También trabajamos mucho a medida para empresas, en lo que es la tercera unidad de Coach de Contenidos. Algunas empresas nos contratan para brindar a sus colaboradores un curso intensivo de LinkedIn y marca personal, otros para ayudarlos a mejorar su escritura. La capacitación se arma en base a las necesidades de cada organización. También nos han contratado para apoyar a encargados de Comunicación para mejorar el posicionamiento de la cuenta corporativa y fortalecer las marcas personales de sus ejecutivos en LinkedIn. Nos buscan mucho para trabajar esa sinergia entre la marca corporativa y las marcas personales.
¿CÓMO PUEDEN LOS CONTENIDOS POSICIONAR A LAS PERSONAS COMO REFERENTES EN SU ÁREA?
Mediante los contenidos uno tiene la posibilidad de mostrar su expertise y su idoneidad, pero sobre todo de aportar valor, ser de utilidad, y eso es lo que posiciona.
Es la mejor manera de tomar el control de lo que aparece en Internet cuando alguien busca nuestro nombre. De esa forma, la gente se encuentra con lo que nosotros queremos mostrar, conectados a los temas que hacen a nuestra marca personal.
En ese trabajo de posicionamiento es fundamental la consistencia y la frecuencia de la comunicación. Uno va dando mensajes y señales con los contenidos y con otras instancias, tanto en forma digital como presencial, como el networking o apariciones en prensa. La comunicación tiene que ser consistente en todos esos canales de comunicación y direccionar hacia lo que queremos proyectar de nuestra marca personal. Tiene que ser intencional.
Uno debe tener una constancia en la comunicación personal para ir construyendo una comunidad de personas que se dan cuenta de que vale la pena seguirnos porque les sumamos valor con lo que generamos o compartimos. Y es en ese “servicio” que hacemos a los demás que vamos generando un lazo, primero de conocimiento y después de confianza. El resultado: cuando esa persona necesite un referente de nuestro sector o alguien le pregunte quién es el mejor en nuestra área, habremos hecho un buen trabajo de proyectar nuestra marca personal, si nuestro nombre es el primero —o de los primeros— que le viene a la mente.
¿CUÁLES SON LOS ERRORES MÁS COMUNES A LA HORA DE GESTIONAR LA MARCA PERSONAL? ¿CÓMO SE PUEDEN EVITAR?
Un error común es no darse el tiempo para trabajar la marca personal y no incorporar ese proceso como una tarea más dentro de nuestra rutina. Somos nuestros propios jefes de comunicación y marketing. Nadie va a venir a hacer este trabajo por nosotros. Es un trabajo de hormiguita. Lleva tiempo y es para siempre.
Otra equivocación frecuente es entrar a generar contenido a lo loco sin una estrategia que se derive de un proceso —aunque sea mínimo— de introspección. Se trata de tener claro qué atributos tiene nuestra marca, qué nos diferencia, y qué nos da nuestra impronta. Reflexionar para tener claridad en ese sentido nos ayudan a proyectar mejor y emitir las señales que atraigan a las personas y oportunidades que queremos. Eso en definitiva es lo que hace la marca personal.
Otro de los errores es tener un perfil de LinkedIn descuidado o pobre. Yo lo defino siempre como un perfil al que le falta dignidad. No tener un perfil de LinkedIn optimizado es hasta peligroso para la marca personal. Si está en malas condiciones, es preferible no tenerlo. Aunque sabemos que el silencio también comunica; el no estar también habla de uno mismo.
El perfil de LinkedIn tiene que permitir que de un vistazo una persona pueda hacerse una idea clara de nuestro valor. Hoy es básico. Diría que es lo mínimo que se debe tener, porque es la actual tarjeta de presentación, que además está trabajando para nosotros las 24 horas de todos los días del año.
ADEMÁS DE TRABAJAR CON PARTICULARES, OFRECES SESIONES IN COMPANY. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE QUE LOS COLABORADORES DE LA EMPRESA FORTALEZCAN SU COMUNICACIÓN?
Es importante porque una marca corporativa, más allá de todos los esfuerzos de marketing, está compuesta básicamente por marcas personales. Las personas hacemos negocios con personas y queremos seguir a personas, y no tanto a empresas o marcas corporativas. Es mayor el valor y la credibilidad que le damos a lo que una persona comunica que a lo que una empresa comunica. La misma comunicación emitida por una cuenta de empresa en LinkedIn no tiene ni por asomo tanto alcance como una cuenta personal.
En ese sentido, hay todo un trabajo para hacer porque lo mejor es que se tenga una marca corporativa fuerte y marcas personales también fuertes. Ese es el mejor de los mundos. Y cuando se le dan elementos a los colaboradores para que se adueñen de su propia comunicación personal —siempre teniendo en cuenta parámetros que tienen que ver con la esencia de la empresa— se dan cuenta que le sirve para toda su carrera laboral, y que se los está ayudando a que sus marcas personales sean más potentes. Y a su vez, eso beneficia a la empresa.
Tiene que ser un ganar-ganar. Cuando los empleados muestran su vínculo y compromiso con la empresa, se trabaja también la marca empleadora. No es solo cuestión que la empresa proclame a los cuatro vientos que es un maravilloso lugar para trabajar y la excelente cultura corporativa que tiene. Todos sabemos que eso se visualiza muchísimo mejor a través de lo que transmiten los propios empleados. Pero tiene que haber una sintonía fina. En su comunicación, las marcas personales no pueden ser como un “robotito” que copia y pega lo que dice la empresa. Si se da de esa manera, se pierde la autenticidad, que es la base innegociable de la marca personal. Hay que trabajar esa delgada línea para que lo que se comunique sea auténtico.
Fuente https://www.hacerempresa.uy/edicion-marca-personal-mano-a-mano-con-gabriela-malvasio/
