Cuando determinamos que el recurso con más valor dentro de tu empresa son tus empleados, debemos tener clara, también, la necesidad de cuidarlos como un bien activo de tu organización.
Los trabajadores de una empresa pueden sufrir momentos difíciles que da lugar a altos niveles estrés, a una disminución de la productividad y a una falta de concentración en las labores. Esto origina retrasos en el proceso de creatividad del empleado.
En este sentido, la resiliencia se convierte en el punto fuerte de un equipo de trabajo y entra como la clave para enfrentar las adversidades que se pueden presentar y que terminan poniendo en riesgo el desarrollo empresarial. Sin duda, es un recurso adecuado en la promoción del trabajo en grupo y es capaz de derrotar conjuntamente las adversidades que surgen. ¿Quieres saber más sobre cómo la resiliencia se transforma en un punto elemental en un grupo de trabajo? ¡Sigue leyendo!
La resiliencia es la capacidad que posee una persona a la hora de afrontar situaciones complicadas y, de esta forma, reforzarse por medio de las dificultades. Al hablar de la resiliencia en el ámbito laboral, el término se refiere a las habilidades del empleado para vencer las adversidades, como, por ejemplo, el estrés, la sobrecarga laboral y la tensión, entre otros problemas.
De esta manera, un trabajador resiliente tiene la capacidad de manejar adecuadamente el estrés, evitando perjudicar a la empresa donde trabaja. Desde las organizaciones, es factible desarrollar la resiliencia de los empleados con el fin de obtener una mayor fortaleza y flexibilidad. Además, se pueden ofrecer las herramientas y recursos necesarios para adaptarse efectivamente a los cambios constantes.
Podemos detectar una persona con alta resiliencia si cuenta con las siguientes características:
La importancia de la resiliencia en los equipos de trabajo se centra en la preparación frente a las adversidades. Al final, se trata de un conjunto de habilidades propias que guardan relación con las personas y que representan situaciones exitosas dentro de la vida empresarial.
La resiliencia en grupo facilita la adaptación a cualquier suceso que se genere sin importar el orden en el que ocurra. También, ofrece la oportunidad de prepararse mental y emocionalmente ante los conflictos, y garantiza la habilidad requerida dentro de las grandes crisis, así como en el día a día de cualquier empresa.
Los equipos resilientes siempre trabajan en el enfrentamiento de las dificultades laborales, obteniendo sólidas conexiones con objetivos definidos.
Los líderes resilientes son claves en la formación del mejor equipo para una organización.
A continuación, destacamos las características fundamentales de los equipos resilientes:
La cultura en equipo es alcanzada cuando el negocio obtiene un enfoque de cooperación. También, cuando prevalece el trabajo en grupo por encima del individual.
Es de las características fundamentales de un equipo resiliente: su adaptación frente a las circunstancias. Además, se adelantan a los conflictos y los detectan antes de que sucedan.
Los equipos resilientes tienen espíritu crítico y pueden reconocer, a su vez, las situaciones conflictivas superándolas.
Los análisis objetivos facilitan la toma de decisiones rápidas y efectivas, ayudando a evitar consecuencias traumáticas para la organización.
El hecho de contar con una excelente coordinación significa que cada integrante conoce sus funciones. Además de manejar su papel dentro del equipo en el momento de resolver un problema, los miembros del grupo poseen cualidades resilientes con las competencias con mayor demanda en el campo laboral.
Podemos destacar algunas estrategias que facilitarán la resiliencia dentro de tu grupo laboral. Entre ellas, destacamos las siguientes:
La comunicación es un elemento clave en esta tarea. Es por ello que debes impulsar las habilidades de comunicación en cada empleado y entre ellos. Esto da fortaleza al equipo, le inyecta optimismo y le abre las ideas.
En el momento de presentarse un problema, la toma de decisiones rápidas y acertadas es vital. Así que los miembros del equipo de trabajo tienen que hacer un control correcto de la improvisación para reconducir situaciones complicadas y actuar debidamente.
Las adversidades y retos pueden convertirse en algo positivo para la empresa. Un equipo de trabajo resiliente observa estas situaciones como oportunidades para expandirse y superarse, lo que significa aceptar positivamente los cambios y superar los desafíos.
Los equipos de trabajo resilientes no deben actuar aisladamente. Se necesita que haya buena relación y comunicación entre unos y otros para unir estrategias.
Un líder resiliente no ejerce liderazgo de la forma tradicional y autoritaria, más bien busca empoderar a los miembros de su equipo de trabajo por medio del impulso de la autoeficacia. Se busca que actúen con autonomía y confianza.
En el desarrollo de la resiliencia en equipos laborales, es clave que se forme una cultura empresarial sólida, impulsando el compañerismo, los valores como la solidaridad, y la construcción de afecto en las relaciones.
Esta tarea es importante, ya que así puedes ofrecer al equipo las herramientas para que, con el paso del tiempo, el equipo fortalezca sus habilidades. Esto traerá como consecuencia el aumento de su autoestima y la capacidad de afrontar cualquier adversidad que se presente inmediatamente.