de la labor que desarrollo el Comité de Dirección, además de ser quien le proponga los nuevos retos y hacía donde le gustaría ver la empresa en el futuro (tal y como lo definen en algunas escuelas de negocio como IESE). Será, por tanto, el responsable de aprobar la estrategia propuesta por el Comité de Dirección (y cuando hablamos de estrategia, englobamos misión, visión y valores). A partir de aquí, el Comité de Dirección será el responsable de implantar dicha estrategia.
Lo mismo sucederá con la parte financiera y relativa a inversiones.
Es decir, el Consejo de Administración define y controla (fundamentalmente) y el Comité de Dirección diseña e implanta. La siguiente tabla elaborada por el IESE, es bastante clarificadora:
A esta pregunta, la respuesta puede variar, ya que dependiendo de la madurez del Comité de Dirección y especialmente del sistema de reuniones, los temas irán modificándose.
Cuando un Comité de Dirección se inicia, casi todos los temas deben tratarse en el mismo. Este hecho es consecuencia de que la Propiedad quiere seguir manteniendo el control sobre todo y esta en un proceso de aprender a delegar responsabilidades en sus colaboradores más directos. La frecuencia de estas reuniones también se intensifica (1 semanal o quincenal). Los temas tratados en esta fase de madurez, suelen ser temas relacionados con el funcionamiento de los departamentos y que determinados datos fluyan entre los mismos.
Cuando un Comité de Dirección madura algo más (nivel madurez medio), además de aumentar el periodo en el que realizan, los temas tratados suben de nivel. Se empieza a trabajar en los ejes estratégicos definidos y se empiezan a exigir a los miembros, que se presente un informe del departamento que contemple proyectos actuales concluidos, en curso y futuros, con el grado de consecución de los objetivos marcados. En esta fase, el aporte de ideas y valor hacia otros departamentos empieza a gestarse, pero el desarrollo de ideas departamentales no suele valorar el impacto en otras áreas.
Cuando un Comité de Dirección ya ha madurado (nivel madurez alto), se encuentra en un punto en que sus miembros trabajan en equipo desarrollando la estrategia futura de la empresa. Todas las ideas que se aportan contemplan el posible impacto sobre otros departamentos y el valor añadido por todos sus miembros es altísimo. En este punto, el Comité de Dirección trabaja como una gran máquina totalmente engrasada y donde el beneficio de la empresa está muy por encima del bien departamental.
En cada ciclo de madurez, la aportación de información cambia y la forma de tratarla también. Lo que si debe tenerse en cuenta, es que absolutamente todo lo que se trabaja en el ámbito del Comité de Dirección debe tener un carácter confidencial y ser trasladado a la organización siguiendo los parámetros y políticas de comunicación establecidas.
Cualquier Comité de Dirección, cómo órgano asesor, puede incurrir también en coger determinados vicios de funcionamiento “no deseados” por la empresa. Es por tanto necesario identificar determinados síntomas que pueden ser indicativo de que este Comité no está funcionando correctamente.
Algunos de ellos son:
Los beneficios de un Comité de Dirección para el equipo directivo son básicamente,
Fuente https://blog.tactio.es/consultoria/organizacion-rrhh/comite-direccion-pyme-familiar/