por
“Con la cabeza en alto y el corazón abierto. ¡Por días mejores!”
— TF Hodge
¿Le cuesta encontrar la motivación? ¿Se siente inseguro o incómodo acerca de los próximos pasos?
Hay algunas cosas que necesitas saber ahora mismo.
Esta lectura rápida es para TI…
Érase una vez una mujer de sesenta y tantos años que se dio cuenta de que había vivido toda su vida en el mismo pueblito y, aunque llevaba décadas soñando con entusiasmo con viajar y conocer el mundo, nunca había dado un solo paso para convertir ese sueño en realidad.
Finalmente, se despertó la mañana de su 65 cumpleaños y decidió que había llegado el momento. Vendió todas sus posesiones, excepto algunos artículos esenciales que necesitaba, los metió en una mochila y…Comenzó su viaje por el mundo. Los primeros días en la carretera fueron increíbles y llenos de asombro: con cada paso que daba, sentía que finalmente estaba viviendo la vida que había soñado.
Pero unas pocas semanas después, los días en la carretera empezaron a pasarle factura. Se sentía desubicada y echaba de menos las comodidades de su antigua vida. A medida que sus pies y piernas le dolían cada vez más con cada nuevo paso, su estado de ánimo también empeoró.
Finalmente, se detuvo, se quitó la mochila, la arrojó al suelo y se sentó a su lado mientras las lágrimas empezaban a correr por sus mejillas. Se quedó mirando desesperanzada un largo y tortuoso camino que una vez la condujo a un mundo maravilloso, pero que ahora parecía conducir solo a la incomodidad y la infelicidad. “¡No tengo nada! ¡No me queda nada en la vida!”, gritó a todo pulmón.
Por coincidencia, un gurú y consejero de vida de renombre de un pueblo cercano estaba descansando tranquilamente detrás de un pino adyacente a donde estaba sentada la mujer. Cuando la mujer comenzó a gritar, el gurú escuchó cada palabra y sintió que era su deber ayudarla. Sin pensarlo dos veces, saltó de detrás del pino, agarró su mochila y corrió hacia el bosque que bordeaba ambos lados de la carretera. Aturdida y completamente incrédula, la mujer comenzó a llorar aún más fuerte que antes, hasta el punto de quedarse casi sin aliento.
“Esa mochila era todo lo que tenía”, gritó. “¡Y ahora se ha ido! ¡Ahora todo se ha ido en mi vida!”
Después de unos diez minutos de lágrimas muy necesarias, la mujer recuperó gradualmente sus emociones, se puso de pie y comenzó a caminar lentamente por el camino. Mientras tanto, el gurú atravesó el bosque y colocó en secreto la mochila en medio del camino, a poca distancia de la mujer.
Cuando los ojos llorosos de la mujer se posaron sobre la mochila, casi no podía creer lo que estaba viendo: todo lo que creía haber perdido estaba nuevamente frente a ella. No pudo evitar sonreír de oreja a oreja. “¡Oh, gracias a Dios!”, exclamó la mujer. “¡Estoy tan agradecida! Ahora definitivamente tengo lo que necesito para seguir adelante…”
A medida que avanzamos en nuestra vida personal y profesional, inevitablemente habrá períodos de increíble frustración y desesperación. Durante esos momentos difíciles, a veces nos parecerá que lo hemos perdido todo y que nada ni nadie podría motivarnos a seguir adelante en la dirección de nuestros sueños. Pero al igual que la mujer que se topó con el gurú, todos llevamos con nosotros una mochila de apoyo que se presenta en muchas formas: puede ser un simple mensaje directo o un mensaje de texto de alguien a quien respetamos, publicaciones de blog inspiradoras , libros esclarecedores , vecinos serviciales, comunidades de apoyo y mucho más.
Si estás luchando en este momento, ¡puedes lograrlo!
No importan tus circunstancias, siempre tienes lo que necesitas para dar el siguiente pequeño paso .
O como dijo tan profundamente Epicuro: “No estropees lo que tienes deseando lo que no tienes; recuerda que lo que ahora tienes estuvo una vez entre las cosas que sólo esperabas”.
Sé consciente. Mantente presente. Sigue adelante, un día a la vez, un pequeño paso a la vez.
Fuente: https://www.marcandangel.com/2024/07/29/10-things-to-remember-when-the-going-gets-tough/